TradeSport 184 - Enero 2011

ts33 les del sector. El excelente trabajo que han hecho, en producto y marketing, marcas como Mizuno, Asics, Saucony o New Balance, y la apuesta en firme de adidas y Nike por esta modalidad, son seguramente el mejor ejemplo de la importancia de este segmento en el cómputo global del sector. Este desarrollo, además, ha sido el que ha animado a muchas tiendas –multideporte y, especialmente de deportes al aire libre- a darle más espacio a esta modalidad. Y, lógicamente, también es uno de los motivos que ha convencido a muchos empresarios a apostar por una tienda especializada en running y en modalidades “afines” como el trail running o el triatlón. UN SEGMENTO MUY DIVIDIDO No se asusten. El segmento, afortunadamente, no tiene excesivos conflictos. Cuando hablamos de división, nos referimos a segmentación y, sobre todo, a tipologías de oferta. En este sentido, si hay algo que es fácil en el mundo del running es definir su público objetivo y diferenciarlo en tres grandes grupos: el corredor principiante, el ocasional, el habitual (entre ellos el profesional). Estos tres grupos –que, obviamente, podrían “subsegmentarse”- encajan perfectamente con cuatro tipologías de marcas: las de primer precio; las de gama media (su gran baza es la relación calidad-precio); las de gama media-alta y alta; y, en un último grupo, con presencia en los dos anteriores, las multinacionales (monopolizan las ventas del llamado running versátil -gama media- y también tienen presencia en los otros dos grandes grupos: en el primer precio como reclamo, y en el de las gamas altas, por imagen, por potencial, por fuerza y, sobre todo, por recursos). Comencemos por las marcas de primer precio, una categoría dominada aplastantemente por Decathlon, el único operador que, a estas alturas, puede vender calzado running a 9,90 euros y hacerlo, además, con la etiqueta de “primer precio técnico”. Su abrumante cuota de mercado en esta franja ha provocado que muchas marcas que antaño dominaban este primer precio o bien han desaparecido o bien se han visto obligadas a reconvertirse en marcas de gama media a un precio asequible (el segundo grupo del que hablábamos antes). El mejor ejemplo, seguramente, sea el de Joma, una marca que no hace muchos años lideraba los rankings de primer precio y que tras su fuerte apuesta por el running, con importantes inversiones en I+D y en esponsorizaciones, se ha afianzado como una de las grandes marcas de precio medio y, sobre todo, como una de las marcas con mejor relación tecnicidadprestaciones-precio. No es casualidad, en este sentido, que varios atletas de élite, entre ellos, Juan Carlos del Ossa, no hayan dudado en apostar por la marca toledana, que poco tiene que envidiar a las especialistas. Otro ejemplo de “reconversión”, lo tenemos en Kelme, que en los últimos años ha afianzado su fuerte apuesta por el running, sobre todo desde el lanzamiento de la Gravity MC, sin duda un punto de inflexión en las estrategias de la marca ilicitana, destinada a posicionarse como una de las grandes referencias del running técnico a precio asequible. Tampoco podemos olvidarnos del papel que juegan las multinacionales en esta categoría. Aunque se trata de modelos con precios muy superiores a los de Decathlon, dado el importante volumen de ventas que todavía supone esta franja, no es extraño ni que las generalistas apuesten fuerte por ella ni que muchos comercios las utilicen como reclamo para generar tráfico en la tienda. El tercer grupo está formado por las marcas especialistas. Es un grupo dominado por marcas como Asics, Mizuno, New Balance, Brooks o Saucony. Su peso en el segmento sigue a años luz del de las multinacionales, y sus ventas apenas representan un 25% del total pero entre los corredores habituales son las que tienen más demanda y es probable que más de un 75% de ellos apueste por este tipo de marcas. Su gran baza es la especialización, que las convierte en líderes en I+D y, también, en imagen de marca. Su precio medio, pese a contar con gamas medias, es el más alto del segmento, muy por encima de la media, y gran parte de su éxito hay que atribuirlo al hecho de que cada vez hay más corredores –habituales y ocasionales- que han entendido la importancia que tiene utilizar calzado específico, anteponiendo factores como la tecnicidad a otros como el precio. La guerra entre las especialistas es bastante intensa, sobre todo en lo que a desarrollo tecnológico respecta. Eso, obviamente, beneficia al consumidor, que pese a ver como poco a poco el precio medio aumenta ligeramente, también tiene a su alcance zapatillas cada vez más funcionales que se ajustan a sus necesidades y que le ayudan a optimizar su rendimiento. Para luchar contra las grandes, aunque sólo sea para robarles un poco de cuota –su crecimiento, de momento, está “respaldado” por el crecimiento de practicantes y no depende únicamente de lo que logren arañarle a Nike y a adidas- estas marcas están apostando por la tecnología y por el diseño y, en la medida de lo posible, intentando que sus estrategias de patrocinio y esponsorización sean lo más efectivas posible. Las carreras populares son, en este sentido, una de sus grandes apuestas, y el auge de competiciones y, sobre todo, de Lo hemos dicho en varios artículos a lo largo de los últimos años y, a estas alturas, nadie duda de ello: el futuro del deporte pasa por la especialización. Esta máxima, aplicable a tiendas y, también, a marcas, tiene uno de sus mejores paradigmas en el running, seguramente uno de los segmentos “pioneros” en dar este giro radical hacia la especialización.

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