TradeSport 180 - Septiembre 2010

ts63 referente para los practicantes habituales. Las ventas se habían estabilizado en la segunda década de los 90. El segmento no avanzaba y eran muchos los que creían que la madurez estaba a la vuelta de la esquina y que los volúmenes que movía entonces el sector no cambiarían, al menos a mejor, ni a corto ni a medio plazo. Por suerte, muchos estaban equivocados, y desde principios de este siglo la cosa volvió a remontar. Los crecimientos no son los que se lograron entonces, pero el bike vuelve a tener fuerza, y aunque su presencia en el canal multideporte es nula -con excepción de algunas tiendas de gran formato-, la fuerza que han adquirido las tiendas especialistas es suficiente como para dar respuesta a la fuerte demanda que ha habido estos últimos años y que, presumiblemente, seguirá habiendo, tanto de MTB (en todas sus modalidades), como de bicis de carretera y triatlón –una modalidad en auge- y, sobre todo, urbanas. La pregunta que nos viene a la mente es ¿qué ha propiciado este cambio? En los 80 fue la llegada de algo nuevo, pero esta vez no ha llegado nada nuevo. Máximo, se evolucionaba constantemente lo que había, y eso, como hemos dicho, no era necesariamente un motivo para que las ventas se disparasen. Al contrario. ¿Qué ha sido entonces? Pues seguramente haya varias razones que justifiquen este revival del bike, desde la ya mencionada profesionalización de las tiendas hasta el auge de las bicis urbanas, pasando, lógicamente, por la nueva dimensión que ha adquirido el bienestar y el “estar en forma” en nuestra sociedad. El bike, en este sentido, se ha beneficiado de las mismas tendencias que el outdoor o el running: la gente quiere mantenerse en forma –por salud, por imagen…- e ir en bicicleta es una alternativa muy atractiva, sobre todo para quien no está acostumbrado a hacer deporte. Y si además pueden hacerse en plena naturaleza, mejor. Esta realidad explicaría, en parte, el auge de practicantes y ventas, sobre todo en nuevos targets que hasta ahora no eran prioritarios para el canal. Otro aspecto importante en el crecimiento del bike ha sido la especialización del comercio y la evolución que han hecho las grandes marcas. Una especialización –o segmentación- que también se ha dado a nivel de cliente. El biker habitual ha sabido valorar los avances tecnológicos de las marcas, así como la profesionalización y el abanico de servicios que ofrecen las tiendas. Es más exigente con la tecnicidad y menos reacio a pagar por ella. Este cambio de mentalidad ha sido clave para que las gamas medias y, sobre todo, altas, haya crecido como lo han hecho. Siguen representando un porcentaje mucho menos importante que el de los precios más asequibles –sobre todo si sumamos las ventas de Decathlon-, pero el prácticante habitual está cada vez más dispuesto a pagar calidad, prestaciones y tecnología. Hace 15 años nadie hubiera pensado que un ciclista no profesional comprara bicicletas de 4, 5 ó 6 mil euros; ahora la cuota que tienen estas gamas sorprendería a más de uno. Respecto a las bicis urbanas, basta con decir que superada la inevitable invasión de modelos de pésima calidad, este subsegmento ha sido clave para el crecimiento global del bike. Hay infinidad de tipologías, desde las bicis plegables hasta las llamadas singles (un plato; un piñón) y casi todas han crecido, sobre todo en aquellas zonas donde las instituciones locales o regionales están promoviendo su uso como transporte urbano. Y por suerte, aunque Madrid haya congelado su proyecto de bicis de alquiler, cada vez hay más ayuntamientos que apuestan por este sistema de transporte para mejorar la movilidad urbana. Y eso, estando las cosas como están, con las administraciones mirando cada euro que gastan –o así deberían hacer-, es muy significativo del protagonismo que tendrá la bici en los próximos años. Llegados a este punto, y aunque a mucho les pueda molestar, hay que hablar de Decathlon. Nos gustará más o menos la política de la cadena gala, pero lo que nadie puede negar es que ha tenido un papel clave en la dinamización de la bici. Lo ha hecho vendiendo bicicletas a 100 euros como churros y robando cuota a marcas y tiendas, pero eso no empaña que ha sido uno de los grandes promotores de este deporte. Y muchas tiendas especialistas deberían agradecerle el trabajo que ha hecho y sigue haciendo. Éstas tienen a su favor que no han entrado jamás en la guerra de precios y han sabido aprovechar muy bien la estela que deja la cadena gala, líder indiscutible entre los que se inician en la mayoría de deportes. La teoría de las grandes tiendas de bike, y que comparten la mayoría de comercios especializados, es que hay que dejar que Decathlon venda el material de iniciación y volcarse en la segunda Nos gustará más o menos la política de Decathlon, pero lo que nadie puede negar es que ha tenido un papel clave en la dinamización de la bici. Lo ha hecho vendiendo bicicletas a 100 euros, robando cuota a marcas y tiendas, pero eso no empaña que ha sido uno de los grandes promotores de este deporte. Y muchas tiendas especialistas deberían agradecerle el trabajo que ha hecho y sigue haciendo. Hay varias razones que justifican el revival del bike, desde la profesionalización de las tiendas hasta el auge de las bicis urbanas, pasando, lógicamente, por la nueva dimensión que ha adquirido el bienestar y el “estar en forma” en nuestra sociedad.

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