TradeSport 179 - Julio-Agosto 2010

ts27 terapéutico- que no deportivo. Las marcas, lógicamente, no han sido ajenas a esta realidad y han adaptado sus colecciones a las necesidades de este emergente target, que seguramente sea el que a día de hoy tiene mayor peso. El perfil seguramente es muy diferente que el del target objetivo que estas marcas tenían hace 10 años, mucho más técnico, pero su potencial es lo suficientemente importante como para que las marcas cambien sus estrategias y se adapten a él. No en vano, es este perfil de consumidor más “popular” el que ha propiciado el crecimiento del segmento. Es cierto, como hemos dicho, que cada vez hay más deportistas que apuestan por modalidades más “arriesgadas”, como el hikking o el trekking de alta montaña –para las que hay que estar mejor preparado-, pero es gracias al outdoor más “accesible”, por llamarlo de alguna manera, que se ha logrado ganar terreno. Y además, son estas categorías las que mayor protagonismo están ganando en las tiendas. Las grandes han nacido y crecido con lo técnico, con lo extremo incluso, y han seguido apostando por esta tecnicidad máxima pero, a la vez, han desarrollado colecciones más “populares”. Menos técnicas, más asequibles en precio, pero en las que no renuncian a sus bazas tradicionales: tecnicidad y funcionalidad. Este cambio, que se ha dado en calzado y en textil, también ha servido para que el look outdoor ganara presencia en las calles de las grandes ciudades, incluso entre quienes ni han pisado ni pisarán una montaña. Y eso para el segmento y, sobre todo, para determinadas marcas, ha sido una vía de crecimiento importante. TECNICIDAD… Y MODA Una de las razones que ha sido determinante para que el outdoor experimentase el crecimiento que ha experimentado ha sido el protagonismo que ha ganado la tecnicidad en la mente del consumidor. Las marcas de este mundo siempre han sido muy técnicas –seguramente más en sus inicios- y la funcionalidad ha sido el gran argumento de venta durante muchos años. El practicante habitual siempre ha sido muy consciente de la importancia de utilizar el material adecuado, pero el gran cambio se ha dado cuando el practicante ocasional poco a poco se ha ido concienciando de la importancia de utilizar material técnico. De un tiempo a esta parte, y conscientes de que sus posibilidades de crecimiento pasaban, sobre todo, por este target más “popular”, las marcas han apostando fuerte por aunar tecnología y diseño para que el deportista no habitual no sea tan reacio a comprar –y pagar- material atlético. Y como en muchas otras disciplinas técnicas, uno de los grandes logros de estos últimos años ha sido haber conseguido que el consumidor no anteponga el precio a cualquier otro argumento de compra. Las marcas, conscientes de que el factor precio no es tan determinante como hace una década, están apostando muy fuerte por el I+D, y en la última década la evolución de los materiales utilizados para fabricar prendas y calzado outdoor ha sido espectacular, tanto por parte de las propias marcas, que no han dudado en crear sus propios tejidos, como por parte de los principales fabricantes de materiales técnicos. No hay que olvidar que, pese al auge del outdoor más popular, se trata de disciplinas atléticas en las que la tecnicidad es el gran caballo de batalla, tanto en textil, como en calzado. Como la mayoría de actividades que se llevan a cabo al aire libre, la práctica de deportes outdoor requiere el uso de un buen equipamiento para mantener un mínimo de seguridad y comodidad. Hasta no hace mucho había quien creía que sólo quienes pretendían subir ochomiles en pleno invierno debían ir bien equipados, pero la realidad es que cualquier deporte al aire libre, sea cual sea su nivel de exigencia -y sea cual sea la época del año-, requiere el uso de material técnico. Tanto si nos vamos dar un paseo alrededor de un pantano como si intentamos subir un 4.000. Pero más allá de lo técnico, y como hemos dejado entrever hace algunas líneas, también la moda ha tenido un papel muy importante en el crecimiento del outdoor. No en vano, un volumen muy importante de las ventas de muchas marcas, acaban teniendo un uso no técnico y se usan para el día a día. Así, no es ninguna tontería si afirmamos que la “urbanización” de las colecciones outdoor ha sido determinante para el crecimiento del segmento. Como en otros muchos segmentos atléticos, el factor moda en el outdoor ha emergido gracias a los Las grandes han nacido y crecido con lo técnico, con lo extremo incluso, y han seguido apostando por esta tecnicidad máxima pero, a la vez, han desarrollado colecciones más “populares”. Menos técnicas, más asequibles en precio, pero en las que no renuncian a sus bazas tradicionales: tecnicidad y funcionalidad. Este cambio, que se ha dado en calzado y en textil, también ha servido para que el look outdoor gane presencia en las calles de las grandes ciudades, incluso entre quienes ni han pisado ni pisarán una montaña

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