El esquí parece no tener tregua. Desde que en 2006 el segmento se viera fuertemente sacudido por la falta de nieve y por las altas temperaturas invernales, su historia está llena de altibajos (más bajos que altos) y pese a que el pasado invierno parecía que las cosas empezaban a estabilizarse (aunque la temporada comenzó tarde), ha bastado un final de 2011 y un inicio de 2012 con mala climatología para volver a poner el miedo en el cuerpo a marcas y tiendas. Las cosas han ido mal desde el principio. El sell-in fue bastante malo. Por no decir muy malo. La pésima climatología –poca nieve y poco frío- y la crisis han condicionado las compras de tiendas y, también de consumidores. Los almacenes de tiendas y marcas siguen llenos y ni siquiera las rebajas abusivas que han llevado a cabo muchos comercios han servido para deshacerse del stock. Y así es complicado que el sell-in sea bueno. Los batacazos, por suerte, son menos contundentes. Desde el revés que supuso ese invierno caluroso de 2007 marcas y tiendas son mucho más racionales a la hora de comprar. Los stocks son mucho más limitados que hace 4 ó 5 años, cuando unos y otros compraban muy por encima de la demanda real. Volviendo a los comienzos de esta temporada, a diferencia del año pasado, noviembre ya comenzó mal. Sin nieve. Las esperanzas estaban volcadas en la Purísima, pero nada. Sin nieve todavía. Y las temperaturas, además, eran demasiado altas como para tirar de cañones. La mayoría de estaciones tardaron en abrir y algunas todavía tienen más verde que blanco. Sin nieve, vender se convierte en una quimera. Y más con la crisis. Las tiendas empezaron a tirar de descuentos, incluso quienes siempre habían abogado por no hacerlo antes de tiempo. Y ni así. Las cosas no cambiaron durante diciembre ni, tampoco, lo han hecho en enero, un mes difícil para vender. Esta realidad ha provocado, un año más –y ya van unos cuantos- una guerra de precios bastante cruda. Las tiendas se pusieron nerviosas con tanto stock muy pronto, pero ni así se pudo dinamizar la venta. Muchas tiendas especializadas en esquí –y snow- llevan años haciendo equilibrios para mantenerse en pie, pero este año, si no cambian mucho las cosas, puede ser determinante para que pierdan el equilibrio. Si el año pasado hablábamos de un buen comienzo, acto central flojo y cierre con cierta angustia, este año la angustia ha marcado toda la campaña –hasta la fecha-. Una campaña en la que, por el clima, también ha costado –y mucho- vender las colecciones de textil. La marcha de esta temporada –que hemos resumido, lo acepto, de manera excesivamente general y, quizás, demaOtra mala temporada TS 50 Ha bastado un final de 2011 y un inicio de 2012 con mala climatología para volver a poner el miedo en el cuerpo a marcas y tiendas. Las cosas han ido mal desde el principio. El sell-in fue bastante malo. Por no decir muy malo. La pésima climatología –poca nieve y poco frío- y la crisis han condicionado las compras de tiendas y, también de consumidores. ESPECIAL INVIERNO
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