TradeSport 190 - Julio-Agosto 2011

TS 20 Se acerca otra de las ferias de referencia del sector del mercado deportivo. En este caso, se trata de Outdoor, la feria relacionada con los deportes practicados en la naturaleza, un segmento que ha experimentado un enorme impulso gracias al crecimiento sostenido del número de practicantes. En nuestro país, este movimiento ha sido muy notable, y los que practicamos alguno de estos deportes hemos notado el incremento de deportistas. Es habitual encontrar, en los últimos años, una larga fila de coches esperando acceder al aparcamiento de La Pedriza en Madrid los fines de semana. Y lo mismo sucede en Ordesa, en Gredos, en Sierra Nevada.... Tal ha sido el boom que muchos “puristas” ya hablan de masificación en la montaña. El crecimiento de la práctica deportiva relacionada con el Outdoor se puede ver reflejado en el gran incremento del número de licencias deportivas de estos deportes. A pesar de que la práctica de deportes relacionados con la naturaleza no implique la obligación de federarse -como ocurre en otras disciplinas deportivas-, el aumento ha sido significativo, como muestran los datos de la Federación Española de Montaña y Escalada, que ha visto crecer en una década un 125% su número de federados, (2000-2010), alcanzando la cifra de 140.000 deportistas, a los que se deben sumar otras licencias como las de Orientación, Espeleología…, también relacionadas con el Outdoor. Ante esta situación, cabe preguntarse qué recorrido tiene ante sí el Outdoor en nuestro país, y la respuesta, en mi opinión, es que tiene un margen de crecimiento notable. Sobre todo porque, a pesar de que contamos con un clima envidiable para la práctica de los mismos, nuestro país está muy lejos de alcanzar la penetración que el outdoor tiene en otros países centroeuropeos. Uno de los aspectos a tener en cuenta son las infraestructuras para la práctica del Outdoor. Mientras que el turismo “de interior” crece notablemente, muchas veces relacionado con la naturaleza y la práctica deportiva, hay que preguntarse en qué estado se encuentran las infraestructuras relacionadas con los deportes Outdoor y si éstas resultan acogedoras para un amplio espectro de practicantes. Mientras los países con mayor número de practicantes cuentan con infraestructuras muy buenas, las de nuestro país más bien desaniman. Además, tenemos un déficit importante de empresas especializadas en las propuestas de alternativas de ocio y práctica deportiva relacionadas con el Outdoor. En este ámbito hay que destacar el esfuerzo que el “Pirineo” está llevando a cabo para disponer de instalaciones adecuadas. Observemos, por ejemplo, el notable cambio que ha experimentado uno de los principales puntales de nuestro país, en cuanto a propuesta Outdoor: el camino de Santiago. Mejorando de manera importante la atención y los servicios que se ofrecen a quienes lo recorren se ha logrado un crecimiento exponencial del número de personas que lo llevan a cabo. Aunque es cierto que algunos colectivos de la “vieja guardia” y “puristas” entienden que estas instalaciones no son necesarias e, incluso, las consideran agresivas, creo que pueden ser compatibles perfectamente con otro tipo de instalaciones más sobrias y dirigidas a otro tipo de practicantes. Basta con mirar a los Alpes para comprobar que es perfectamente posible compaginar la actividad deportiva de diferentes colectivos con objetivos muy dispares, desde la actividad más técnica hasta la más ligera. Y, además, puede –y debe- hacerse con un gran respeto por la naturaleza, elemento esencial en la actividad Outdoor. Creo que nuestras administraciones deben reflexionar acerca de este concepto. Una vez consolidado el turismo rural, y habiéndolo relacionado con la práctica deportiva, debemos plantearnos qué tipo de servicios se quieren ofrecer a estas personas, y qué posibilidad de desarrollo sostenible y otras sinergias se pueden generar entre el entorno rural, el respeto por la naturaleza y los deportes Outdoor. En nuestro país permanecen “ocultas” multitud de rutas que durante siglos han sido utilizadas por nuestros antepasados para el comercio o la transhumancia, perdiéndose parajes, memoria y cultura. Las administraciones públicas, deberían ser un motor fundamental en la recuperación de estos atractivos, impulsando infraestructuras y servicios que favorecieran el acceso a ellas. Estoy convencido de que en los próximos años continuarán llegando nuevos practicantes, tanto en disciplinas tan atractivas como las carreras de montaña o los raids para los deportistas más exigentes, como en disciplinas con menor intensidad, como el hiking y el senderismo. Al sector “sólo” le queda ofrecer productos adecuados para cada una de las diferentes exigencias y para cada nivel de practicante. Por otro lado, como sector y parte interesada, deberíamos alimentar un debate en cuanto al futuro del Outdoor en nuestro país y, sobre todo, respecto al papel que deben jugar las administraciones en el mismo, circunstancia complicada debido a la atomización del sector. Aunque los últimos esfuerzos del BMC y en concreto su “Outdoor Week” hacen albergar esperanzas, es preciso un mayor nivel de inquietud y asociacionismo entre las tiendas… y entre éstas y las marcas. Para que el outdoor mantenga su potencial es preciso un mayor nivel de inquietud y asociacionismo entre las tiendas… y entre éstas y las marcas Outdoor: Nuevos Horizontes ARTÍCULO DEL MES Carlos Grande Secretario general de Andad

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