TradeSport 190 - Julio-Agosto 2011

tas” como The North Face, Salomon, Columbia, Salewa y compañía sigue siendo muy fuerte, especialmente en calzado y textil, pero la emergencia de marcas especializadas, sobre todo en complementos, ha transformado bastante este universo. Aunque hace una o dos décadas ya existían marcas superespecializadas de calcetines, mochilas o menaje, con el boom del outdoor, se han multiplicado este tipo de marcas y muchas de ellas, además, se han posicionado con una gran fuerza a nivel mundial (entre ellas alguna española), confirmando no sólo el buen momento de este universo sino, sobre todo, la importancia que en estos últimos años ha adquirido la llamada especialización en especialidades. La crisis sólo es un parentesis Es obvio que la crisis económica que estamos atravesando –y de la que, por desgracia, parece que todavía no salimos- ha alterado los planes de muchos segmentos, especialmente los menos técnicos. La vertiente más atlética se ha visto menos afectada por la recesión del consumo, pero obviamente su evolución se ha visto moderadamente frenada, sobre todo en estos primeros meses de 2011. Todo apunta a que las cosas no van a cambiar mucho y ni las rebajas van a impedir que sea un mal año para el deporte. Luego, en 2012, si la economía mejora, las cosas pueden recuperar su cauce. Trekking, senderismo o trail mantienen intacto su gran potencial a corto y medio plazo. Y podemos ser optimistas y afirmar sin tapujos que el futuro del outdoor, si no hay baches, es bastante esperanzador. Y en el entorno económico actual, y tal y como evoluciona el sector, son y serán las modalidades más estables del momento y las que mejores perspectivas tienen ahora. Quizás no sean muy buenas, pero son las mejores. Además, la crisis, como todo el mundo sabe, ha propiciado un aumento de la práctica deportiva –por redirección del gasto-, y muchas modalidades outdoor pueden beneficiarse de ello por lo que aportan física y mentalmente. En este sentido, es probable que, incluso en este contexto, algunas modalidades como el senderismo, travel y, sobre todo, el trail, sigan creciendo. En el caso del trail, su presencia en el comercio especializado, tanto en outdoor como en running, crece día a día, y también la cobertura que tiene en las tiendas multideporte. Para muchas marcas y tiendas puede ser, en los próximos años, una de las apuestas más rentables. Junto al trail, también habrá que seguir muy de cerca el desarrollo del urban outdoor. Es un subsegmento muy cercano a la moda y, por lo tanto, muy imprevisible, pero a priori su crecimiento debe seguir siendo bueno a corto plazo. En este complejo entorno, las marcas y, también, las tiendas, deben seguir trabajando para, sobre todo, ganarse a quienes aún no han entendido la importancia de la tecnicidad. La formación, en este sentido, será clave. Como también lo será, más allá de la necesidad de fomentar la práctica a nivel global, volcar esfuerzos en captar nuevos targets, sobre todo la tercera edad y la mujer, dos grupos cada vez más atraídos por estas modalidades y con un poder de compra a tener muy en cuenta. En cuanto al comercio, las cosas parecen bastante claras. La red de tiendas especializadas consolidará su fuerza. Quizás no habrá un proliferación de tiendas tan acentuada como la que se ha dado en los últimos años, pero las que hay, ganarán cuota. A la vez, el outdoor ganará protagonismo en el comercio multideporte que sepa gestionar bien este universo (que no es fácil) y, sobre todo, que entienda cuál puede ser su público objetivo. El practicante habitual ya está controlado por el comercio especialista; el multideporte debe apostar por otros targets- Y por suerte, el outdoor es un universo muy extenso y con un perfil de consumidor (consumidores no deportistas o practicantes ocasionales), muy importante en volumen, y que puede ser un cliente potencial de estas tiendas. Eso sí, aunque exista este traget potencial, estas tiendas multideporte tienen que segmentar su oferta y especializarse, ofreciendo una oferta amplia y bien gestionada que se adapte a las necesidades del cliente al que quieren dirigirse. Tienen que hacer las cosas muy bien –y con la ayuda de las marcas- si quieren evitar que este perfil se vaya hacia las especialistas o, como hasta ahora, a Decathlon. El outdoor, insistimos, ha acabado comprobando los efectos de la crisis pero, por suerte, ha sido un parón momentaneo. Estamos en el campo base esperando mejor tiempo para seguir el ascenso... Las marcas y, también, las tiendas, deben seguir trabajando para ganarse a quienes aún no han entendido la importancia de la tecnicidad. La formación, en este sentido, será clave. Como también lo será volcar esfuerzos en captar nuevos targets, sobre todo la tercera edad y la mujer.

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