TradeSport 178 - Junio 2010

LA MODA TAMBIÉN GANA CUOTA EN EL CANAL DEPORTE No vamos a perder más tiempo hablando de los muchos bañadores que vende el canal moda. Nos vamos a centrar, ahora, en los que se venden en el canal deporte. Con el boom del sportwear, prácticamente todas las categorías de producto han visto que surgían nuevas vías de negocio. El baño no ha sido una excepción, y aunque la moda controle gran parte de las ventas de baño no atlético, en los últimos años el baño moda también ha ganado peso en las tiendas. Hace apenas 10-15, años marcas y tiendas deportivas sólo tocaban el baño competición. Alguna se había atrevido con el baño moda, pero era algo testimonial. Con el boom del sportwear a mediados de los 90, las marcas deportivas vieron rápidamente que el baño moda podía ser una buena apuesta. Las tiendas respondieron bien, y poco a poco este tipo de prendas fueron ganando protagonismo en el comercio deportivo. Un protagonismo que todavía fue a más cuando el gliss emergió con fuerza y las marcas de este universo empezaron a apostar muy fuerte por el baño, imponiendo el beachwear y el x-wear como una cultura urbana. Son prendas donde el diseño está por encima de la tecnicidad pero que por sus raíces, ofrecen mucha más calidad y funcionalidad que las que se puedan encontrar en el canal moda, sobre todo en las cadenas verticales. También tiene mucho peso la marca, especialmente en determinados targets, y eso para el sector sigue siendo un valor añadido. El consumidor español de deporte es, todavía, bastante marquista, y eso en un país de sol y playa, es un paraíso para las marcas deportivas con líneas de baño. Todas las marcas, sin excepción, tomaron nota de esta tendencia, impulsada, por qué negarlo, por las marcas surferas, y comenzaron a ponerse al día en diseño. ¿El resultado? El gran grueso de ventas de baño moda que se llevan a cabo en el canal deporte lo monopolizan prendas de estética surfera, confirmando, una vez más, que el boom del gliss –que aún perdura aunque algunos lo hayan dado por muerto- ha sido, seguramente, uno de los hechos más significativos y positivos para el sector en los últimos 20 años. No es extraño, en este sentido, que tanto en mujer, como sobre todo en hombre, marcas como Quiksilver, Billabong, Rip Curl o Roxy dominen los rankings de venta. Con permiso, eso sí, de adidas –fuerte en baño moda y, también, en baño atlético- y de algunas marcas nacionales. La realidad es que gracias al trabajo de éstas y otras marcas el diseño ha dejado de ser un valor añadido exclusivo de la moda. Es más, muchas marcas deportivas tienen colecciones infinitamente más atractivas, a nivel estético, que las de cualquier cadena de moda juvenil o cadena especializada en baño. Al final, las dos grandes diferencias entre unos y otros son el precio y la percepción que el consumidor tiene del canal y de lo que es el baño: muchos siguen viendo el baño como moda y, por lo tanto, lo comprarán en el canal moda, incluso a pesar de que puedan encontrar prendas a precios similares –y con mejor calidad y diseño- en una tienda de deportes. Ése es el mal permanente del sector. Y casi siempre con la misma “culpable”: la mujer. El baño, como muchos segmentos, sigue teniendo una cuenta pendiente con la mujer, que aunque se ha acercado un poco más al canal gracias a las marcas gliss (especialmente adolescentes y jóvenes), sigue siendo muy reacia a comprar en las tiendas de deporte. Y las cifras son contundentes: alrededor del 70% de las ventas en el canal corresponden a baño hombre y del 30% que corresponde a mujer. Y de este 30% la mayoría concierne a los bañadores de piscina. Es cierto que muchas marcas, sobre todo aquellas que están apostando muy fuerte por el llamado lifestyle –adidas, Puma, algunas marcas españolas o casi todas las grandes del glissestán consiguiendo atraer a la mujer hacia el canal y hacia las marcas deportivas, pero aún queda mucho trabajo por hacer. La mujer, cuando compra un bañador, suele priorizar el diseño y el precio (porque quiere tener varios), y competir con la moda en estos dos aspectos es simplemente imposible. A ellas no parecen importarles en exceso las características técnicas o la funcionalidad. Quieren look. Y si es a un precio medio casi irrisorio que les permita comprar tres o cuatro modelos por año, aún mejor. ¿Puede ofrecer el deporte este tipo de prendas? Es probable que en cuanto a precio la respuesta sea afirmativa. Es más, seguramente en diseño también podemos competir con la moda. El problema es que sigue siendo excesivamente difícil atraer a la mujer al comercio deportivo y, así, es imposible acabar con la fidelidad que viene mostrándole al canal moda desde hace años. GUSTOS DIFERENTES Si analizamos las marcas que compran, en el canal deporte, hombres y mujeres veremos, que los gustos y preferencias son muy diferentes. El segmento baño, en el canal deporte, está diferenciado en cuatro grandes grupo o tipologías de producto: bañadores atléticos (generalmente de marcas especialistas), bañadores de primer “El diseño ha dejado de ser un valor añadido exclusivo de la moda. Es más, muchas marcas deportivas tienen colecciones infinitamente más atractivas, a nivel estético, que las de cualquier cadena de moda juvenil o cadena especializada en baño. Al final, las dos grandes diferencias entre unos y otros son el precio y la percepción que el consumidor tiene del canal y de lo que es el baño” ts24 Muchas marcas, sobre todas aquellas que están apostando muy fuerte por el lifestyle –adidas, Puma, algunas marcas españolas o casi todas las grandes del gliss- están consiguiendo atraer a la mujer hacia el canal y hacia las marcas deportivas, pero aún queda mucho trabajo por hacer. La mujer, cuando compra un bañador, suele priorizar el diseño y el precio (porque quiere tener varios), y competir con la moda en estos dos aspectos es simplemente imposible. La modelo brasileña Gisele Bundchen fue imagen de uno de los catálogos de la cadena especializada en baño Calzedonia

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