TS 89 3¿Qué tipo de organización de expositores es mejor para una tienda especializada: por tipo de producto o por marcas? La organización de los productos en el establecimiento puede basarse en diferentes criterios. En el caso de los comercios dedicados al mundo del deporte, con frecuencia se siguen las siguientes pautas: por sectores deportivos, por marcas, por tipos de producto o por colores. Éste último tipo de disposición es una de las nuevas tendencias en la muestra de productos, especialmente en el ámbito del sportwear. De hecho, una exposición basada en orden cromático resulta muy atractiva desde el punto de vista estético, especialmente si se realiza en tonos diferentes. Según los principios básicos del merchandising, lo importante es que de cada producto, el cliente pueda ver al menos tres unidades o facings (tres “caras” en exhibición), que es el número que se considera el mínimo que permite una correcta percepción. Pero, además, es fundamental tener en cuenta la rotación de productos, la frecuencia con la que se demandan. Por otra parte, uno de los objetivos más importantes en la organización de expositores es el de “templar las zonas” del local, de modo que al colocar los productos más atractivos en las áreas frías (por las que es menos frecuente el paso), redirigimos el tránsito de la clientela y aumentamos las posibilidades de venta. Para ello, existen diferentes técnicas, como la colocación próxima de productos complementarios (por ejemplo, zapatillas y ropa de running, ropa de trecking y mochilas...) o la exposición de los productos más atractivos o de mayor rotación en las zonas frías. 4Tengo un problema con el calzado y el almacenaje, ¿qué soluciones existen? El calzado es una categoría de producto que requiere un claro planteamiento tanto de exposición como de almacenaje. Una buena solución traerá como beneficios no sólo el ahorro de espacio y una ganancia en facings (unidades de exposición de cada producto), sino también una reducción de desplazamientos del personal de la tienda y, por tanto, una mejor atención al cliente. • La fórmula clásica de plantear la relación entre exposición y el almacenaje supone que hay una determinada cantidad de producto expuesta en la sala de ventas, mientras el almacén está en otra área u otro espacio distinto. Su ventaja es que esta disposición permite un gran volumen de almacenamiento. A cambio, el personal del comercio ha de ir hasta el almacén para buscar más producto, desapareciendo de la vista del cliente. • Una solución alternativa es la instalación de tabiques falsos en la sala de venta. De este modo, el producto no expuesto se encuentra cercano a la sala, aunque a la vez se pierde espacio de atención al cliente. • Como variación, en algunos establecimientos se usa como almacenamiento el espacio superior de los expositores (por ejemplo, a partir de 1,90 metros), lo que exige accesorios como escaleras o ganchos telescópicos, y cierta agilidad. • El sistema que nosotros recomendamos es el de colocar armarios con puerta corredera o abatible en propia sala de venta. Permite rapidez y comodidad en la búsqueda de producto no expuesto, el personal del comercio no desaparece de la vista del cliente y, además, es fácilmente adaptable en los cambios de disposición del espacio.
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