TradeSport 197 - Marzo 2012

nasio. Pero es que además, la cosa no acaba aquí, y cada vez hay más médicos que están empezando a recomendar y a prescribir a sus pacientes que se apunten a un gimnasio y hagan un poco de deporte. No hace falta subirse a la cinta y ponerse a correr 20 kilómetros. Hay actividades que se adaptan a todos tipo de niveles y edades y que, además, pueden ser muy beneficiosas para prevenir enfermedades cardiovasculares. El cambio radical que han experimentado los gimnasios, en volumen y, también, en estética, también se ha dado en el perfil del socio. Si hasta hace pocos años la gran mayoría la conformaban las mujeres jóvenes (dejando de lado aquellos gimnasios puramente “masculinos” donde se iba para ganar masa muscular), ahora, el perfil es mucho más heterogéneo y hay nuevos targets que han ganado un peso importante, especialmente los hombres de entre 25 y 40 años, cada vez más preocupados de su imagen, y los llamados seniors –de ambos sexos-, mucho más concienciados –por prescripción o por iniciativa propia- de la importancia de hacer deporte (aunque sean actividades de bajo impacto). Tampoco hay que olvidar a los más jóvenes –en este grupo sí que predominan las mujeres-, un target que muchos expertos han catalogado como sedentarios y que, al parecer, poco atraídos por el deporte, han visto en este tipo de actividades una alternativa para estar un poco en forma y moldear la silueta. Es cierto que en este grupo, como señalan algunos directores de gimnasio, la gran mayoría de chicas acude al gimnasio con un objetivo más “estético” que de salud, pero en cualquier caso, al menos, hacen deporte. MÁS PRACTICANTES; MENOS VENTAS Después de todo lo que acabamos de ver, si a alguien que no conoce el segmento se le preguntara cómo cree que se han comportado las ventas en los últimos años es más que probable que respondiera que han crecido considerablemente. Por desgracia, no es así, y el crecimiento en practicantes no ha ido acompañado, a priori, por un crecimiento en ventas. ¿Por qué decimos a priori? Pues básicamente porque los cambios experimentados por el fitness han provocado que, a día de hoy, sea arduo complejo saber qué productos hay que “marcar” como fitness y qué otros hay que atribuir a otros segmentos. Quien va al gimnasio a hacer cinta debería hacerlo con calzado y textil running; si hace cicling utilizará material pensado para bicicleta y así con prácticamente todas las modalidades. Al final, después de esta “depuración”, sólo nos quedarán algunas modalidades de bajo impacto u otras actividades de sala como el aeróbic o el step… y muchos de las que las practican lo hacen con calzado casual. Y ese es otro gran problema: aunque poco a poco la gente va concienciándose, es muy habitual que quien acude al gimnasio no lo haga con material técnico específico, sino que utilice un calzado convencional más versátil y prendas que en la mayoría de casos no han salido de una tienda de deportes. Es cierto que esta tendencia está cambiando en los últimos años gracias, sobre todo, al trabajo de las marcas especialistas, que se han adaptado a los gustos y necesidades de los practicantes –sobre todo de las mujeres, mucho más preocupadas por el diseño que los homESPECIAL FITNESS La fuerza del wellnes hay que buscarla en la amplia variedad de modalidades que engloba y, sobre todo, en la filosofía que hay detrás. Una filosofía que encaja en los deportes de gimnasio y, también, en otras modalidades como el running, el bike, el walking o la larga lista de deportes outdoor. 68 TS Los cambios experimentados por el fitness han provocado que, a día de hoy, sea muy complejo, casi imposible, establecer qué productos hay que “marcar” como fitness y qué otros hay que atribuir a otros segmentos.

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