TS 26 Play Fair Andaba el mundo del deporte algo desubicado tras la intensa experiencia de vivir, en muy corto espacio de tiempo, los JJOO de Barcelona 1992. Después de tanta preparación y tanta expectación, los Juegos se esfumaron en dos semanas a tope, y el vacío post olímpico daba paso a la gran pregunta… ¿y ahora, qué? Ya en 1993 el director de Sport Panel, Jaume Ferrer, nos abrió las puertas de su casa a algunos de estos desubicados amantes del deporte para embarcarnos en un nuevo proyecto, Trade Sport, bajo el lema “más, menos”. Es decir,“más información de mercado = menos desaciertos profesionales” de los empresarios, directivos, organizaciones, detallistas del sector. Desde entonces, y a un año vista de la siguiente celebración de Trade Sport (estamos en el nº 200, pero en 2013 cumplirá veinte años de vida), esta publicación sigue fiel a su propósito inicial de proporcionar una información rigurosa e incisiva a la medida del sector, ya sean con noticias de actualidad como con estudios de mercado, balances económicos, I+D, innovación tecnológica, merchandising estrategia y marketing deportivo… En definitiva, una herramienta destinada a que cualquier profesional de la industria deportiva pueda optimizar su esfuerzo para acertar en la toma de decisiones. ¡Y qué manera más atrevida de empezar!, con la portada del nº0 en blanco y la consigna “más, menos” en medio, en una revista durante años sin publicidad e impresa en papel ecológico para mantener su independencia y diferenciarse de las demás publicaciones del sector. Desde luego que “el Trade” no dejaba a nadie indiferente. Después de reflexionar un poco opino que la realidad del sector a finales del siglo pasado, no en esencia, aunque si en las formas, no difiere tanto de la situación en que estamos ahora. La resaca olímpica nos dejó como legado un escenario de aguda crisis económica, parecida a la que tenemos hoy día. El consumidor final también estaba enamorado de la práctica deportiva, aunque sólo un 27% de la población española declaraba practicar deporte (que ascendió hasta el 39% en el 2000), suficiente para hacer que el negocio funcionase y fuera cogiendo impulso. A nivel empresarial, la unificación de las asociaciones profesionales del sector se gestaba en una reunión histórica en Zaragoza a finales de 1993, que establecía un principio de acuerdo entre SEAD, FABSPORT y ASESPORT mediante una declaración de buenas intenciones. Aunque no sería por fin en 1997 cuando SEAD-ASESPORT cambiaba su denominación por el actual de AFYDAD, siempre abanderando la exportación y con el demandado sistema de impagados en el cajón, como pilares de apoyo a las empresas españolas del sector. No se puede decir lo mismo de que los detallistas estuvieran bien organizados. Ya entonces se echaba en falta un auténtico interlocutor sectorial para negociar con fuerza, beneficiarse de las subvenciones y defender sus intereses ante los organismos oficiales. Sí es cierto que en el 1995 arrancaba el proyecto de ANDAD, con la ilusión por defender los intereses colectivos más allá de los particulares, pero el proyecto se quedó en vía muerta a pesar a que los “Congresos de Gestión del Sector de Artículos Deportivos”, que coincidían con las ferias, estimulaban este eslabón fundamental de la cadena sectorial. A propósito de ferias, los salones del deporte andaban con pies de barro por aquel entonces, pese a sus continuas renovaciones. Durante varios años las convocatorias de FIDEC en Madrid y SPORT en Barcelona sufrían la reducción de espacios y veían peligrar su continuidad resistiendo el envite cada vez que una gran marcase daba de baja. Trabajaron duro ideando nuevas fórmulas para integrarse y dar un mejor servicio sector, pero lo cierto es que hoy en día ya no existen, mientras los profesionales españoles siguen fieles a la ISPO de Múnich, ya entonces feria de referencia y cita obligada. Eso sí, recordemos el patrocinio de Fira de Barcelona y su Salón SPORT a la elaboración de las dos ediciones del Libro Blanco “Escenarios de Desarrollo del Sector de Artículos Deportivos” (1994-1999 y 19992004), elaborado por Sport Panel, ambos documentos clave para el conocimiento de la realidad y las perspectivas de futuro del sector. La crisis nos rodeó de quiebras, suspensiones de pagos, guerras de precios, celos, morosidad, falsificaciones… pesimismo, y sin embargo a principios de los 90 la facturación sectorial iba creciendo de año en año en gran parte gracias a la ‘cultura del chándal’ nacional. Eso sí, se partía desde muy abajo, ya que en 1992 (el calzado y la confección eran los básicos del motor sectorial), la facturación media por comercio en España no llegaba a los ¡23 millones! de las antiguas pesetas, y las empresas del sector facturaban del orden de los ¡160.000 millones! de pesetas. Aquellos momentos de crisis galopante fueron el detonante de una alarmante saturación y diversificación de marcas, mientras el consumidor final se dejaba cautivar por las grandes. Sí, en aquella década ya teníamos las líderes de siempre -aunque ahora hay muchas más-, y las tres “marías” (Adidas, Nike y Reebok) encabezaban el ranking tanto en ventas en zapatillas como en imagen de marca. También recuerdo que a principios de los Así vivimos el final del siglo Desde el nº0 de junio de 1993, Trade Sport ha venido recogiendo la evolución y el progreso de un sector deportivo en continua transformación ESPECIAL 200 1993-2012
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