TradeSport 177 - Mayo 2010

Guardiolas y Mourinhos Estoy seguro de que para todos ustedes no ha pasado inadvertido el gran duelo mediático al que hemos sido sometidos por los diferentes medios de comunicación en la pasada eliminatoria de la Champions entre el Barça y el Inter. Las diferentes filosofías que siguen los líderes deportivos de ambos clubs son, en mi opinión, un ejemplo perfecto de dos estilos antagonistas de gestión de organizaciones. Por una parte, está el estilo de Guardiola, el estilo del Barça. Un estilo que proviene del Dream Team de Cruyff, y que se basa en la posesión del balón. Se trata de que circule la pelota, que por cierto es redonda, y que siempre irá más rápida que el mejor velocista del mundo. Se trata de abrir el campo e imprimir un rápido ritmo de juego, con muchos pases al primer toque, hasta conseguir una superioridad numérica que desborde al adversario. Éste es el estilo que lleva utilizando desde hace más de 20 años y que utilizan desde los benjamines hasta el primer equipo. Cuando Guardiola cogió el primer equipo siguió a pies juntillas el método que había mamado en el club, el que lleva en el corazón, y su aportación ha sido un liderazgo basado en el sentido común, el equipo, el compañerismo, la sencillez, la estabilidad y donde los egos no tienen cabida. Por otra parte está Mourinho. Un hombre que nunca ha jugado al fútbol, pero que por lo visto habla bien inglés. Ésa es la cualidad que ha sido clave en su vida, ya que cuando Robson entrenó al Oporto le hacía falta un traductor, y ahí le surgió la oportunidad al “bueno” de José. Después Robson se vino al Barça y le acompañó su traductor de confianza. El estilo que defendía no era demasiado elaborado, y digamos que era un fiel representante del fútbol inglés, donde una defensa sólida, el contraataque, el juego directo y la disciplina de todos sus integrantes son las claves de su éxito. Cuando Mourinho empezó su carrera profesional como entrenador del Oporto llevó hasta el extremo lo que había aprendido con su maestro, siempre jugando al límite del reglamento, e impuso un liderazgo basado en su persona, donde la máxima es el resultado por encima de cualquier otra cosa. No quiere el balón, quiere que lo tenga su rival y sorprenderlo en las pocas ocasiones que sabe que va a tener. Por eso sus equipos tienen grandes definidores, jugadores con mucho oficio y muy fuertes físicamente. Son dos estilos antagónicos; uno se basa en el PROCESO, (Guardiola), y otro se basa en el SUCESO, (Mourinho). Uno se basa en el ataque y otro en la defensa. Haciendo un símil con los negocios, uno se basa en el valor y otro en el coste. Para unos lo importante es crear muchas oportunidades; para los otros lo importantes es concretar alguna de las escasas oportunidades que van a tener. Unos creen que su éxito depende de ellos; los otros que depende de los adversarios. Y no tienen ningún rubor en defender con el 90% de sus jugadores durante el 90% del partido. Unos quieren la posesión del balón. Otros no lo quieren ni en pintura. Son dos estilos antagónicos, pero respetables. Los dos están consiguiendo grandes éxitos. Estéticamente son muy diferentes, pero, insisto, son igual de respetables. ¿Cuál es mejor? La respuesta la tiene que dar usted mismo, y no creo que dependa del resultado de una eliminatoria. Creo que el Consejo de Administración de una gran empresa, o los propietarios de un pequeño negocio, deben decidir cuál es su estilo, su filosofía de juego, y poner a los gestores que ejecuten esa filosofía. Por eso me hacen gracia los periodistas que abogan por Mourinho para dirigir el Madrid. No se acuerdan de que Capello ganó dos ligas y lo echaron porque su equipo jugaba mal. ¿Qué querían los dirigentes del Madrid? Pues el PROCESO de Guardiola y el SUCESO de Mourinho. Lo veo muy complicado. Es lo mismo que querer que un coche vaya cada vez más rápido y que cada vez consuma menos. Yo también lo quiero, pero de momento no lo he conseguido. Lo que sucede es que veo a muchos gestores que lo siguen intentando y no lo consiguen… aunque siempre hay un argumento para justificar sus resultados. Y me niego a escribir la palabra maldita, como la culpable de todos los males. Otros saben a qué juegan y hace tiempo que han decidido si son Guardiolas o Mourinhos. Lo que es un fracaso seguro es ser Guardiola en época de vacas gordas y Mourinho en época de vacas flacas. Es como una central de compras de nuestro sector, que quería ser un híbrido entre Decathlon y Foot Locker. Han pasado los años y no lo consiguieron. Quizás no sabían a lo que jugaban, pero como dice la ley, la ignorancia no exime de culpa. Espero que usted tenga claro en qué espejo se quiere mirar. Los tiempos actuales nos obligan a tomar decisiones cada vez más rápido. [ o p i n i ó n ] Para unos lo importante es crear muchas oportunidades; para otros lo importante es concretar alguna de las escasas oportunidades que van a tener. Unos creen que su éxito depende de ellos; los otros que depende de los adversarios. Los entrenadores de Barça e Inter tienen dos estilos diferentes: el primero se basa en el ataque, mientras que el segundo lo hace en la defensa. Lo mismo sucede con las empresas... ts24 MANUEL C. HERMIDA Consultor mcastro@cmgconsultores.com

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