TradeSport 196 - Febrero 2012

37 TS sobre todo en lo que a salud se refiere. El deporte no es una actividad para aprender a competir ni para crear deportistas de élite; es una práctica que incide directamente en la personalidad de los más pequeños y que fomenta valores que van mucho más allá del simple hecho de ganar. Muchos padres sólo quieren hijos campeones, y si ven que no lo conseguirán, no ponen impedimentos a que sus hijos dejen de hacer deporte. Nadal, Gasol, Alonso o Xavi han sido claves en el repunte de la práctica deportiva, está claro, pero también han sido nefastos para la mentalidad de muchos padres, empeñados en que sus hijos sólo hagan deporte si pueden llegar lejos. Por suerte, el deporte escolar, la fuerza de la marca y las preferencias de los niños por determinadas marcas han servido para que la caída de las ventas no fuera proporcional a la caída de los índices, pero ello no significa que, viendo como están las cosas en esta categoría y, también, en otros grupos de edad, las marcas no tengan que empezar a tomar medidas en el asunto: el sector no puede eludir la parte de culpa que tiene. Y siendo uno de los principales interesados en que las cosas cambien, debería hacer lo posible para que los niños hagan más deporte. Aunque sólo fuese para que, en un futuro, tengan a quien venderle sus colecciones atléticas… A día de hoy, las marcas que “promocionan” el deporte entre los más pequeños se pueden contar con los dedos de una mano. Por no hablar de las tiendas. Y obviamente quien se come el pastel es quién si lo hace –y lleva años haciéndolo-. Nos guste o no, más de uno deberíamos estarle eternamente agradecidos a Decathlon por su empeño en promocionar el deporte tanto entre los adultos que no hacen como entre los más pequeños. LAS MARCAS, PESE A TODO, INSISTEN Aunque el panorama no es muy alentador, tanto por la presión de Decathlon como por la poca predisposición de la mujer –y del hombre- a comprar marca deportiva para el día a día de sus hijos, algunas marcas insisten en esta categoría como una nueva vía de negocio. Sus previsiones, seguramente, apunten a que a corto y medio plazo va a ganar protagonismo. En nuestro canal… o en otros. El cambio puede comprobarse, tanto en el plano más atlético, sobre todo en segmentos como el esquí, el outdoor o los deportes de equipo –donde el niño es protagonista absoluto-, como en el sportwear, más complejo por la competencia de las cadenas de moda. Ahora sólo falta que entre todos, desde las administraciones hasta las marcas y los padres, hagamos algo para que se dé, a corto plazo, un crecimiento progresivo de la práctica deportiva entre los más pequeños, porque si no, por mucho que crezca la oferta, no habrá demanda que la cubra. A pesar de que muchas de nuestras reflexiones han pecado de pesimismo, sobre todo por lo difícil que resulta para marcas y tiendas luchar contra Decathlon y las cadenas de moda infantil, la categoría Niño sigue siendo una de las que mayor potencial tiene para el sector de artículos deportivos si éste sabe aprovechar sus ventajas. No será fácil convencer a los padres de que para comprar un chándal es mejor entrar a una tienda de deportes que a una cadena de moda, pero el hecho de que cada vez haya más marcas del sector que tienen una oferta más variada, asequible y, sobre todo, adaptada a lo que buscan los niños, nos hace ser optimistas, sobre todo si tenemos en cuenta que, pese al estancamiento de estos últimos años –la crisis ha sido clave-, se trata de una de las categorías que más ha evolucionado en la última década pese a la fuerte competencia que representan los canales alternativos y algunas cadenas del sector. Apostar por esta categoría, si se hace bien, es una buena oportunidad para marcas y tiendas que buscan diferenciarse, tanto en material atlético como en ropa para el día a día. Muchas marcas están siendo capaces de luchar contra el factor precio ofreciendo productos que, en precio, no se alejan mucho de los de Decathlon o Zara. Y eso hay que aprovecharlo. La oferta la tenemos; falta saber vender y, sobre todo, atraer a la demanda (básicamente a la mujer). El problema es que eso quizás es más complejo… Apostar por esta categoría, si se hace bien, es una buena oportunidad para marcas y tiendas que buscan diferenciarse, tanto en material atlético como en ropa para el día a día. Muchas marcas están siendo capaces de luchar contra el factor precio ofreciendo productos que, en precio, no se alejan mucho de los de Decathlon o Zara. Y eso hay que aprovecharlo.

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