TS 82 Septiembre 2002 (Panorama alentador) Reproduzco íntegramente mi columna de opinión publicada en el número 92 de este medio de comunicación en Septiembre de 2002. Los más próximos sabéis que me han llamado de todo: visionario, misionero… pero lo cierto es que la economía es cíclica y que, a pesar de la severidad de la crisis actual –la anterior fue precisamente en ese año 2002 y se prolongó hasta 2003-, salimos del bache con buena nota. “Tras el periodo estival que a muchos nos permite y aporta cierta perspectiva sobre nuestra actividad laboral, comienzan nuevos enfoques y propósitos. Ese punto focal afianza el consabido refrán de que los viejos problemas requieren nuevas ideas, y que para conseguir cambios, resultados diferentes, hay que modificar la forma de hacer las cosas. Considerando que la crisis de los mercados es sólo una consecuencia, seguimos el hilo conductor hacia los orígenes, ahora mucho más variados que antaño: • El modelo tradicional de gestión está repleto de conflictos. • La sociedad de la información, en su camino hacia la madurez, provoca ansiedad a sus defensores. • La profunda crisis de confianza global derivada de los trapicheos financieros de las grandes corporaciones. • Las múltiples posibilidades de comunicación aportadas por Internet y la telefonía móvil que han propiciado la amplia aparición de comunidades (en las que, entre otras cosas, se intercambia mucho conocimiento). • La aparición constante de nuevos perfiles de consumidor (estilos de vida) que estimulan el desarrollo de nuevos productos para satisfacer su demanda... La sociedad responde, exige más ética, anhela compartir más valores con la comunidad, y como reflejan los resultados de un reciente estudio de la consultora Yankelovich, basado en una encuesta a 8.000 ciudadanos de 13 países del euro: “Aunque vivo en una gran ciudad, me atrae cada vez más la vida tranquila, los viajes, el aire libre. Me tiran mis raíces. No tengo nada en contra de las marcas, pero también me gustan las cosas que aún tienen un cierto ‘sabor’ local”. Sectorialmente es necesario adoptar una actitud abierta ante la gran cantidad de oportunidades que están apareciendo, demostrar el inconformismo que manifestamos en otros tiempos, porque en el horizonte actual no existe nada concluyente, finalizan los privilegios para siempre, y aunque me tilden de reiterativo no puedo dejar de insistir en que hay que romper el anonimato de la compra, identificar al cliente y sus circunstancias, gestionar la realidad, no las suposiciones.” Andrés de la Dehesa adehesa@sportmas.com
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