opinión Raul Bernat (raul@tradesport.com) editorial DIRECTOR Jaume Ferrer (jferrer@tradesport.com) En tradesport empezamos el año con grandes dosis de ilusión. Por fin parece que los principales actores del mercado deportivo están saliendo de su largo letargo y empiezan a moverse hacia fuera, a mirar al sector, al entorno, y a preocuparse por lo que pasa más allá de su casa. ¿Qué tiempo hace? ¿Cuándo acabará la tormenta de granizo? ¿Cómo están mis vecinos? ¿Qué podemos hacer juntos para arreglar la calle? ¿Qué podemos compartir?... El detonante de este cambio ha sido, seguramente, esta inesperada y durísima crisis que a los españoles nos está asustando tanto. El miedo nos ha embargado en todos los ámbitos y, como por arte de magia, hemos pasado de un extremo al otro; del todo vale al miedo más absoluto, la verdad es que nadie mejor que los españoles, aplica la ley del péndulo. 2010 ha sido el mejor año del deporte español, tanto a nivel profesional, como, también, a nivel amateur, con un fuerte repunte de la práctica deportiva. Los éxitos logrados por nuestros deportistas, así como el trabajo que han llevado a cabo las marcas para comunicar estos logros, han sido claves para motivar a los españoles y animarles a hacer deporte. A superarse como lo han hecho nuestros ídolos. Y eso, para el sector, ha sido clave, especialmente para superar un año tan complejo. Ahora, la marca líder, no sólo quiere ser el líder sino que, además, quiere hacer de líder. Así se expresaba el nuevo Director General de Nike para España y Portugal en una reunión informal con la prensa profesional del sector. Marcos Garzo afirmaba que había que aprovechar los éxitos deportivos para dinamizar la práctica y la cultura deportiva y, con ello, el beneficio económico y sectorial. Desde tradesport queremos apoyar esta y cualquier iniciativa que pongan en marcha los proveedores. O las tiendas. O las instituciones. Lo importante no es quién lidera esta lucha, sino sumarnos a ella si eso beneficia al sector. Es importante que entre todos dejemos muy claro que ahora es el momento de sumar fuerzas; de mirar hacia delante y luchar, juntos, para que el deporte siga creciendo como lo ha hecho este año. Nike ha dado un paso importante y se ha comprometido a abanderar esta lucha. Nosotros, como verán en la doble página central de este número, hacemos eco de ella, pero tenemos muy claro que para que la marca americana logre sus objetivos tiene que contar con el apoyo de cuantas más marcas mejor. Como dejamos claro en esa doble página, es el momento de dejarnos de miedos. 2010 ha sido el año dorado del deporte español. Y pese al complejo contexto, también ha sido un buen año para el sector (el mercado ha vuelto a crecer). Ahora el reto es mantenernos firmes y volver a recuperar el lugar que nos pertenece; conseguir que el deporte vuelva a marcar tendencia. Y para conseguirlo hace falta esfuerzo, trabajo, iniciativa, voluntad y, también, espíritu de grupo. Hay que impulsar iniciativas individuales y, sobre todo, de grupo, para avanzar hacia una misma dirección. La responsabilidad de hacer crecer nuestro mercado, y de profesionalizarlo, es de todos y esperemos que los líderes del sector y, también, las instituciones, sean proactivos, tomen iniciativas, ejerzan su liderazgo y sumen esfuerzos para aprovechar el tirón de una España que no cesa de ganar títulos... y de practicar más deporte. Ahora es el momento de brillar. Brilla; ilumina al sector No sé muy bien cómo evolucionará este 2011 y si, como señalan algunos, será el año de la recuperación. El hecho de que haya opiniones para todos los gustos no es demasiado alentador, y por ahora parece que entre los grandes gurús de la economía hay tantos optimistas como pesimistas. Unos dicen que ya se ve la luz al final del túnel y que a partir del segundo semestre los brotes verdes serán una realidad; otros, sin embargo, hablan de una crisis que se alargará 3 ó 4 años más y advierten, con cierto temor, que la luz que se ve al final del túnel puede ser un tren que viene hacia nosotros a toda velocidad. Pase lo que pase en este año, uno de los aspectos que seguramente se van a ver más reforzados en los próximos meses será la especialización, una estrategia de negocio que se ha demostrado como imprescindible para poder sobrevivir en un mercado tan competitivo. Desde hace aproximadamente media década y, sobre todo, desde hace dos años –que haya coincidido con la crisis no es una casualidad- la red de tiendas especialistas se ha multiplicado exponencialmente. Y en todos –o casi todos los sectores-. La mayoría de estas tiendas, sea cual sea su oferta, tienen un denominador común: quienes están al frente de estos nuevos proyectos son apasionados del deporte en el que han decidido especializarse. Son, también, buenos gestores, pero sobre todo es gente que siente pasión por ese deporte… y que conoce muy bien lo que quiere vender y cómo quieren venderlo. Este cambio de perfil del empresariado en las tiendas deportivas también ha comportado un cambio bastante radical en cuanto a la oferta, con un importante reequilibrio de poderes. La especialización a nivel de marcas ha conllevado que haya una oferta mucho más amplia donde elegir. Y las tiendas saben perfectamente que para sobrevivir tienen que diferenciarse y apostar por marcas que no tenga todo el mundo. La especialización les da un poder para elegir que no tiene –ni tendrá nuncael comercio multideporte, excesivamente dependiente de dos o tres marcas. La especialización ha puesto fin a la época en la que las grandes marcas tenían la sartén por el mango. Es cierto, para ser justos, que con la crisis muchos se han aferrado a ellas porque son –o muchos creen que son- un valor seguro, pero cuando las cosas se recuperen, las grandes multinacionales tendrán que esforzarse mucho para posicionarse con fuerza en esta emergente red de especialistas. De todas maneras, aunque estoy convencido de que cuantas más tiendas especialistas haya, menos poder tendrán las grandes, también sé perfectamente que estas multinacionales tienen capacidad más que suficiente para adaptarse a estos cambios y apostar, también, por la superespecialización. En algunos segmentos ya lo han hecho y, pese al empuje de las especialistas, siguen manteniendo su liderato. Esta batalla, que se acrecentará a medida que el comercio especializado vaya consolidándose, marcará el futuro del sector, tanto a nivel de marcas, como a nivel de tiendas. Los especialistas (marcas y tiendas, insisto) empujan, obligando a las grandes a apostar, también, por la especialización. Y esta lucha, lejos de representar un problema, será el motor que hará crecer el mercado. Cambio de poderes
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