TradeSport 189 - Junio 2011

ts29 bemos hacernos fuertes. El baño atlético, monopolio del deporte Aunque como hemos dicho casi un 80% de las ventas de bañadores la monopoliza el canal moda, aquí lo que nos interesa es analizar lo que vende la tienda de deporte. Y si algo está claro, es que en los últimos años ambas categorías, el baño atlético y el baño moda, han cambiado mucho su posicionamiento en la tienda. Obviamente estamos ante dos categorías muy diferentes. Una, el baño moda, prima la tecnicidad; en la otra, en cambio, lo importante es el diseño. No quiere decir eso, ni mucho menos, que en la primera el diseño sea intrascendente y en la segunda importen poco los materiales, pero es obvio que cuando uno busca un bañador para nadar la funcionalidad es prioritario y que cuando lo que se compra es para lucirlo en la playa, el look –y también la marca- pesa más que otros aspectos. En cuanto a su protagonismo, en espacio, en la tienda, las cosas han cambiado ligeramente en los últimos dos años. Hace apenas una década la mayoría de ventas de baño se centraban en la natación. Con el boom del sportwear, donde el baño tiene un peso importante, muchas tiendas, sin arrinconar definitivamente lo atlético, sí dieron espacios privilegiados al baño moda, especialmente al de las marcas del mundo gliss y a las líneas que potenciaban las grandes multinacionales. Esta tendencia cambió un poco con la crisis. Uno de los grandes afectados de la contención del consumo fue la moda y casi todas las tiendas deportivas redujeron su oferta en esta categoría para centrarse, de nuevo, en lo atlético. Supongo que el hecho de que, además, muchas grandes del gliss hayan abierto sus propias tiendas tampoco ha “ayudado”. En cualquier caso, sea cual sea su decisión respecto al baño moda, el comercio deportivo tiene que defender, especialmente ahora, su poder en la venta de baño atlético. Es uno de los pocos cotos privados que nos quedan. La gran ventaja del deporte es que, además de monopolizar la venta de material técnico, puede, aunque sea poco a poco –y consciente de sus limitaciones- robarle algo de cuota a la moda. En baño y en muchas otras categorías. Debemos aprovechar que, pese a la crisis, hay un target cada vez más sólido que está dispuesto a sacrificar precio en pro de la marca y/o de la tecnicidad. Incluso en el baño moda… Y aquí es donde entran las marcas de deporte, tanto las que tienen mayor presencia en el mundo del sportwear como, especialmente, las vinculadas al mundo gliss. Es probable que muchos crean que a día de hoy aún es muy arriesgado volver a apostar por la moda, pero no nos engañemos, la moda es moda y tiene más vidas que un gato. Además, se perciben algunos síntomas de recuperación, y es probable que a corto plazo el sportwear recupere parte del terreno perdido con la crisis. El baño atlético vive un buen momento, y apostar por ello puede ser hasta rentable, pero nos guste o no, con lo que podemos crecer es con el baño moda, mucho más imprevisible e irregular, pero con más demanda. No podemos olvidar que la gran mayoría de consumidores cuando compra bañadores compra moda. Y quien quiera crecer no tiene más remedio que adaptarse a esta realidad. Las marcas de deporte, por suerte, lo están haciendo, y desde hace algún tiempo, empujadas por el auge del gliss y por la estética surfera-playera, están ganando protagonismo, posicionándose con fuerza en el llamado beachwear, un segmento que por lógica debería tener controlado pero que, como ha pasado en otros segmentos, ha acabado controlando el canal moda, sobre todo determinadas cadenas expertas en explotar el binomio diseño y precio, y en captar al gran target de este tipo de productos: la mujer. El baño competición sigue creciendo Aunque, como hemos dicho, el baño moda representa el gran grueso de ventas en el comercio deportivo, el baño competición es un segmento fuerte, estable, y con una identidad propia y muy definida. La competencia es muy fuerte, con un dominio bastante claro de dos grandes marcas especializadas, Speedo y Arena, y con varias enseñas nacionales, también especializadas (Efa, Turbo…), con una cuota de mercado importante y que, además, año tras año van arañando terreno. A esta lista hay que añadir, además, algunas marcas generalistas que están apostando por este deporte. La competencia es muy fuerte y ganar cuota pasa, irremediablemente, por la innovación y el desarrollo. Eso significa invertir, y no todas las marcas quieren o pueden hacerlo. El ejemplo más claro, Nike, que ha desistido de luchar en las gamas más técnicas, seguramente desanimada por la fuerza que tienen las especialistas. Una de las grandes ventajas de este segmento es su atemporalidad. Las ventas no están sujetas a los caprichos del tiempo sino que durante todo el año son bastante regulares. Habrá puntas, lógicamente, que coincidirán con el verano y con épocas donde el consumidor se propone hacer un poco de deporte –post-navidad, por ejemplo- pero en general es una categoría que se vende bien en todas las épocas. Seguramente ésta es la razón por la que muchas tiendas de deporte trabajan esta categoría. Ésta, y la exclusividad del canal: el canal moda puede vender los bikinis que quiera, pero quien El baño atlético vive un buen momento, y apostar por ello puede ser hasta rentable, pero nos guste o no, con lo que podemos crecer es con el baño moda, mucho más imprevisible e irregular, pero con más demanda. No podemos olvidar que la gran mayoría de consumidores cuando compra bañadores, compra moda. La gran ventaja del deporte es que, además de monopolizar la venta de material técnico, puede, aunque sea poco a poco –y consciente de sus limitaciones- robarle algo de cuota a la moda. En baño y en muchas otras categorías. Debemos aprovechar que, pese a la crisis, hay un target cada vez más sólido que está dispuesto a sacrificar precio en pro de la marca y/o de la tecnicidad. Incluso en el baño moda…

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx