Si hay algo en lo que han coincidido la mayoría de marcas a las que hemos entrevistado en los últimos cinco años es en el potencial que tiene la categoría Mujer. Para la gran mayoría de marcas – mucho más que para el comercio- la mujer es la gran asignatura pendiente del sector. Y, además, es un perfil de comprador que de captarlo, podría suponer enormes beneficios a nivel global, un “logro” vital para muchas marcas tanto por el contexto en el que nos encontramos como, sobre todo, por la madurez que han alcanzado y su necesidad de buscar nuevas vías de negocio. No hay que olvidar que hoy en día la mujer ha dejado atrás su estigma de “madre y ama de casa” y tiene un peso determinante en el consumo. Un porcentaje muy alto de las decisiones de compra dependen de ella y su poder adquisitivo se ha multiplicado. Si a ello le sumamos que cada vez hace más deporte, parece obvio que su rol dentro del sector, para marcas y detallistas, es –y será- clave. El problema, es que este potencial se ha quedado en eso, en potencial, y la mujer sigue sin hacer demasiado caso al deporte…Hace apenas cuatro o cinco años, la mujer tenía que ser la gran reactivadora del sector. Una nueva vía de negocio que ayudaría a marcas y tiendas a salir del bache y volver a la senda del crecimiento continuado. Pero no está siendo así. Seguramente se volcaron demasiadas esperanzas en ello y los resultados no han sido los esperados. Es cierto que la oferta ha aumentado considerablemente, pero la demanda sigue siendo baja. O, al menos, mucho más baja de lo que muchos expertos pronosticaban hace media década. ¿Será demasiado tarde para recuperar a la mujer? En principio no, pero es cierto que hemos dejado pasar muchas oportunidades que otros han sabido aprovechar. Y hoy en día son muy pocas las mujeres que se identifican con nuestro canal más allá de lo estrictamente atlético. Por suerte, en la última década el índice de mujeres que hacen deporte ha crecido. El repunte no es para tirar cohetes, pero se ha dejado notar, y mucho, en las ventas. Además, ha sido una “excusa” para que las marcas se volcaran en las líneas técnicas específicas para mujer, dejando atrás su costumbre de diseñar colecciones femeninas cambiando colores y tallas a las líneas de hombre. Hoy, conscientes de las abismales diferencias que hay entre hombre y mujer en cuanto a físico (y necesidades y gustos), las marcas atléticas adaptan sus colecciones a características específicas de la mujer. Y eso, también ha influido en las ventas. Este cambio de estrategia, que a nivel atlético han seguido las principales marcas, generalistas y especializadas, y que obedece a la creciente demanda pero, sobre todo, a la necesidad del mismo sector de buscar nuevas vías de negocio y nuevos targets que hasta ahora han estado completamente olvidados, constituye hoy por hoy uno de los focos de ESPECIAL MUJER TS 22 Marcas y tiendas deben reforzar su apuesta por la mujer. Este target ha sido, tradicionalmente, un perfil clave para el sector por su rol de compradora; ahora hay que conseguir que lo sea, también, como consumidora. La mujer sólo nos quiere para el deporte Hace apenas cuatro o cinco años la mujer tenía que ser la gran reactivadora del sector. Una nueva vía de negocio que ayudaría a marcas y tiendas a salir del bache. Pero aunque la oferta ha aumentado considerablemente, pero la demanda sigue siendo baja. ¿Será demasiado tarde para recuperar a la mujer? En principio no, pero hoy en día son muy pocas las mujeres que se identifican con nuestro canal más allá de lo estrictamente atlético.
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