TradeSport 190 - Julio-Agosto 2011

Lo hemos repetido hasta la saciedad. El outdoor es uno de los segmentos con mejor salud del sector y, también, pese a la crisis, uno de los que tiene mejores perspectivas de crecimiento a corto y medio plazo. Su buena evolución en los últimos años se ha dado tanto a nivel de practicantes como de ventas, y prácticamente todos los deportes que engloba este universo han experimentado un crecimiento destacable, especialmente los más “populares”, con trail running, senderismo y trekking ligero a la cabeza. La naturaleza ha tenido, sin duda, un gran protagonismo en esta evolución. Como también han sido determinantes los cambios socioeconómicos que se han dado en las grandes ciudades: la naturaleza se ha convertido en un reclamo para muchos consumidores –deportistas y no deportistas- que cansados de la ajetreada vida laboral y urbana se largan a la montaña a “desintoxicarse” en cuanto tienen tiempo libre. Muchos, seguramente, no se consideran practicantes de outdoor, pero a efectos prácticos, sí lo son, tanto por la práctica como, sobre todo, por el producto: muchos se visten de pies a cabeza con material específico y eso, para el sector, representa un volumen de ventas importante. Es más, es este target el que ha propiciado el fuerte crecimiento del OutDoor. Las modalidades más “técnicas” también han crecido, pero han sido el outdoor más “Light” y, sobre todo, el llamado outdoorwear, quienes han condicionado el buen comportamiento del segmento. La gente ha entendido que no hace falta escalar montañas de más de 3.000 metros para disfrutar de la naturaleza; y que para difrutar de la naturaleza se puede correr por caminos rurales, pasear por algún monte cercano a la ciudad o darse una vuelta en bici por cualquier ruta verde. Lo importante, al final, es hacer deporte…y hacerlo lejos de la ciudad. Naturaleza accesible Aunque estemos ante uno de los segmentos más técnicos del sector, y a pesar de que muchas de sus modalidades impliquen, no sólo una excelente preparación física sino, también, el uso de material muy técnico, lo que ha dinamizado este gran universo del outdoor ha sido, como hemos dicho antes, el boom que han experimentado modalidades como el trekking, el senderismo, las travesías o el walking. ¿Por qué? Pues más allá de que, como hemos dicho, la naturaleza tiene, actualmente, un poder de atracción considerable, se trata de deportes muy accesibles, que están al alcance de todo el mundo y que no son excesivamente caros, sobre todo teniendo en cuenta la amplia oferta que hay en el mercado, tanto en textil, como en calzado. Son modalidades muy recreacionales, sin ningún afán competitivo, con una estrecha vinculación con todo el universo wellness y con un componente más social –y terapéutico- que no deportivo. Outdoor: ligero retroceso; potencial intacto La crisis ha afectado a todo los sectores. El deporte, como hemos insistido en varias ocasiones, no la ha sufrido con tanta contundencia como otros sectores, pero se ha dejado notar, sobre todo en este primer semestre de 2011. Cuando muchos ya creían vislumbrar algunos brotes verdes, la economía ha vuelto a pegar un bajón y esta vez ni los segmentos con mejor comportamiento de los últimos meses se han salvado. El outdoor, después de muchos años de crecimiento continuado, ha visto frenada su progresión. El consumo ha vuelto a dar un frenazo importante, el pesimismo se ha acrecentado entre consumidores y, sobre todo, entre el comercio, y los próximos meses no invitan precisamente al optimismo., Por suerte, como veremos, el potencial del outdoor, como el de muchos deportes técnicos que han ganado cuota en los últimos años, sigue intacto. ESPECIAL OUTDOOR TS 22

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