31 TS ciese una encuesta sobre todos aquellos que siguen con interés el desarrollo de las pasarelas Cibeles o Barcelona Fashion, nueve de cada diez serían mujeres. Si hiciesen una encuesta después de acabar los Juegos de Londres seguramente nueve de cada diez espectadores serían hombres. Es decir, para la mujer la moda la marcan las grandes Pasarelas de la Moda, y hacerles entender que la moda ahora está en la ropa Sport es muy difícil y dependerá, en gran parte, de que en esas pasarelas el protagonismo de las marcas deportivas pueda estar al nivel de esas otras marcas de la moda. Y no sé si eso entra dentro de lo posible. Las marcas insisten muchas veces en el potencial del nicho de mercado de la mujer y están apostando muy fuerte por él, sin embargo muchas se quejan que la repuesta por parte del comercio no es la esperada. ¿Qué opina? Bueno, pues creo que la marca que se queje de eso es que quiere ver más de lo que en realidad hay. Conozco muy bien este mercado y el problema con la mujer es que hay muchas marcas y empresas que no son capaces de dimensionar bien el mercado y, como he dicho, quieren ver más de lo que hay… ¿Cuáles son las principales diferencias entre hombre y mujeres a la hora de comprar? La afición y la devoción con que los hombres compran deporte no tiene nada que ver con la mujer. Mientras el hombre no se piensa que está gastando parte del sueldo en su raqueta preferida o en las zapatillas para correr que verdaderamente le hacen falta, es difícil encontrar una mujer que se quiera gastar en unas zapatillas de correr aquello con lo que se podría comprar unos buenos zapatos. Así de fácil. ¿Qué prioridades tiene la mujer? ¿Qué argumentos tienen más peso para que entre y compre en una tienda de deporte? La mujer siempre que compra una prenda del tipo que sea quiere que le siente bien, que tenga un buen diseño. Por desgracia, en estos tiempos que estamos, ha pasado en primer lugar el precio, pero la mujer sabe perfectamente que comprar una prenda barata no será nunca lo mismo que comprar una prenda de más nivel. ¿Cuál es su público objetivo? La mujer que va un poco por delante del resto y busca ese tipo de marca que se diferencia por su calidad y diseño. La mujer que no quiere ir con la corriente de modas masivas. ¿Qué segmentos tienen, hoy por hoy, mayor salida? En estos momentos la práctica del pádel es lo que está subiendo, seguido por el fitnnes, que siempre está ahí. También está experimentando un buen comportamiento, la natación. ¿Pueden las marcas y las tiendas deportivas luchar contra gigantes como Zara, H&M o Primark en moda urbana para mujer o es una misión imposible? Pueden, pero de forma muy selectiva. La mujer busca mucho el precio y el gran bocado se lo van a llevar ellos, pues las marcas deportivas no pueden competir a esos precios. Pero siempre, gracias a Dios, hay un mercado exquisito que quiere diferenciarse. Ésta es la parcela que nos queda y es la que trato de defender… a pesar de las dificultades. ¿Qué valor añadido tiene su tienda? El valor añadido que yo aporto es que llevo 29 años vendiendo artículos de deporte, 12 de ellos dedicados exclusivamente a la mujer. El asesoramiento que yo puedo dar a una clienta que entra por la puerta es imposible de comparar con el asesoramiento que te puede dar una dependienta de Zara, de H&M o de Primark. Después de todo lo expuesto, esa es mi fuerza y esa es mi razón de seguir aquí. Contra viento y marea. Pero aquí estoy. “Para el hombre el deporte suele situarse entre las grandes parcelas en su vida, para la mujer, no. Eso siempre ha sido así y no hay que darle más vueltas. Es la naturaleza”. “Marcas y tiendas hemos luchado para intentar atraer a este tarjet, pero nuestros esfuerzos no han servido. Hubo grandes proveedores que incluso crearon marcas exclusivamente femeninas con estrategias de mercado especiales, pero tampoco funcionó”. “Conozco muy bien este mercado y el problema con la mujer es que hay muchas marcas y empresas que no son capaces de dimensionar bien el mercado y, como he dicho, quieren ver más de lo que hay…” “Las marcas deportivas no pueden competir con los precios de Zara, H&M o Primark, pero gracias a Dios hay un mercado exquisito que quiere diferenciarse. Esta es la parcela que nos queda y es la que trato de defender… a pesar de las dificultades”. “El asesoramiento que yo puedo dar a una clienta que entra por la puerta es imposible de comparar con el asesoramiento que te puede dar una dependienta de Zara, de H&M o de Primark”.
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