Las tiendas que han sobrevivido a los últimos 5 años podrán seguir para adelante muchos más, pero si tuviéramos que hacer un pronóstico, apostaríamos todas nuestras fichas a que los cierres superarán las aperturas. Y nos tememos que con diferencia. La especialización es una apuesta necesaria pero, como todo, tiene límites y excepciones, y es probable que de ahora en adelante haya cada vez más comercios que, además de por el esquí, también apuesten fuerte por otras modalidades menos estacionales. des, sean cuales sean. El precio medio ha aumentado ligeramente, pero no tanto como para que el esquiador, sobre todo el habitual, lo anteponga a las prestaciones. Otro tema es si la alta calidad que tienen hoy los esquís hace que sea cada vez más complejo convencer al consumidor de que los cambie cada dos o tres temporadas. Por suerte, como sucede en otros segmentos muy técnicos, el consumidor es cada vez más exigente y quiere disponer de las últimas innovaciones. Eso sí, sus compras son mucho más reflexivas y le gusta probar el material –y las diferentes marcas- antes de tomar una decisión. Es un target con un poder de adquisición alto que prioriza aspectos como la tecnología, la marca, el diseño... antes que el precio (aunque últimamente también es un factor importante. Y si no, que se lo pregunten a las tiendas), pero eso no impide, como decimos, que a las tiendas ya no les sea tan fácil vender. Es el precio de la sobreoferta, de la larga lista de innovaciones, de las guerras de precio y, como no, de la crisis. TEXTIL Y COMPLEMENTOS: CUESTIÓN DE TIEMPO La venta de material duro depende mucho de cómo esté la nieve y es obvio que cuantas más pistas haya en condiciones, más posibilidades hay de que la campaña sea buena para marcas y tiendas. El caso del textil es un poco más complejo, porque si bien todo el mundo que compra esquís es para esquiar, no todo el mundo que compra textil esquí –sobre todo el más vinculado a la moda- lo hace para subir a las pistas. Las marcas han apostado muy fuerte por el componente moda a sabiendas de que con ello ganarían público potencial, aunque no fuesen esquiadores, y cuando ni nieva ni hace frío, como en este diciembre-enero, el sufrimiento es doble, porque ni venden para las pistas, ni venden para la calle. Además, la fuerza que han adquirido determinadas marcas de outdoor ha cambiado las reglas del juego y el reparto del pastel, y en esta última campaña de sell-in son pocas las marcas especializadas que no hayan visto reducidas las programaciones. De todas maneras, hay que tener claro, a nivel de oferta, que en lo que respecta al textil se pueden diferenciar tres grandes grupos: primeros precios, marcas de outdoor y/o esquí, y especialistas. Dentro del primer grupo destaca, para variar, Decathlon (con su marca Weedze), la gran marca de los principiantes y los niños, pero también otras marcas como Joluvi, Red& Fly, John Smith o, en un segundo escalón, Regatta o Dare2B, que a un precio muy asequible –y con mucho margen para el comercio- ofrecen prendas con una tecnicidad más que suficiente para ir a esquiar. En un plano más técnico, y con un nivel de precio bastante más alto, encontramos las grandes marcas globales del outdoor y el esquí, con Salomon como líder indiscutible del segmento outdoor y con un posicionamiento muy fuerte en el segmento del esquí. Comparten grupo con la marca francesa otros fabricantes de material duro como Rossignol, Volkl o Scott y, especialmente, todo el elenco de marcas vinculadas al outdoor, con prendas no específicas, pero que por su polivalencia y por su tecnicidad también se han convertido en prendas muy utilizadas por los esquiadores y los snowboarders: The North Face, Eider, Millet, Salewa, Columbia, Nike –con su innovadora línea 6.0-, o las españolas Grifone, Trango y Ternua. En este grupo también podríamos situar –con matices- a las marcas del universo gliss. Marcas como Billabong, Rip Curl, Quiksilver, Protest u Oakley, con un precio medio similar, con una tecnicidad buena, y con una corte de seguidores muy importante, sobre todo entre los amantes del snowboard. En un escalón superior, más por especialización que por precio –que también- encontramos las marcas especialistas en textil esquí. Son marcas de gama alta con un volumen de ventas muy importante tanto aquí en España como, sobre todo, en centroeuropa. En este grupo estarían marcas como Phoenix –la marca más en forma hoy por hoy- Spider, Kjus, Descente, Shöffel, Vist, Killy o la española Tsunami. En cuanto a los complementos, entre los que destacan guantes, máscaras o mochilas, su comportamiento no está tan ligado a la moda, pero sí a la práctica, así que sus resultados suelen ser muy parecidos a los del material duro. Todos han ganado mucho peso en las colecciones de las grandes marcas –ser global es, casi, una obligación- y han “construido” subsegmentos muy fuertes. Algunos, como los cascos, han logrado crecimientos muy buenos, algo relativamente lógico viniendo de donde venían. Otros, como las máscaras, los guantes o las mochilas, siguen una estabilidad muy definida, con un volumen de ventas importante y con algunas marcas nacionales, como Matt, ganando terreno año tras año. QUE NIEVE, QUE NIEVE... Cuando un segmento depende tanto de factores externos lo único que se puede hacer es rezar para que el año sea lo más blanco posible. Marcas y tiendas dependen de ello. Y no estaría de más, también, poner alguna vela para que la crisis pase, las estaciones recapaciten con los precios y las tiendas se dejen de guerras de precios y vayan todas, junto con las marcas, hacia la misma dirección. Sin puñaladas de ningún tipo por la espalda. Las tiendas que han sobrevivido a los últimos 5 años podrán seguir para adelante muchos más, pero si tuviéramos que hacer un pronóstico, apostaríamos todas nuestras fichas a que los cierres superarán las aperturas. Y nos tememos que con diferencia. La especialización es una apuesta necesaria pero, como todo, tiene límites y excepciones, y es probable que de ahora en adelante haya cada vez más comercios que, además de por el esquí, también apuesten fuerte por otras modalidades menos estacionales. No es fácil porque no se pueden mezclar el agua y el aceite, pero el esquí tiene que ir hacia esta fórmula de especialización múltiple. Y así está pasando desde hace algunos años. ts59
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