C oincidiendo con la celebración de la Vuelta a España y con el lanzamiento del nuevo año en este sector, cuyo curso comienza a nivel europeo en Friedrichshafen, en una de las Ferias mundiales más importantes del sector –EUROBIKE-; me gustaría acercarme a este subsector. Un subsector que ostenta una alta especialización y que es, en estos momentos, uno de los más dinámicos dentro de la distribución deportiva. La bicicleta ha pasado por diferentes momentos, algunos álgidos, ligados a los éxitos deportivos de ciclistas españoles, y otros menos positivos, como su relación con el dopaje. Sin embargo, en todo momento el sector ha mantenido un parque de tiendas especializadas que se ha ocupado de los deportistas, mientras las cadenas o aquellos que atienden el primer precio sólo han logrado penetración entre los nuevos usuarios, transfiriéndose al comercio especializado ese cliente si se convertía en un ciclodeportista. Hasta hace poco tiempo, la bicicleta en nuestro país estaba ligada, fundamentalmente, a niños y adolescentes, y a ciclodeportistas, pero en los últimos años ha ganado peso en el mundo urbano, donde muchos ciudadanos han incluido a la bicicleta como medio de transporte. Los ciclistas urbanos ligados a la movilidad, uno de los movimientos más significativos de los últimos años en nuestro sector, ha crecido exponencialmente, circunstancia que también ha provocado un crecimiento de ciclodeportistas, como se puede observar en el gran crecimiento de las licencias federativas de ciclismo desde que comenzó a desarrollarse en nuestro país este movimiento. Esta revolución de nuevos usuarios de la bicicleta está, aún, muy lejos de los índices que encontramos en otras ciudades europeas, y nuestras infraestructuras urbanas, además, no son tan amigables con la bicicleta. Sin embargo, nadie puede negar el importante cambio que se ha producido en este sentido –y en poco tiempo- en aquellas ciudades que han intentado facilitar e impulsar la movilidad urbana en bicicleta creando servicios públicos de préstamos de bicicletas o incrementando los kilómetros de carriles bici y vías ciclistas, que en apenas 5 años han pasado de prácticamente la inexistencia en España a un número a tener en cuenta en muchas ciudades. Los resultados obtenidos en las ciudades que han apostado decididamente por este modelo de movilidad son espectaculares, con datos como los de Sevilla, donde se ha pasado de un 0.6% de trayectos en bici al 6,6% en sólo 3 años. Tan grande ha sido el impacto que se ha producido un efecto contagio en otras ciudades. Un ejemplo de esto es Madrid, que, paralizado su proyecto de movilidad urbana basada en la bici por falta de recursos y sin contar con un estructura urbana amigable con la bicicleta ni con un gran número de vías ciclistas ni, tampoco, con servicio público de préstamos, ha visto aumentar los ciclistas en sus calles notoriamente. Lamentablemente, nos encontramos inmersos en una profunda crisis que ha afectado de manera notable a los recursos de las administraciones públicas, circunstancia que no ayuda a llevar a cabo proyectos similares y que ha paralizado la expansión de carriles bici en algunas ciudades que ya habían diseñado su estrategia en este sentido. Estos datos configuran un futuro halagüeño para el ciclismo urbano, que parece que será el motor del sector y que, sin duda, contribuirá de manera significativa en el crecimiento de ciclodeportistas en sus diversas modalidades. Con este prisma, podemos vislumbrar un horizonte positivo para el comercio especializado de bicicletas, fuertemente asentado, con una cartera de clientes sólida y con una oferta no igualable por cadenas o grandes distribuidores de deporte. En los próximos años es probable que el sector sufra cambios importantes, algunos ya observados, como la aparición de subsectores aún más especializados (triatlón, bicicleta urbana, bmx,….) y otros que derivarán de la capacidad que las marcas y distribuidores tengan para intentar controlar un mercado que puede tener fuertes tensiones ante un incremento exacerbado de puntos de venta o una fuerte presión de precios. En mi opinión, marcas y distribuidores tienen ante sí un mercado diverso, atomizado, especializado y potente, complementado por operadores vinculados al precio más que a la especialización, que aportan una puerta de entrada para un buen número de consumidores que no quieren gastar mucho dinero en su primera bicicleta. En definitiva, un mercado sano y variado que cubre las expectativas y necesidades de los consumidores, y que promueve la pasión y la ilusión de este deporte. Además, esta buena salud del “ecosistema” de tiendas se ve apoyada por una buena salud de pruebas populares en toda la geografía española, por lo que la opción debería ser mantener el “ecosistema” sin amenazar a ninguna de las especies y configurando unas reglas de juego que sean coherentes y que permitan la convivencia de todos y, en especial, de las nuevas tiendas que, probablemente, llegarán. Para que se cumplan las buenas perspectivas del ciclismo es fundamental que se superen varios retos para que la figura del ciclista se consolide, como que la ciudad se haga amigable a la bici (carriles bici, aparcamientos, la intermodalidad, …) y, sobre todo, que haya una mayor concienciación, que hará calar la bicicleta en la sociedad en todos sus ámbitos -urbano, ciclodeportivo, ocio, turismo…-. Al mismo tiempo, el sector tiene que convertirse en un agente que presione a las administraciones, que efectúe una acción de lobby y explique las bondades de la bicicleta como medio de locomoción urbano y cómo las ciudades con mayores índices de calidad de vida (Copenhague, Zurich, Munich, Helsinki,…) cuentan con la bici en sus calles de forma masiva. En este sentido, los últimos movimientos que se han producido con la creación de organizaciones como la Plataforma Empresarial de la Bicicleta, AMBE (Asociación de Marcas y Bicicletas de España), Madrid Pro Bici (Asociación Empresarial de servicios de la Bicicleta) o la Red de Ciudades por la Bicicleta, resultan, en mi opinión, muy acertados. Si se consigue una unidad de trabajo, y un entendimiento entre la administración y el sector, el futuro puede ser brillante. De lo contrario, todo puede quedarse en flor de un día. Todo apunta a que el ciclismo urbano será el motor del sector bike en los próximos años y, sin duda, contribuirá de manera significativa en el crecimiento de ciclodeportistas “Bici-friendly”: ciudad de futuro ARTÍCULO DEL MES Carlos Grande Secretario general de Andad TS 22
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