menos que se puedan vestir como si lo hiciesen. Poco a poco este concepto fue arraigando, se popularizó, y en estos últimos años ha evolucionado hacia el llamado urban (o city) outdoor: prendas con estética outdoor pensadas para el día a día, en las que prima la funcionalidad, una tecnicidad justa –haciendo más asequible el producto- y, sobre todo, la estética. Al final, lo que se persigue, es que el producto sea cómodo, versátil, atractivo y lo suficientemente técnico para el uso que se le quiere dar. ¿Es deporte o moda deportiva? Eso, seguramente, es secundario. Su potencial en ventas es tan importante que no hay marca del universo outdoor que no haya exprimido este concepto, más vinculado a la moda –urbana- que a lo estrictamente técnico. Muchas marcas, además, han rediseñado sus líneas más técnicas para que también puedan tener adeptos entre los que no practican deportes outdoor pero sí quieren vestir con este look. Nos sorprenderíamos si analizásemos qué porcentaje de las ventas de chaquetas técnicas de gama alta no se acaba utilizando para la montaña. Es el poder de la moda. Y que dure. Además, por sus características, es un tipo de colecciones que pueden tener cabida en otros canales y eso, para muchas marcas, es un argumento muy convincente para seguir explotándolo. Eso, y los buenos resultados que está teniendo en cuanto a ventas. Lógicamente un porcentaje muy alto de quienes compran una prenda o un par de zapatos de estas colecciones no lo hace para llevar a cabo actividades outdoor puras, pero eso, insistimos, forma parte del juego de nombres y etiquetas que hacen las marcas y los gurús del marketing. En cualquier caso, es obvio que es una oportunidad que ni marcas ni tiendas deben dejar pasar. Abre el abanico de público potencial, complementa la oferta y puede ser una buena oportunidad para que el consumidor entre en el mundo del outdoor más técnico. ¿El problema? Que poco o poco la moda se está metiendo en este terreno…y todos sabemos de lo que es capaz. España gana protagonismo en el segmento Es obvio que el consumidor tiene un papel clave en el auge o en el retroceso de una modalidad deportiva, sin embargo hay otros muchos factores que influyen en esta evolución y uno de ellos es, sin duda, el papel que jueguan las marcas vinculadas a estos deportes. En el caso del outdoor las marcas han tenido un papel muy activo y estamos convencidos de que el potencial de muchas de estas modalidades no sería tan bueno si las marcas no hubieran hecho una evolución tan fuerte, tanto a nivel tecnológico como estético. Por un lado, es evidente que las marcas más “veteranas” del segmento siempre han antepuesto la tecnicidad a cualquier otro factor. Cuando el outdoor era cosa de cuatro locos que se dedicaban a subir montañas pasando frío –y de eso no hace muchos años-, el gran caballo de batalla y el valor añadido de todas las marcas era la tecnicidad. La mayoría eran marcas ultratécnicas cuyo público objetivo era el alpinista. Entonces el walking, el trekking y otras modalidades más modernas no tenían el peso que tienen ahora. Lo de pasear por la montaña no estaba de moda y el outdoor era eminentemente un deporte extremo. A medida que las cosas cambiaban y el outdoor iba bajando de cota, las marcas creaban nuevas colecciones para adaptarse a este nuevo público objetivo que no buscaba grandes cimas sino, más bien, disfrutar del entorno en sus horas de ocio. Su ADN seguía siendo técnico, pero poco a poco su volumen de ventas se centraba más en este perfil menos técnico. A día de hoy, con el outdoor en la calle, lo técnico sigue siendo la esencia de estas grandes marcas, su tarjeta de presentación y su razón de ser, pero las ventas las focalizan, como hemos dicho, en los productos más versatiles. Hay un poderoso target que busca diseño y tecnicidad a buen precio, y si las marcas no hubieran respondido rápido, la oportunidad hubiera pasado de largo. En toda esta evolución hay un aspecto que debemos tener muy en cuenta y, sobre todo, del que debemos estar muy orgullosos. Parte del éxito del crecimiento del outdoor en España hay que atribuirlo al excelente comportamiento de las marcas nacionales, capaces de plantar cara en algunas modalidades a las grandes enseñas internacionales. En calzado, contamos con marcas líderes como Boreal, Bestard y, especialmente Chiruca, que compiten de tú a tú con marcas de prestigio internacional como Salomon –líder indiscutible del universo outdoor, Hi-Tec, Teva, Asolo, Tecnica, Meindl, Columbia, Ecco, The North Face; en textil, tres grandes marcas como Trangoworld, Ternua (que ahora también apuesta por el calzado) y Grifone (en un plano más Parte del éxito del crecimiento del outdoor en nuestro país hay que atribuirlo al excelente comportamiento de las marcas nacionales, capaces de plantar cara en algunas modalidades a las grandes enseñas internacionales. ts30
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