TradeSport 185 - Febrero 2011

preferencias, generalmente, se dirigen hacia la moda, sobre todo en textil, aunque hay determinados segmentos (sobre todo gliss y/o skate) y determinadas marcas deportivas, que han sabido despertar el interés de este target, uno de los más importantes, por volumen y gasto, que tiene actualmente el sector. Pero como hemos dicho, ése es un tema que dejamos para otros artículos. Algunas marcas mantienen su apuesta Viendo la oferta que hay en nuestro sector destinada a los más pequeños creo que es obvio que el pesimismo que puede rezumar este artículo también lo comparten algunas marcas deportivas. No en vano, en los últimos años, y no precisamente por la crisis, la fuerte apuesta que habían llevado a cabo muchas marcas por este target ha perdido fuerza. Estoy convencido de que a día de hoy el potencial de la mujer es infinitamente mayor que el del niño y es probable que, como un servidor, muchas marcas se hayan resignado ante el poder de Inditex, Decathlon y compañía. El niño es un target complejo que requiere mucho esfuerzo, mucho trabajo y, sobre todo, tiempo y dinero. Y a estas alturas son pocas las marcas que pueden permitirse centrar parte de sus estrategias en un target como el niño. La mayoría de las marcas que siguen reforzando sus colecciones infantiles lo hacen, sobre todo, en el plano más atlético, seguramente el único donde, a pesar de la fuerza de Decathlon, se puede ganar cuota en este target: la cadena gala controla el primer precio, pero no las gamas medias y altas (controladas por las especialistas), que poco a poco van ganando peso también en niño. Así, no es extraño que prácticamente todas las grandes de segmentos como el esquí, el outdoor o los deportes de equipo –donde el niño es protagonista absoluto- sigan confiando a ciegas en esta categoría. Parece lógico que si los padres son cada vez más exigentes con lo que compran para ellos también lo sean con lo que compran para sus hijos. Y puesto que cada vez hay más consumidores conscientes de que para hacer deporte es fundamental utilizar material deportivo adecuado, no parece extraño que estas marcas vean en el niño una oportunidad para crecer. La batalla se complica, lógicamente, en el llamado sportwear o en el material atlético que se utiliza para ir al cole. Convencer a los padres de que para comprar un chándal o la ropa del día a día es mejor hacerlo en una tienda de deportes (aunque sea primeros precios, que los hay) que en una cadena de moda o en Decathlon es, para que engañarse, imposible. Quizás hace una década podíamos ser más optimistas, sobre todo cuando las marcas empezaron a reforzar sus colecciones de niño, pero a estas alturas es mejor ser realista y asumir que las marcas deportivas que pueden ganar terreno en la moda infantil son muy pocas. Además, las que lo consiguen lo hacen, normalmente, en el canal moda. Al fin y al cabo, lo que le falla al sector no es la oferta… es la demanda. Un target cada vez más sedentario Más allá de que el sector esté desaprovechando las oportunidades que representa el Niño –oportunidades que, seguramente, ya hemos dejado escapar) uno de los datos más preocupantes es que este target es cada vez más sedentario. Las cifras de práctica deportiva han crecido, es cierto, pero lo han hecho en otras franjas de edad. En niño, sigue la caída en picado de los índices y España no sólo lidera los rankings de países con menos niños haciendo deporte sino que además, y eso es lo más grave, está entre los tres países con mayor índice de obesidad infantil. Los niños ya no juegan a fútbol o baloncesto en horario extraescolar –en el cole no tienen más remedio-; ahora juegan a la Play, miran la tele o, incluso, chatean. Y obviamente, con los índices a la baja, la venta de material deportivo también retrocede. Por eso es lo de menos porque al fin y al cabo el sector “sólo” pierde ventas. Lo realmente preocupante son los problemas que ello genera a nivel de salud. Messi, Nadal, Gasol y compañía han ayudado mucho al deporte español. A nivel competitivo y, también, en un plano muy popular. El problema es que muchos padres sólo están dispuestos a sacrificarse por sus hijos si éstos pueden llegar a ser un deportistas de elite. O mejor dicho, deportistas que ganen mucho dinero. Muchos padres no han entendido que el deporte no es una actividad para aprender a competir ni para crear deportistas de elite; es una práctica que incide directamente en la personalidad de los más pequeños y que fomenta valores que van mucho más allá del simple hecho de ganar. Los niños hacen menos deporte porque juegan con la consola, ven la tele y están metidos de lleno en el mundo de Internet. Pero también porque muchos de esos padres que sólo quieren hijos campeones no ponen impedimentos a que sus hijos dejen de hacer deporte cuando se dan cuenta de que no van a llegar a lo más alto. Messi, Nadal, Gasol y compañía han ayudado mucho al deporte español. A nivel competitivo y, también, en un plano muy popular. El problema es que muchos padres sólo están dispuestos a sacrificarse por sus hijos si éstos pueden llegar a ser un deportista de elite. O mejor dicho, deportistas que ganen mucho dinero. ts34 La mayoría de las marcas que siguen reforzando sus colecciones infantiles lo hacen, sobre todo, en el plano más atlético, seguramente el único donde, a pesar de la fuerza de Decathlon, se puede ganar cuota en este target. No es extraño, en este sentido, que prácticamente todas las grandes de segmentos como el esquí, el outdoor o los deportes de equipo –donde el niño es protagonista absolutosigan confiando a ciegas en esta categoría.

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