TradeSport 189 - Junio 2011

Aunque ahora parece que se empieza a recuperar, la moda ha sido una de las grandes damnificadas de la crisis. ¿Cómo ve la moda deportiva hoy por hoy? Es obvio que la crisis ha provocado, sobre todo en los dos últimos años, un cierre importante de tiendas. Era algo inevitable teniendo en cuenta la fuerte caída del consumo que se ha dado en estos meses. Es la selección natural. Unos cierran y otros sobreviven y se hacen fuertes. Aquellos que han logrado sortear la crisis lo han hecho dimensionando su negocio y llevando a cabo una buena selección de marcas y una buena oferta de producto. Ahora, sin grandes pretensiones, siguen adelante. Han sufrido, como todo el mundo, pero la criba ya está hecha y tienen mucho que ganar. El reto es mantenerse y reinventarse día a día para adaptarse a los cambios del mercado. Que los habrá. ¿Cómo está afrontando Le Coq Sportif estos años de crisis? La verdad es que a pesar de que la crisis nos ha hecho perder algunos clientes, el sell-out está funcionando muy bien y campaña tras campaña estamos creciendo. Estamos logrando muy buenos resultados con las reposiciones, sobre todo en esta última campaña de verano 2011, que ya tuvo una muy buena programación. En FW 11 mantuvimos las cifras pese a ser una de las campañas más duras de los últimos años y de cara a SS 12 confiamos en que podremos mantener el crecimiento. Nuestra estrategia de ser selectivos con la distribución da frutos a medio y largo término, y 5 años después de comenzar este proyecto, nuestro crecimiento empieza a ser sostenido y muy sólido, con unas cifras de ventas muy buenas. Un poco de historia. ¿Cuándo y por qué decidió LCS pasar de ser una marca atlética a convertirse en un referente de la moda deportiva? Esta apuesta por la llamada moda deportiva comenzó cuando el fondo de inversión suizo Airesis compró la marca en el año 2005. En la refundación de Le Coq Sportif la máxima fue hacer productos relacionados, no tanto con la moda deportiva como muchos la entienden, sino, más bien, con lo que los franceses llaman bien être (bienestar) y que, en definitiva, hace referencia al producto casual. La estrategia era vender producto inspirado en el deporte pero para uso casual, aprovechando las raíces de la marca y la legitimidad que nos daba haber sido un referente en el deporte de competición. Nuestros catálogos de hace 20, 30, 40 ó 50 años son un background increíble –e interminable- para crear nuevas colecciones y se quiso aprovechar este valor añadido. ¿Qué aporta Le Coq Sportif a un mundo tan competitivo y con tanta oferta como es el de la moda? Para nosotros es muy importante cuidar el canal. Estamos muy encima de las tiendas y les apoyamos en todo lo que podemos para potencial el sell-out. Si hay que cambiar un producto que no funciona en esa tienda, lo hacemos. Nos gusta estar encima del día a día del cliente y conocer que es lo que se mueve en sus tiendas para, así, diseñar un surtido que se adapte perfectamente a sus necesidades. No tenemos grandes medios para invertir, pero dentro de nuestras posibilidades volcamos muchos esfuerzos en el punto de venta para que en sus escaparates y personalizaciones la marca gane imagen y notoriedad. En cuanto al consumidor, nuestro gran valor añadido es la calidad. Fabricamos en Europa –Portugal y Turquía- y además abrimos el año pasado un Centro de Desarrollo Textil en Romilly, en Francia, donde se desarrollan todas las muestras y se marcan los estándares de calidad. El año que viene, además, ampliaremos este centro unos 2000 m2 para crear un site de producción de ediciones limitadas. Si a la más que contrastada calidad le añadimos un diseño moderno, un precio coherente y el french-touch, ya podemos hacernos una idea más o menos clara de lo que nos diferencia del resto de marcas. ¿Cuáles han sido las claves para que la marca consiguiera entrar en un mundo tan selecto como el de la moda, tradicionalmente muy reacio a todo lo que se asemejara a deporte? Lo primero es entender qué es la moda y qué tipo de mercado quiere cubrirse. Si lo que se „Marcas y tiendas tienen que aprender a dimensionar sus negocios‰ En 2005 el fondo de inversión suizo Airesis compró la marca francesa Le Coq Sportif. A pesar de su larga tradición en el mundo del deporte, los nuevos propietarios de la marca del gallo decidieron llevar a cabo un cambio de estrategia y apostaron por convertir a Le Coq Sportif en una marca de tendencia. En apenas 6 años los objetivos se han cumplido y se ha consolidado como una de las grandes referencias del llamado lifestyle. En Iberia, tercer mercado para la marca francesa, sigue ganando terreno año tras año a pesar de la compleja coyuntura que atravesamos. Lluís Pruñonosa, máximo responsable de Le Coq en nuestro país, tiene muy claro que la clave de este éxito –como la clave de cualquier negocio- ha sido “no pretender llegar más lejos de lo que se puede llegar”. “En la refundación de Le Coq Sportif la máxima fue hacer productos relacionados, no tanto con la moda deportiva como muchos la entienden, sino, más bien, con lo que los franceses llaman bien être (bienestar) y que, en definitiva, hace referencia al producto casual. La estrategia era vender producto inspirado en el deporte pero para uso casual” [Entrevista a Lluís Pruñonosa, Country Manager de Le Coq Sportif en Iberia] ts50

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