TradeSport 188 - Mayo 2011

también, en ventas, y una de las modalidades a las que perece no haberle afectado, apenas, la difícil coyuntura económica que atravesamos desde mediados de 2008. De los motivos que han propiciado este crecimiento del pádel ya hemos hablado en varias ocasiones. Es un deporte divertido, relativamente fácil, asequible, y con un fuerte componente social. Además, a diferencia del tenis, ha logrado acabar fulminantemente con su imagen de deporte elitista. Los clubes sacrifican pistas de tenis para apostar por el pádel y no hay promoción inmobiliaria que, en caso de tener espacio, no esté apostando por el pádel en su zona de ocio. Además, a diferencia del tenis, el pádel no ha tenido, ni tiene, espacio en los medios de comunicación, con lo que el mérito es, todavía, mayor. Es complejo saber cuántos jugadores más o menos habituales hay actualmente porque, como el tenis -y otros muchos deportes-, las licencias federativas no son representativas, pero algunos estudios apuntan a que la cifra podría superar, ya, los dos millones, consolidándose como una de las modalidades más practicadas en nuestro país y, lógicamente, representa un potencial de ventas espectacular. O al menos lo suficientemente importante como para que a corto y medio plazo el fuerte crecimiento experimentado en la última década se mantenga. La Darwinización empieza a definir el mercado Como suele ocurrir cuando un deporte –o un producto- se pone de moda, el pádel ha tenido que hacer frente, en estos últimos años, ha una proliferación espectacular y excesiva de marcas. Y muchas, además, no vendían –o no venden- de una forma demasiado elegante. Más allá de esta evidencia, y de la demasiado habitual manía del sector de creer que todo el mundo puede distribuir lo que quiera, es obvio que el pádel ha sido uno de los fenómenos más importantes que, a nivel de ventas, se ha dado en el sector en estos últimos años. Su auge ha servido para reactivar –y transformar- el segmento de los deportes de raqueta, dando nuevas oportunidades a las marcas del mundo del tenis, y también ha representado una oportunidad única para el comercio, tanto especializado como, sobre todo, multideporte (con o sin oferta de tenis) para aprovecharse de las oportunidades que plantea una modalidad atlética que goza de una muy buena demanda. Con el tiempo, el pádel va poniendo cada cosa –y cada marca- en su sitio. El número de marcas que actualmente operan en nuestro país sigue siendo excesivo, pero poco a poco la selección natural da sus frutos y seguramente dentro de no mucho el mercado estará totalmente definido, con dos grandes grupos claramente diferenciados: por un lado las marcas que vienen del tenis y, por el otro, las especialistas. En el momento en que el pádel dio señales de su potencial, las grandes marcas del tenis, apostaron en firme por este deporte. Primero fue Dunlop, y rápidamente le siguieron otras como Wilson, Head, Babolat o Völkl. La mayoría se han posicionado bastante bien en este segmento, sobre todo aquellas que comenzaron antes (especialmente Dunlop), aunque es cierto que las especialistas les llevan cierta ventaja y, según algunos detallistas de peso, son las que acabarán controlando gran parte del mercado –si no lo hacen ya-. La apuesta de las grandes majors del tenis por el pádel responde, como hemos dicho antes, a una necesidad. La de aprovechar nuevas vías de negocio para equilibrar la inmovilidad el tenis. Su gran “baza” es su posicionamiento en el tenis y su imagen de marca, vital para generar un buen volumen de ventas, especialmente entre los jugadores que han pasado del tenis al pádel y que son, por definición, muy marquistas. Además, tienen un plus que ninguna de las especialistas tiene: su fuerza internacional. Que como veremos más adelante puede ser clave para su futuro y, sobre todo, para el futuro del pádel. Respecto a las especialistas, que lideran el mercado nacional, destacan especialmente marcas como Vision, Varlion, Padel Lobb, Akkeron, Star Vie, Royal Padel, Bullpadel o Vairo. Estas marcas, argentinas y españolas todas, han conseguido convertirse en las principales referencias del mundo del pádel gracias a su fuerte especialización, confirmando que, también en el pádel, los jugadores habituales prefieren apostar por las marcas especializadas. En cuanto al calzado, aunque todavía hay muchos jugadores que juegan con calzado tenis, cada vez hay más gente que utiliza calzado específico y las marcas, además, se han volcado en ello. Lo han hecho algunas generalistas, como adidas, la mayoría de marcas que tienen calzado tenis, como Head, Wilson, Dunlop, Asics o K-Swiss –éstas dos últimas líderes con diferencia-, y algunas especialistas de pádel, como Varlion, Bullpadel o Vision. A estas, además, hay que sumarle otras marcas más multiproducto que han decidido apostar fuerte por este deporte, como la española J’Hayber, que se está volcando sobremanera en este deporte… y con muy buenos resultados. Definir canales y la internacionalización, asignaturas pendientes El pádel tiene un potencial enorme pero para conservarlo y no alcanzar la madurez demasiado pronto tiene que solventar algunas problemáticas. La primera, la más obvia, es definir bien los canales de venta y erradicar, de una vez por todas, las estrategias poco éticas que desde sus orígenes han marcado este deporte, como la venta de maletero o la venta directa a clubes . Hace demasiados años que algunas marcas eligen canales de venta poco adecuados y si el pádel quiere consolidarse, uno de los pasos prioritarios es definir el canal de venta y acabar con este tipo de prácticas. En cuanto al comportamiento de este deporte en las tiendas del canal, la gran mayoría de las ventas las acaparan dos grandes cadenas, Decathlon y El Corte Inglés, que han apostado muy fuerte por este deporte desde que éste comenzó a crecer. Entre ambas cadenas controlan más del 35% del mercado de palas. Y aunque este dominio seguirá en los próximos años, lo lógico es que las especialistas –físicas y/u online- acrecienten su fuerza. Y no sólo porque cada vez habrá más (con una selección natural, también), sino, sobre todo, porque el deportista habitual se está acostumbrando ts32 El pádel va poniendo cada cosa –y cada marca- en su sitio. El número de marcas que actualmente operan en nuestro país sigue siendo excesivo, pero poco a poco la selección natural da sus frutos y seguramente dentro de no mucho el mercado estará totalmente definido, con dos grandes grupos claramente diferenciados: por un lado las marcas que vienen del tenis y, por el otro, las especialistas. El pádel tiene un potencial enorme pero para conservarlo y no alcanzar la madurez demasiado pronto tiene que solventar algunas problemáticas. La primera, la más obvia, es definir bien los canales de venta y erradicar las estrategias poco éticas que han marcado este deporte, como la venta de maletero o la venta directa a clubes .

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