TradeSport 180 - Septiembre 2010

compra, cuando el “novato”, convertido en practicante habitual, busque un producto de más calidad… y de marca. De todas maneras, aunque Decathlon haya ayudado lo suyo, también hay que tener en cuenta que, por un lado, la cadena gala tiene bicis de precio medio bastante aceptables y que no sólo vende primeros precios; y, por el otro, que hay un porcentaje importante de clientes que no tienen ninguna intención de ir más allá y se conforman con una bici de 100 ó 200 euros. Otro factor que ha sido clave en este crecimiento ha sido la subsegmentación. Hace unos años había bicis de montaña y bicis de carretera. Ahora cada una de estas categorías tiene varias subcategorías y eso ha sido determinante para conseguir que cada usuario encontrase el tipo de bici que mejor se ajustaba a sus necesidades y gustos. Además, hay una amplio abanico de actividades para los practicantes de cada una de esta topologías, desde pedaladas o pruebas amateurs hasta parks para los amantes del freeride y pistas de descenso en estaciones de esquí. Esta subsegmentación se ha dado en el mountainbike, en la carretera y, también, en las bicis de paseo, donde actualmente hay una subsegmentación muy grande y una demanda potencial a tener muy en cuenta. Por último, pero no por ello menos importante, no podemos olvidar la importancia que ha tenido el crecimiento y consolidación de modalidades más agresivas como el freestyle o el descenso, claves para que el segmento atrajera a un target fundamental –jóvenes de 14 a 20 años que habían dejado de ir en bici superada la niñez- y que, por sus características y por su volumen, representan una oportunidad única para cualquier segmento del sector y que, hasta no hace mucho, apenas tenían peso en el mundo de la bicicleta. EL MULTIDEPORTE, POR OTROS CAMINOS Uno de los cambios más importantes que se han dado en el mundo del bike en los últimos años ha sido, como hemos dicho, la especialización. El comercio multideporte nunca ha apostado fuerte por este segmento, seguramente consciente de las muchas dificultades que conlleva. No es un mundo fácil y no todo el mundo tiene capacidad para poder trabajarlo. Además es un segmento con poco margen y al que hay que dedicarle muchos más esfuerzos y atenciones que otros: la especialización requiere un conocimiento profundo del producto (que es mucho más complejo que, por ejemplo, unas zapatillas de running o una chaqueta técnica de montaña). En productos muy técnicos –gamas altas- la tienda multideporte siempre está en desventaja y por ello ha acabado dejando de lado el bike. Además, hay que tener en cuenta dos factores más que han “desanimado” al comercio multideporte a la hora de apostar por este deporte: espacio y servicio. Para trabajar bien el bike es fundamental tener un espacio mínimo del que muchas tiendas tradicionales no disponen, de manera que es complejo que un comercio de estas características apueste por el bike. La complejidad técnica que suele tener un porcentaje muy alto de lo que hay en tienda, obliga no sólo a tener personal my bien formado sino, sobre todo, a tener una serie de servicios que no todo el mundo puede ofrecer, especialmente el taller o el servicio post-venta. La rentabilidad del bike se consigue, básicamente, con la especialización. Ahora bien ¿tiene o puede tener cabida este segmento en el comercio multideporte? A estas alturas, no sólo es muy complejo sino que, además, es desaconsejable. O se tiene espacio, pasión y conocimientos, o es mejor especializarse en otros segmentos como el running o el outdoor. Y quienes crean que hay subsegmentos como las bicis urbanas que sí pueden tener cabida, están equivocados. Tienen las mismas desventajas y obligaciones que cualquier bicicleta, empezando por el margen bajo y siguiendo con la complejidad técnica –y la consecuente necesidad de ser un servicio de reparaciones y mantenimiento-. UN CAMINO LLANO CON ALGUNAS CUESTAS A priori, salvo el frenazo que se ha dado por culpa del acrisis, uno podría pensar que nada puede empañar el buen funcionamiento del bike. Pero no es así. Como todos los deportes, tienen su puntos débiles. Puntos que, de no solventarse, pueden suponer un lastre para todo el segmento, tanto para marcas como para tiendas. El primero de ellos ya lo hemos mencionado varias veces: el margen. Un margen que es inferior a la media del sector deportivo -ya de por sí es bastante baja- que ha obligado a muchas tiendas a diversificar su oferta, apostando fuerte por el textil, el calzado y los complementos, para equilibrar el negocio. Cuanto más conozcas el El comercio multideporte nunca ha apostado fuerte por el bike, consciente de las muchas dificultades que conlleva. No es un mundo fácil y no todo el mundo tiene capacidad para trabajarlo. Es un segmento con poco margen y al hay que dedicarle muchos esfuerzos. ts64 Hay que tener muy en cuenta la importancia que para el bike ha tenido el crecimiento y consolidación de modalidades más agresivas como el freestyle o el descenso. Con ellas, el segmento a conseguido atraer (de nuevo) a un target fundamental –jóvenes de 14 a 20 años que habían dejado de ir en bici superada la niñez-. Un target que, por sus características, representa una oportunidad única para cualquier sector y que, hasta no hace mucho, apenas tenían peso en el mundo de la bicicleta.

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx