Que el sector no está atravesando uno de sus mejores momentos es una obviedad que a estas alturas puede parecer cansina. Como también lo es que una de las peores consecuencias de la crisis ha sido el declive de la moda deportiva. Después de algunos años de crecimiento progresivo, años en los que, con su fuerza “apartó” a muchas tiendas de lo atlético, la crisis ha puesto de manifiesto que la moda deportiva es, también, moda, y que además de a los ciclos de tendencia, está subyugada por los ciclos económicos: cuando hay que ahorrar la moda siempre es una de las grandes perjudicadas. Este fuerte retroceso en las ventas de moda deportiva se ha dado, especialmente, en el textil. El calzado ha sufrido, pero mucho menos. El calzado técnico ha ganado mucho protagonismo, pero el llamado calzado casual o urbano sigue imponiéndose en las calles con absoluta contundencia y eso, obviamente, ha mitigado las pérdidas. Es más, muchas marcas han logrado crecer pese al complejo contexto, confirmando, una vez más, la fuerza que tiene esta categoría en el cómputo global del sector desde que, hace apenas una década, la formalidad de mocasines y zapatos clásicos dejó paso a un look más desenfadado. La fuerza que ha adquirido el calzado deportivo no atlético y su buen comportamiento pese a la crisis ha sido, para muchas tiendas, un salvavidas; un clavo ardiendo al que agarrarse en medio de la tormenta. Uno puedo dejar de comprarse una sudadera, una camiseta o una chaqueta deportiva, pero el calzado se sigue vendiendo a buen ritmo y, por suerte, el look sport tiene todavía mucho tirón… y mucho potencial. El problema es si sabremos seguir aprovechando nuestras ventajas o, como en otras categorías, dejaremos que lo hagan otros. Arreglado pero informal… el calzado casual arrasa en las calles Si hace apenas dos décadas hubiéramos dicho que la gente acabaría yendo a trabajar con calzado deportivo o casual pocos nos hubieran creído. Ahora lo raro es ver a alguien que, sin traje, lleve mocasines. Se ha impuesto, con fuerza y, seguramente, sin marcha atrás, un look mucho menos formal y fuertemente influenciado por el deporte.¿El huevo o la gallina? En otras categorías podríamos llegar a discutir si ha sido la moda la que ha impuesto un estilo o ha sido el deporte, pero en el caso del calzado es bastante evidente que han sido las marcas deportivas las que, “urbanizando” sus colecciones, han dado fuerza a esta categoría, empujando a mucha marcas de calzado más clásicas a cambiar de estraEl calzado casual baja el ritmo... pero mantiene el paso ESPECIAL CALZADO LIFESTYLE TS 28 La fuerza que ha adquirido el calzado deportivo no atlético y su buen comportamiento pese a la crisis ha sido, para muchas tiendas, un salvavidas; un clavo ardiendo al que agarrarse en medio de la tormenta. El problema es si sabremos seguir aprovechando nuestras ventajas o, como en otras categorías, dejaremos que lo hagan otros.
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