TradeSport 186 - Marzo 2011

marca, sin almacenes, sin riesgo y, muchas veces, sin necesidad de tener que costear el traslado, que lo hace directamente el proveedor). Aún así, para las tiendas físicas, sigue siendo, insistimos, una buena oportunidad: la demanda es buena, las ventas no son estacionales y generalmente el stock lo controla y asume el proveedor. PULSÓMETROS Y ELECTROESTIMULADORES, EN AUGE Son dos categorías muy distintas, es obvio, pero si dentro del mundo del fitness, y más allá de los aparatos de gimnasia, hay dos subsegmentos que están ganando cuota a pasos agigantados, ésos son los electroestimuladores y, sobre todo, los pulsómetros. La primera de ellas, la de los electroestimuladores, engloba básicamente a todos aquellos aparatos de gimnasia pasiva que, a través de la corriente eléctrica, provocan una contracción muscular para prevenir, entrenar o tratar los músculos, buscando una finalidad terapéutica o una mejora del rendimiento. No hay mucho más que explicar. Lo importante, en cualquier caso, es tener en cuenta que este tipo de aparatos no hacen milagros y que no son aparatos pensados para ayudar a adelgazar o para muscular espectacularmente el cuerpo; son, sobre todo, un complemento perfecto al ejercicio tradicional (ayudan a incrementar la fuerza, la fuerza explosiva, la fuerza-resistencia, y la resistencia aeróbica) e, incluso, a una dieta. Esta técnica empleada para trabajar la musculatura ha gozado de una implantación importante en los últimos tiempos gracias al trabajo de marcas como Compex –líder del segmento- y a la comercialización de las diversas gamas en gimnasios, comercios especializados en deporte o tiendas especializadas en Internet. Su potencial es, todavía, muy importante, y sin duda representa una buena oportunidad para el comercio deportivo, tanto multideporte como especialista. Eso sí, por el tipo de aparato que es, requiere un conocimiento exhaustivo por parte del vendedor. En cuanto a los pulsómetros, más de lo mismo. Su crecimiento en los últimos 5 ó 6 años ha sido espectacular y su uso se ha extendido considerablemente tanto en los profesionales –muy acostumbrados a trabajar con este tipo de aparatos de análisis- como, también, entre los practicantes amateurs, cada vez más preocupados de llevar a cabo un control exhaustivo de su ejercicio. Puede que en el fitness la fuerza de este tipo de artículos no sea tan fuerte como la que ha logrado en modalidades como el running o el bike, pero con los antecedentes que hay, su crecimiento en los gimnasios sólo puede catalogarse de espectacular, especialmente en cintas y bicis de spinning. El éxito de este tipo de aparatos se debe, en gran parte, al esfuerzo que han llevado a cabo marcas como Suunto, Sigma y, sobre todo, Polar, líder indiscutible en segmentos como el fitness, el running o el ciclismo. Decathlon, como no, ha aprovechado el boom y está obteniendo muy buenas cifras de ventas, algo que lejos de representar un handicap, puede ser vital para el crecimiento de las marcas especializadas. Entre todos han conseguido popularizar su uso y convertirlos en un artículo imprescindible para los deportistas más exigentes y para todos aquellos que han entendido que es importante controlar el entrenamiento con precisión. Su demanda, además, ha animado a muchas tiendas a apostar por esta categoría, una de las más rentables que actualmente hay en el sector: buen margen, poco espacio y una alta rotación. EXPLOTAR EL WELLNESS A corto y medio plazo no parece que las cosas cambien muchos en el mundo del fitness. Las ventas seguirán muy estables y la cifra de practicantes seguirá creciendo, aunque seguramente lo hará a un ritmo mucho más lento, sobre todo si deportes como el running o el bike siguen ganando protagonismo. ¿La crisis? Si algo ha quedado claro es que el varapalo económico ha sido un buen aliado para el deporte y, en especial, para el mundo del fitness-wellness. En un contexto tan “agobiante” el deporte se ha convertido en la mejor válvula de escape para estar en forma tanto a nivel físico como mental. Estamos sumidos en una sociedad que enaltece la imagen y en la que el bienestar cada vez tiene más importancia, así que no parece extraño que todas las modalidades vinculadas directa o indirectamente al wellness –estén o no relacionadas directamente con el deporte- sigan experimentado un comportamiento positivo. Son modalidades que generalmente son fáciles de practicar, que están al alcance de todo el mundo y, sobre todo, que no están sujetos a horarios, especialmente desde que los gimnasios han entendido que la vida no acaba a las ocho de la tarde sino que es precisamente después de esta hora cuando la gente puede empezar a disfrutar de su tiempo libre. En cuanto al comercio, creo que hace tiempo que ha quedado claro que el fitness más tradicional no es un segmento con gran potencial. Si lo son, en cambio, algunas de las muchas modalidades que tienen cabida en el wellness. No en vano, más allá de los problemas que pueda arrastrar el fitness, parece obvio que oportunidades para trabajar el segmento las hay y que, además, pueden ser muy rentables para aquellos que las aprovechen (sobre todo para quienes lo hagan primero). El deporte está volviendo a recuperar su fuerza y la salud también gana protagonismo. Poco importa si la gente ve en el fitness una u otra cosa, lo importante es que logremos, entre todos, que las ventas se ajusten a los practicantes. Si no lo logramos, seguiremos viendo, como hasta ahora, que los principales proveedores de textil y calzado de quienes van al gimnasio son las cadenas de moda. Hemos dejado escapar muchas oportunidades, y a estas alturas, sería lamentable que no fuese el deporte quien explotara mejor el mundo del wellness. Las marcas lo saben perfectamente… ahora sólo hace falta que las tiendas sigan su ritmo. En subsegmentos como el del home fitness o el de los pulsómetros Decathlon, como no, ha aprovechado el boom y está obteniendo muy buenas cifras de ventas. Esta realidad, lejos de representar un handicap, puede ser vital, a medio y largo plazo, para el crecimiento de las marcas especializadas. ts32 El fitness tradicional no es un segmento con gran potencial. Si lo son, en cambio, algunas de las muchas modalidades que tienen cabida en el wellness. Oportunidades las hay y, además, pueden ser muy rentables para aquellos que las aprovechen (sobre todo para quienes lo hagan primero). El deporte está volviendo a recuperar su fuerza y la salud también gana protagonismo, de manera que el wellness tiene mucho que decir a corto y medio plazo.

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