TradeSport 179 - Julio-Agosto 2010

ESPECIAL OUTDOOR REDACCIÓN,Barcelona tiempo estimado de lectura >>> 9 min. Lo hemos repetido una y mil veces en los últimos meses: el outdoor es, hoy en día, uno de los segmentos con mejor salud del sector y, también, con mejores perspectivas de crecimiento a corto y medio plazo. En primer lugar hay que dejar claro que el buen comportamiento de todas –o casi todas- las modalidades que engloban este basto universo se está dando, sobre todo, en practicantes. En los primeros años de esta década el crecimiento fue muy fuerte, también, en ventas, pero en estos dos últimos años, por la crisis y, también, porque era imposible mantener algunas modalidades han visto su crecimiento frenado. Siguen ganando terreno, pero no al ritmo de los últimos años. Sin duda alguna, una de las principales razones que ha llevado al segmento outdoor a convertirse en uno de los que mejor comportamiento ha tenido en la última década es el entorno en el que se practican las modalidades que engloba. Hace 15 ó 20 años nadie hubiera podido imaginar las cifras de practicantes que se alcanzarían dos décadas después. Y en ello han tenido mucho que ver los cambios socioeconómicos que se han dado en las grandes ciudades y las dimensiones que ha adquirido la palabra estrés: ahora la naturaleza se ha convertido en un reclamo para muchos consumidores –deportistas y no deportistas- que cansados de la ajetreada vida laboral y urbana en cuanto tienen tiempo libre se largan a la montaña a “desintoxicarse”. Muchos, seguramente, no se consideran practicantes de outdoor porque creen que no están haciendo deporte, pero a efectos prácticos, sí son “outdooristas”, tanto por práctica como, sobre todo, por producto: muchos de estos paseantes se visten de pies a cabeza con material específico y eso, para el sector, representa un volumen de ventas importante. La gente, seguramente, ha entendido que no hace falta escalar montañas de más de 3000 metros para disfrutar de la naturaleza; y que se puede correr por caminos rurales, pasear por algún monte cercano a la ciudad o darse una vuelta en bici por cualquier ruta verde. Lo importante, al final, es hacer deporte…y hacerlo lejos del asfalto. El outdoor es un universo que engloba a una larga lista de modalidades. Dentro de esta lista seguramente las que han crecido más o, en cualquier caso, las que su crecimiento ha tenido más repercusión para el sector, sean walking, trekking, senderismo, trail running y, a medio camino entre el outdoor técnico y el sportwear, el llamado travel. Son modalidades con un público muy diferente, a veces antagónico (algunos ni siquiera son deportistas), pero todas confluyen en un mismo punto: un cierto apego a la naturaleza… UNA POPULARIZACIÓN CLAVE Aunque estemos ante uno de los segmentos más técnicos del sector, y a pesar de que muchas de sus modalidades impliquen, no sólo una excelente preparación física sino, también, el uso de material muy técnico, lo que ha dinamizado este gran universo del outdoor ha sido su “popularización”. O lo que es lo mismo: el auge de practicantes de las modalidades más light. Modalidades como el trekking, el senderismo, las travesías o el walking, que son las que más han crecido, están al alcance de todo el mundo, y muchos son los que han visto en ellas una oportunidad única para estar en contacto con la naturaleza y, a la vez, hacer algo de ejercicio. Son las modalidades que, con permiso del trail-running, más han crecido en practicantes y en ventas (y han arrastrado, con ellas, a otras modalidades más “exigentes”, como el hiking o el senderismo más extremo, que también han ganado adeptos, sobre todo entre los que vienen practicando deportes outdoor desde hace años). Comencemos por modalidades como el trekking, el senderismo o el walking. Como hemos dicho su gran baza es que están al alcance de cualquiera, tanto a nivel de práctica, como de material. No son modalidades excesivamente caras, sobre todo teniendo en cuenta la amplia oferta que hay en el mercado, tanto en textil, como en calzado, y seguramente responden mejor que ninguna otra modalidad a las exigencias de quienes han empezado o llevan años practicándolos. Son modalidades muy recreacionales, sin ningún afán competitivo, con una estrecha vinculación con todo el universo wellness y con un componente más social –y Los deportes vinculados al universo outdoor están esquivando la crisis sin problemas. La cifra de practicantes sigue subiendo año tras año y las ventas, aunque sí han experimentado un ligero frenazo, siguen un comportamiento positivo. ¿El futuro? Hay escollos y temas a solventar, pero todo invita al optimismo. La crisis no altera los planes del outdoor Aunque estemos ante uno de los segmentos más técnicos del sector, y a pesar de que muchas de sus modalidades impliquen el uso de material muy técnico, lo que ha dinamizado este gran universo del outdoor ha sido su “popularización”. ts26

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