TradeSport 199 - Mayo 2012

cio. Y en eso la moda nos gana por goleada. Hubo un tiempo en que la marca también era importante, pero ese tiempo parece haber pasado. Así, no es nada extraño que, como hemos dicho antes, el gran volumen de ventas de bañadores, sobre todo de mujer, lo controlen determinadas cadenas de moda juvenil, algunas de ellas especializadas en baño. Allí los bañadores tienen precios muy inferiores a los de cualquier marca de deporte, y para muchas consumidoras (la mujer copa la mayoría de las ventas) que utilizan esta prenda para pasar el día en la playa y que, como prenda de moda, quieren tener varias, aspectos como la marca o la tecnicidad son completamente prescindibles. La combinación de precio, diseño y, también, canal, facilita mucho la decisión. De todas maneras no debemos rendirnos. Ni siquiera ahora que la reducción del consumo se ha cebado con la moda: además de poder explotar el baño competición, el canal debe ser consciente – y optimista- de que tarde o temprano el llamado beachwear renacerá y, sobre todo, que pese a la que está cayendo, este tipo de productos –y marcas- sigue teniendo un público bastante fiel. Muchos están en la sombra ahora, pero saldrán. Y el canal jamás debe olvidar que el precio marca una diferencia en tecnicidad y calidad. No nos engañemos: el deporte hace mucho tiempo que pasó a un segundo plano en la venta de baño moda, sumando apenas un 15% de las ventas totales. De todas maneras, como acabamos de decir, aunque sea poco, es suficiente para el canal, porque representa más de 2 millones de prendas. Lo atlético lo domina el deporte; el baño moda lo dominan otros canales. Y la zona de convergencia, que existe, está controlada, por el momento, por nuestro canal. Y es aquí donde debemos hacernos fuertes. EXPLOTAR LO NUESTRO Lo dijimos cuando hablamos del running y, en natación, pasa exactamente los mismo. Tenemos la suerte de vender un tipo de producto que no vende ningún otro canal. De momento. Además, en el caso del baño atlético, no existe una red de tiendas especializadas tan fuerte como en otros segmentos atléticos, de manera que puede ser una muy buena alternativa para el canal multideporte que quiera diferenciarse. Eso sí, hay que saber gestionar bien esta especialización. Ventajas hay muchas, entre otras cosas porque es uno de los segmentos más estables e importantes del sector, y los altos índices de práctica aseguran un volumen de ventas a tener muy en cuenta. Ventas que, aunque haya importantes repuntes antes y después del verano, suelen ser bastante regulares durante todo el año. La moda está sufriendo mucho y el baño no es una excepción. El precio medio de las marcas deportivas es un freno importante para quienes buscan bañadores para ir a la playa y, hoy por hoy, el perfil de comprador de baño en el comercio deportivo es quien busca bañadores para piscina, para nadar. Sin renunciar a ofrecerles a nuestros clientes una buena oferta de baño moda de las marcas deportivas que lo están explotando bien, el comercio haría bien en centrarse más en la parte atlética. Tenemos la gran ventaja, como hemos dicho antes, de tener más “posibilidades” que el canal moda, porque mientras ellos sólo pueden explotar el baño moda, nosotros podemos vender lo atlético y, también, las líneas beachwear de las marcas deportivas. Lógicamente la balanza en unidades es descaradamente favorable al canal moda, pero si sabemos “controlar” nuestra parte del pastel, el baño puede seguir siendo, durante muchos años, un segmento clave para el desarrollo del sector. Para que así sea, uno de los primeros pasos que debemos hacer es definir muy bien el papel real que tienen que ocupar, hoy por hoy, el baño atlético y el baño moda en la tienda. Son dos categorías muy diferentes y que priman aspectos muchas veces opuestos: en el baño atlético prima la tecnicidad; en la moda, en cambio, lo importante es el diseño. No quiere decir eso, ni mucho menos, que en la primera el diseño sea intrascendente y en la segunda importen poco los materiales, pero es obvio que cuando uno busca un bañador para nadar la funcionalidad es prioritaria, y que cuando lo que se compra es para lucirlo en la playa, el look –y a veces la marca- pesa más que otros aspectos. El peso de una y otra categoría en la tienda ha experimentado fuertes cambios en los últimos años. Hace apenas una década la mayoría de ventas de baño se centraban en la natación. Con el boom del sportwear muchas tiendas, sin arrinconar definitivamente lo atlético, sí dieron espacios privilegiados al baño moda, especialmente al de las marcas del mundo gliss y a las líneas que potenciaban las grandes multinacionales. Esta tendencia ha cambiado considerablemente con la crisis. Uno de los grandes afectados de la contención del consumo está siendo moda y casi todas las tiendas deportivas han reducido su oferta en esta categoría para centrarse, de nuevo, en lo La gran ventaja del deporte es que, además de monopolizar la venta de baño atlético, tiene capacidad para, en un momento dado robarle algo de cuota a la moda y volver a seducir a un consumidor que está dispuesto a sacrificar precio en pro de la marca y/o de la tecnicidad. TS 25

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