Un amigo acaba de compartir conmigo un post del blog del prestigioso Eduard Punset en el que afirma que la práctica deportiva produce una mejor salud mental. Punset explica que las pruebas efectuadas en distintos laboratorios están sugiriendo que la memoria y la capacidad cognitiva mejoran con ejercicios físicos y cuidado de la dieta, si bien aún se desconoce qué tipo de deporte es el más adecuado para mejorar el ánimo, la memoria o el grado de entendimiento, ni el tiempo que se debe dedicar a la práctica. Afirma, sin ningún tipo de dudas, la existencia de una correlación entre el ejercicio físico y ventajas neuroprotectoras frente a enfermedades como la depresión o el alzheimer, aunque no se conoce aún el mecanismo exacto para poder inhibir los efectos traumáticos o activar los curativos. En definitiva, la voz de la ciencia viene a corroborar algo que los practicantes de deporte conocemos por propia experiencia desde hace tiempo y que diversos experimentos en consultas médicas, que prescriben actividad física a sus pacientes, también han constatado: el deporte es muy eficaz para mejorar la salud física y mental de quienes lo practican; mejora el ánimo y la actitud para enfrentarse a los problemas de la vida cotidiana y nos proporciona una mejor predisposición a la felicidad. Este dato, en cualquier otro sector, sería un input trascendental para su desarrollo y penetración en la sociedad. Sin embargo, en nuestro sector, la mayor parte del impulso de la práctica deportiva viene dada por los éxitos deportivos, en especial por las victorias patrias, y no por la difusión del mensaje de hacer deporte como un goce de la vida. La coyuntura actual de nuestro deporte profesional es excepcional. Seguramente en ningún otro momento se hayan logrado mayores éxitos en diversos deportes, lo que sin duda estará impulsando la práctica de deportes como el tenis, el fútbol o el baloncesto. Sin embargo, todos podemos observar que es en aquellos deportes donde la persona disfruta y goza, no con la competición, sino con la práctica, donde mayor crecimiento de practicantes se ha dado en los últimos años. Deportes como el running, el ciclismo o varias modalidades vinculadas al outdoor. Y todos, excepto el ciclismo, alejado de grandes éxitos de deportistas españoles. La gran fuerza de estos deportes es que cuentan con un storytelling; un mensaje que se traslada de unas personas a otras y que funciona. Este discurso está centrado en la posibilidad de sentirse mejor y de disfrutar del medio ambiente que nos rodea de manera más significativa, y ha sido capaz de formatear las mentes de muchas personas que se han acercado a ellos gracias a ese mensaje y se han convertido, con ello, en un nuevo practicante de deporte. El papel de nuestro sector, de la distribución deportiva minorista, no ha de ser impulsar el profesionalismo o la gran competición, sino fomentar la práctica deportiva como forma de disfrutar la vida y de nuestro entorno o como medio para las relaciones sociales. El deporte en nuestro tiempo, en el siglo XXI, puede convertirse en una herramienta imprescindible para la salud y la juventud prolongada, así como para lograr un buen aspecto físico. Y esto tiene que ser un elemento fundamental del storytelling de nuestro sector. Los fabricantes ya han comenzado a explorar el campo de la salud trasladando al consumidor la idea de que por el mero hecho de llevar una vestimenta o calzado concreto va a mejorar su salud. Pero no siempre el mensaje es el adecuado. Un buen ejemplo lo tenemos en el fuerte impacto que unas pulseras han causado en las ventas de multitud de establecimientos. Pulseras que ofrecen entre sus propiedades mayor equilibrio y flexibilidad sólo con llevarlas puestas. Personalmente dudo que este boom beneficie a la práctica deportiva y tampoco sé muy bien si estas propiedades que aseguran este tipo de productos son realmente objetivas -tiene que ser la ciencia quien lo estime- pero al menos ha servido para incentivar el crecimiento de consumidores. Y se ha conseguido, en parte, apelando a la salud. En mi opinión, se están explotando demasiado las dietas milagro, tan exitosas en nuestro país, y otros métodos de alcanzar el bienestar físico o la figura deseada sin esfuerzo, como las operaciones de estética, donde nuestro país ocupa el primer lugar del ranking de Europa y el cuarto puesto a nivel mundial. Si nuestro sector contara con un storytelling potente que, además de abundar en el aspecto físico, se apoyara en la salud mental que apunta Punset, es probable que esa preocupación por su aspecto físico pudiera ser vehiculizada hacia la práctica deportiva. Es evidente que ese objetivo de penetración en la sociedad de la actividad deportiva no es sencillo y no surgirá por generación espontánea, a pesar de que desde las civilizaciones antiguas los grupos humanos disponen de deportes o juegos para el ocio y el bienestar. Estoy plenamente convencido de que es posible ganar practicantes deportivos si trasladamos un storytellingcertero con entusiasmo. Si nos hubiesen contado hace una década que l@s abuel@s iban a jugar a la consola no nos lo hubiésemos creído, y sin embargo hoy podemos observar que ellos también son un target importante de este sector. Está en nuestras manos. Mens Sana in Corpore Sano La coyuntura actual de nuestro deporte profesional es excepcional. Seguramente en ningún otro momento se hayan logrado mayores éxitos en diversos deportes. El papel de nuestro sector, de la distribución deportiva minorista, no ha de ser impulsar el profesionalismo o la gran competición, sino fomentar la práctica deportiva como forma de disfrutar la vida y de nuestro entorno o como medio para las relaciones sociales. CARLOS GRANDE Secretario general de andad [ o p i n i ó n ] La voz de la ciencia corrobora algo que los practicantes de deporte conocemos por propia experiencia desde hace tiempo: el deporte es muy eficaz para mejorar la salud física y mental de quienes lo practican ts24
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