que vuelvan a dispararse cuando se supere el bache. Y quienes no han renunciado a la moda deportiva y se han mantenido firmes y fieles al cambio que habían hecho, es probable que no tarden en recuperar terreno. UN MUNDO DEPORTIVO Desde hace varios años, siempre que escribimos algún artículo que haga referencia a la moda deportivo insistimos en una idea que el sector debería grabarse a fuego: la moda deportiva, por mucho que le pese al mundo de la Moda, es deporte y nació con el deporte. Unos podrán ponerle las coletillas y los nombres que quieran, porque manejan el marketing mejor que nosotros, pero al final, quien impulsó este estilo y quien, por lógica, debería “mandar” es el deporte. El problema, como siempre, es que el sector no sabe aprovechar sus ventajas y acaba dejando que otros lo hagan. Y lo hacen muy bien. La realidad, nos guste o no, es que las marcas con raices deportivas que han logrado convertirse en un referente de la moda deportiva pueden contarse con los dedos de las manos. Y muchas veces, además, han logrado posicionarse en este complejo mundo porque han sabido entender que su futuro pasaba, no sólo por desarrollar colecciones “urbanas” sino, sobre todo, por diferenciar muy claramente esas colecciones de otras más deportivas. No nos engañemos, las diferencias entre moda y deporte se han estrechado, pero no porque la moda comenzase a creer en las marcas de deporte, sino al contrario; porque muchas marcas de deporte vieron que la única manera de crecer era ganando peso en el canal moda. Y para ello era fundamental comenzar a diferenciar sus divisiones de deporte y de moda deportiva. La moda ha sabido llevar el partido a su terreno y, sobre todo, ha sabido marcar muy bien las fronteras con el deporte, dejando pasar a su territorio a muy pocas marcas deportivas. Los escaparates de las principales tiendas de moda están repletas de marcas de moda deportiva, pero muy pocas son marcas de deporte. El boom del estilo sport hizo que a un ritmo vertiginoso –ellos pueden-, las marcas más representativas de la moda empezasen a desarrollar sus colecciones sport. Y a medida que estas ganaban peso, los trajes y vestidos dieron paso a tejanos, polos, chaquetas sport y, sobre todo, calzado sportwear. Pero eran marcas de moda. No de deporte. Otro gran error del deporte ha sido, precisamente, creer que era fácil entrar en el canal moda. Muchas marcas apostaron por esta categoría para intentar colarse en el mundo de la moda. Y metieron la pata de lleno. Porque no tenían el “caché” para hacerlo y, sobre todo, porque cometieron el error de dar la espalda a su sector ,obnubilados por los cantos de sirena de un mundo que no les quería. Muy pocas marcas se dieron cuenta de que para entrar en el mundo de la moda tenían que convertirse en marcas de moda. La moda tiene una lista larguísima de defectos, pero si algo ha sabido hacer durante muchos años ha sido cuidar su imagen y ser fiel a su identidad. Ellos, mejor que nosotros, han entendido que el volumen no es lo primero. Y además, es un mundo muy cruel con los intrusos. ¿Qué debe hacer el deporte? Pues sobre todo tener claro, de una vez, que el canal ofrece suficientes oportunidades como para no obsesionarse en entrar en otros canales. Hay marcas que por necesidad, por historia o, sobre todo, por producto, pueden volcarse en la moda y entrar con fuerza en las tiendas de moda, pero como hemos dicho, son pocas. Lo que no debemos hacer es obsesionarnos en ser moda. Podemos tener envidia sana de su manera de trabajar, a años luz de cómo se hacen las cosas en el sector, pero también tenemos que tener muy claro que una cosa es la gestión y la otra, el producto. Y en eso las diferencias no son tan abismaLas marcas con raices deportivas que han logrado convertirse en un referente de la moda deportiva pueden contarse con los dedos de las manos. Y muchas veces, además, han logrado posicionarse en este complejo mundo porque han sabido entender que su futuro pasaba, no sólo por desarrollar colecciones “urbanas” sino, sobre todo, por diferenciar muy claramente esas colecciones de otras más deportivas. Las diferencias entre moda y deporte se han estrechado, pero no porque la moda haya creído en las marcas de deporte, sino más bien porque muchas marcas de deporte han visto que la única manera de crecer es ganando peso en el canal moda.
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