TradeSport 178 - Junio 2010

ESPECIAL BAÑO REDACCIÓN,Barcelona tiempo estimado de lectura >>> 9 min. Después de un invierno bastante frío –algo que han agradecido sobremanera muchas tiendas de deporte-, muchos de nosotros llevamos tiempo esperando que llegue el calor para poder ir a la playa y comenzar a nadar un poco. Los más aplicados y voluntariosos, no han dejado de hacerlo durante todo el año. Eso sí, en piscina cubierta. Como cada verano, y con permiso de las camisetas de manga corta y de los shorts, el producto estrella de esta época es el bañador. El problema, como hemos dicho una y mil veces, es que quienes más se aprovecharán del boom de las ventas serán los canales alternativos, porque el deporte hace mucho tiempo que pasó a un segundo plano en la venta de baño moda, una categoría que representa la práctica totalidad de las ventas de baño moda: las ventas en el canal deporte representan, apenas, un 15% de las ventas totales de prendas de baño. Poco, pero suficiente para el canal, porque eso viene a representar más de 2 millones de prendas. Lo atlético lo domina el deporte; el baño moda lo dominan otros canales. Y la zona de convergencia, que existe, está controlada, por el momento, por nuestro canal. Y es aquí donde debemos hacernos fuertes. Dicho esto, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que, en todos los rankings, la natación aparece como el deporte más practicado por los españoles. No entraremos a valorar qué tipo de práctica es la habitual, entre otras cosas porque podríamos llevarnos una sorpresa poco agradable, pero es obvio que, con este liderazgo, el baño es uno de los segmentos más estables e importantes del sector, y los altos índices de práctica aseguran un volumen de venta a tener muy en cuenta, tanto para el canal moda como, también, para el sector deportivo. En el conjunto global del mundo del baño es obvio, como hemos dicho, que hay dos grandes grupos: el baño competición o baño piscina, y el baño moda. Son dos categorías con volúmenes de venta muy diferentes –a favor de la moda, claro- y con canales de venta, por desgracia, muy diferenciados, pues pese al esfuerzo que están haciendo muchas marcas deportivas en los últimos años, la práctica totalidad del baño moda lo vende el canal moda. Eso sí, es el canal deporte quien controla, como es lógico, las ventas de baño atlético. Si nos centramos, de momento, en el producto de baño que puede encontrarse en las tiendas de deporte, veremos que en los últimos años ambos categorías, el baño atlético y el baño moda han cambiado mucho. Son mundos casi opuestos. En uno, el primero, prima la tecnicidad y la funcionalidad por encima de cualquier otro factor; en el otro, el diseño es prioritario, sobre todo desde que el boom del sportwear y, sobre todo, del llamado beachwear invadió las playas y, también, las calles. El canal, lógicamente, tiene que defender, especialmente ahora, su poder en la venta de baño atlético. Nunca –toquemos madera- otro canal podrá robarnos protagonsimo con lo atléticos. En cambio, y ésa es una de nuestras bazas, el deporte sí que puede, poco a poco –y consciente de sus limitaciones- robarle algo de cuota a la moda. Cada vez hay más gente que está dispuesta a sacrificar precio en pro de la marca y/o de la tecnicidad. Y aquí es donde entran las marcas de deporte, tanto las que tienen mayor presencia en el mundo del sportwear como, especialmente, las vinculadas al mundo gliss (que en verano revive por muy mal que esté). Por mucho que la natación sea el deporte más practicado, no podemos engañarnos y pensar que todo el mundo nada con cierta regularidad y en piscina. La gente, en las encuestas, dice practicar natación aunque haga un par de brazadas en la playa una vez al año. Dicho esto, es obvio que, a pesar de que el baño atlético vive un buen momento, con lo que podemos crecer es con el baño moda, mucho más imprevisible e irregular, pero con más demanda. No podemos olvidar que la gran mayoría de consumidores –y estamos hablando de varios millones- cuando compra bañadores compra moda. Y quien quiera avanzar no tiene más remedio que adaptarse a esta realidad. Las marcas de deporte, por suerte, lo están haciendo, y desde hace algún tiempo, empujadas por el auge del gliss y por la estética surfera-playera, están ganando protagonismo, posicionándose con fuerza en el llamado beachwear, un segmento que por lógica debería tener controlado pero que, como ha pasado en otros segmentos, ha acabado controlando el canal moda, sobre todo determinadas cadenas expertas en explotar el binomio diseño y precio, y en captar al gran target de este tipo de productos: la mujer. Diseño y precio. Ésas son las dos principales claves que justificarían el desfase entre las ventas de baño moda en el canal deporte y en el canal moda. El gran volumen de ventas de bañadores, sobre todo de mujer, lo controlan determinadas cadenas de moda juvenil, algunas de ellas especializadas en baño. Allí los bañadores El empuje de las marcas surferas ha dado vida al baño moda en las tiendas de deporte y el canal gana terreno a la moda. El baño atlético mantiene un comportamiento muy positivo, con ventas muy regulares y con constantes innovaciones a nivel de producto. El baño moda gana peso en el canal y transforma el segmento baño Tradicionalmente el canal moda ha sido el que ha controlado las ventas de baño moda, sin emgargo, poco a poco, las marcas deportivas van ganando portagonismo en este universo y, además de controlar el baño competición, empiezan a tener cuotas considerables en las ventas de bañadores no atléticos, ts22

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