TradeSport 181 - Octubre 2010

da, pero quienes empezaron a apostar por un look más urbano, evolucionando sus líneas atléticas, fueron las marcas de deporte. Si repasamos un poco la historia, lo primero que debemos tener en cuenta es que antes de que las grandes marcas apostaran descaradamente por sus líneas más casual, en algunas épocas puntuales algunos modelos técnicos ya se popularizaron como calzado urbano. Hablamos de, por ejemplo, las Stan Smith de adidas, de algunas Reebok clásicas de fitness o de varias marcas españolas que, en su momento, llegaron a lo más alto en este tipo de calzado. Eran modas pasajeras que encumbraban algún modelo durante unos años y, de un día para otro, le daban la espalda. Poco a poco las marcas empezaron a apostar por líneas exclusivamente urbanas. No se pretendía poner de moda algún modelo atlético con un look menos agresivo; se apostaba por modelos diseñados exclusivamente para uso urbano y que podían, perfectamente, usarse como calzado del día a día. Y no se apuntaba sólo a los jóvenes, mucho menos atados la hora de vestir, sino que también se quería atraer a quienes ya habían superado la universidad y estaban inmersos en el mercado laboral. Para ser justos, si tenemos que hablar de alguna marca que diese el primer paso, tendríamos que hacer referencia a Puma y a sus Speed Cat. Inspirado en el mundo del motor –en auge en ese momento-, este modelo marcó un punto de inflexión en el universo del calzado deportivo. Fue como un pistoletazo de salida, no tanto para que las marcas comenzasen a explotar líneas menos técnicas –que ya lo hacíansino para que el consumidor fuera más receptivo a este calzado. A la marca alemana la siguieron primero las generalistas, que con mucho margen de maniobra, y muy interesadas en abrirse hueco en la moda, no tardaron en inundar las calles con sus modelos más urbanos. Las ventas de calzado atlético, además, se mantenían excesivamente estables –o bajaban- y eso les obligó a potenciar aquello que sí contaba con una buena demanda. La progresión fue bastante rápida. Con el buen trabajo de Puma y el empujón que dieron marcas como Converse o adidas, el calzado casual empezó a emerger en nuestro segmento y rápidamente se convirtió en la familia con más ventas del calzado. Las grandes cadenas de moda juvenil vieron el filón y de la noche al día lanzaron infinidad de colecciones de calzado con look deportivo. Y a precios muy competitivos. Era la muestra definitiva de que el casual se había impuesto. A partir de aquí, se empezó a construir la categoría. Las grandes marcas deportivas potenciaron sus divisiones sportwear –también en calzado-; muchas marcas especializadas en textil comenzaron a apostar por el calzado, e incluso las grandes marcas atléticas no dudaron en desarrollar líneas más pensadas para la calle que para la práctica, pero manteniendo un cierto nivel de tecnicidad (el outdoor es el mejor ejemplo de ellos). En cuanto a la moda, como siempre, atenta a las oportunidades. Emergieron una serie de marcas especializadas que por sus diseños podrían haber comenzado perfectamente en el canal deporte pero que, como suele suceder, ganaron imagen –y dinero- cuando decidieron hacerse fuertes en la moda. La lista es larga, desde Bikkembergs –una de las pioneras- hasta Cruyff pasando por Hagan o la catalana Munich, una marca de deporte que ha sabido entender las particularidades de cada uno de estos dos mundos, convirtiéndose, a día de hoy, en una de las grandes referencias del calzado fashion. Junto a estas marcas, muy vinculadas a la moda, están marcas tradicionales, líderes en el canal zapaterías, que han “casualizado” gran parte de sus colecciones, como Sebago, Clarks, Pielsa o, sobre todo, Camper, una de las marcas que, de la mano del diseño, más ha contribuido a la invasión del calzado casual/sport en las calles de nuestras ciudades. En cuanto a la moda más “cool”, ha hecho lo que hace siempre: aprovecharse de todo y poner su sello. Muchas, además, se han hecho fuertes en este mundo impulsando sinergias con las marcas deportivas. Ejemplos como el de Marc Jacobs con Vans, Yohji Yamamoto con adidas, Alexander McQueen, Yasuhiro Mihara o Neil Barrett con Puma, o John Varvatos con Converse, son una prueba –más- de que el calzado deportivo está vivo y que en él, la huella del deporte es muy tangible… y significativa. En el calzado casual, urbano, fashion con look deportivo o como quiera llamársele, cada uno ha hecho su camino y, a estas alturas, el reparto del pastel está muy definido: por un lado están las marcas que vienen del deporte, por otro lado las que vienen de la moda y, finalmente, las que pertenecen al mundo del calzado más “tradicional”. Las marcas deportivas tienen una muy buena presencia en las tiendas de deporte, en el canal zapaterías y, algunas, incluso en el mundo de la moda. Las marcas de la moda, en cambio, no tienen presencia en el canal… y no porque las tiendas no lo hayan pedido a gritos… En calzado, la moda más “cool” -y la más popular- ha hecho lo que hace siempre: aprovecharse de todo y poner su sello. Muchas grandes marcas de este mundo, además, se han hecho fuertes impulsando sinergias con las marcas deportivas. ts48 La moda deportiva ha experimentado un fuerte crecimiento en la última década y el calzado casual de muchas marcas ha ganado mucho protagonismo en las calles. De todas maneras, si repasamos un poco la historia, lo primero que debemos tener en cuenta es que, antes de que las grandes marcas apostaran descaradamente por sus líneas más casual, en algunas épocas puntuales algunos modelos técnicos ya se popularizaron como calzado urbano.

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