TradeSport 197 - Marzo 2012

seis meses, el primer modelo inalámbrico que, entre otras muchas cosas, puede utilizarse durante el ejercicio, con todos los beneficios que ello conlleva. En cuanto a los pulsómetros, poco que decir que no se haya dicho ya. En los últimos cinco años se han multiplicado las ventas, especialmente entre los habituales del running y, también, del fitness. Su uso siempre es recomendable para los aficionados al deporte, amateur y profesionales, porque cuando practicamos ejercicios aeróbicos que involucran a grandes grupos musculares -como correr, andar a buen ritmo, nadar, remar, pedalear…- la frecuencia cardiaca es directamente proporcional a la intensidad del ejercicio en cuestión, de manera que si utilizamos un pulsómetro cuando hacemos este tipo de ejercicio podremos saber si la intensidad de nuestro esfuerzo es la adecuada para nuestra edad, condición física, u objetivos en general (mejorar nuestra condición física y perder peso, mantener la forma, prepararnos para participar en maratones populares, etc). La oferta es muy amplia, y el deportista puede encontrar desde modelos básicos que ofrecen información sobre la FC y las calorías quemadas, hasta modelos más sofisticados que, además de medir la FC, nos ofrecen multitud de datos para tener un control total de lo realizado. Algunos, incluso, disponen de Gps y conexión inalámbrica con el ordenador (para analizar y estudiar los datos a fondo). Con la espectacular evolución que ha experimentado este segmento, gracias, sobre todo, al trabajo de marcas como Polar, Timex o Suunto, la demanda de estos aparatos ha experimentado un auge especatacular y hoy por hoy muchas tiendas especializadas en deportes atléticos y, también, muchos comercios multideporte, ya cuentan con ellos en su oferta. Tienen una buena demanda, un margen aceptable y ocupan muy poco espacio. CARPE DIEM El potencial del wellness es obvio. Y muy importante. Las cifras de practicantes de deportes de gimnasio (y otras modalidades vinculadas al wellness) son suficientemente interesantes como para que marcas y tiendas luchen por hacerse un hueco en el segmento. El sector no está para ir desaprovechando oportunidades como ´´esta, y sobre todo debe luchar para convencer al consumidor de que deje de ir al gimnasio con camisetas de algodón y calzado casual. Y eso no solo es responsabilidad de tiendas y marcas: los gimnasios deberían ayudar un poco en este tema y promover el material técnico. Las sinergias son infinitas y pueden ser muy provechosas para ambas partes. Que cada vez haya más tiendas vinculadas a gimnasios no es casualidad. Todo apunta a que las modalidades vinculadas directa o indirectamente al mundo del wellness –estén o no relacionadas directamente con el deporte- seguirán experimentado un comportamiento positivo. El comercio, que ya ha asumido que el fitness más tradicional no es un segmento con gran potencial, haría bien en volcarse con el wellness. La salud tiene un peso muy importante en la sociedad actual y no podemos dejar que sean otros los que enarbolen la bandera del wellness. Hemos dejado escapar muchas oportunidades, y a estas alturas, sería lamentable que no fuese el deporte quien explotara mejor el mundo del wellness. El fitness tradicional se verá anulado por el poder del wellness. Y eso, a la larga, puede ser muy positivo. La gente tiene ganas de estar en forma, y las cifras de practicantes de deportes de gimnasio y otras modalidades vinculadas al fitness/wellness crecerán a corto y medio plazo. Este potencial es, sin duda, un estímulo para que el sector intente solucionar algunas de las asignaturas pendientes que tiene. tradesport Es complejo saber cómo evolucionarán las cosas, pero todo apunta a que las modalidades vinculadas directa o indirectamente al wellness –estén o no relacionadas con el deporte- seguirán experimentado un comportamiento muy positivo.

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