sa por tener mentalidad productora y marca propia. Si eres un simple gestor de marcas, eres uno más en un mundo globalizado y ultracompetitivo. Una de nuestras principales motivaciones es hacer marca y hacer productos propios. Y la mejor prueba de ello, en estos últimos años, la tenemos en los revolucionarios Aqua Sock, en nuestras nuevas líneas de baño o en el lanzamiento de nuestra nueva marca Red&Fly. Una de las novedades más significativas de los últimos años, como acaba de decir, ha sido el Aqua Sock. ¿Cuál fue el proceso de creación de este producto? ¿Qué acogida está teniendo? En el año 2008 empezamos a investigar y vimos que los niños tenían muchos problemas en los pies cuando hacían natación y que en el mercado no había nada que los solucionase. Después de investigar durante alrededor de 8 meses, y tras registrar las patentes de modelo de utilidad, de diseño y europea, lo lanzamos al mercado, y la verdad es que, desde el primer momento, tuvo una gran aceptación y quedó demostrado que era un producto revolucionario. El problema, como siempre, es que cuando la gente se dio cuenta de que tenía mucho éxito, empezaron a multiplicarse las copias. De momento, tras nuestras demandas, ya se han retirado del mercado las copias de siete marcas españolas y tres extranjeras, dos de ellas chinas. Como se suele decir, aunque para una marca es un problema muy grave, que te copien es una señal inequívoca de que has hecho las cosas bien. Para diversificar su oferta, también se apostó por crear una nueva marca vinculada al gliss, Red&Fly ¿De dónde surgió la idea? En un momento dado tomamos la decisión de abrir nuevas vías de negocio y creímos que el universo gliss representaba una buena oportunidad para intentarlo. Estábamos encasillados en el mercado de deportes de equipo y baño, y sabíamos que si éramos capaces de crear una marca diferente, joven y que mantuviera los valores que siempre hemos defendido, podríamos obtener muy buenos resultados. No es una aventura fácil, pero poco a poco hemos ido creciendo y estamos muy satisfechos de cómo está funcionado la marca. Antes ha destacado el papel devastador de esta crisis. ¿Ve algunas similitudes con la sufrida, por ejemplo, en el año 92? Por aquel entonces cerraron muchas tiendas, sin embargo ahora, pese al miedo que se ha generado, son muy poco los que han desparecido… En los más de 40 años que llevo en el sector jamás había visto una crisis como la actual, y al menos he pasado tres o cuatro. La del 92, como bien dices, fue fuerte y sufrimos, pero mucho menos que ahora. Puede que sea cierto que ahora han cerrado pocas tiendas y que en esos años muchos grandes detallistas tuvieron que bajar la persiana para siempre, pero creo que fue una coincidencia y no una consecuencia. La mayoría de cierres de tiendas en esos años se dieron por causas particulares, no por la crisis. Además, esa crisis duró poco y nos recuperamos de una forma espectacular. ¿Cómo se imagina el futuro de EFA? A pesar del frenazo que hemos experimentado en estos dos últimos años, estoy convencido de que tenemos un gran futuro por delante. En estas tres décadas hemos hecho un gran trabajo, con una base muy sólida, y seguiremos siendo un referente en el sector. Soy consciente que tarde o temprano yo no estaré al frente de la empresa, pero en estos años hemos alcanzado la suficiente fuerza como para que la marca tenga recorrido con o sin mí al frente. El potencial sigue siendo muy bueno y quien se haga cargo de la marca puede estar convencido de que seguirá obteniendo con ella grandes satisfacciones. ¿Cómo valora el estado actual del segmento de las equipaciones? Pues si tengo que ser sincero, está en un estado bastante penoso, por ser suave. Se ha pervertido todo el negocio y el precio se ha convertido en el factor clave. A nadie parece importarle las tendencias, la calidad o el estilo. Han llegado al mercado unos intrusos, extranjeros y nacionales, que están vendiendo muy barato y parece que todo dependa del precio. Y por si fuera poco Decathlon juega con precios inferiores al coste. ¿Cómo ve el futuro de las marcas nacionales en un mundo tan globalizado? Tengo muy claro que tanto a medio como, sobre todo, a largo plazo, sólo sobrevivirán las marcas que lleven a cabo una constante renovación de su oferta y que apuesten por la innovación y el desarrollo. Da igual si son marcas nacionales o internacionales; si se siguen estos dos caminos tienen mucho que ganar, pero si no lo hacen, y apuestan por factores como el precio cómo valor diferencial, o prefieren ser simples gestores de marca, morirán, porque serán cómo los demás. Seguramente ahora, en un contexto como el actual, podrán sortear las cosas, pero cuando las cosas vuelvan a su cauce natural, empezarán a sufrir porque no hay nada que les diferencie de los demás. ts26 “A pesar del frenazo que hemos experimentado en estos dos últimos años, estoy convencido de que tenemos un gran futuro por delante. En estas tres décadas hemos hecho un gran trabajo, con una base muy sólida, y con o sin mí, la empresa seguirá siendo un referente en el sector”.
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