nen impedimentos a que sus hijos dejen de hacer deporte. Y eso es un error que puede costarle muy caro a sus hijos... y a la sociedad. Por suerte, el deporte escolar –al que deberían dedicarse más horas-, la fuerza de la marca y las preferencias de los niños por determinadas marcas han servido para que la caída de las ventas no fuera proporcional a la caía de los índices, pero ello no significa que, viendo como están las cosas en esta categoría y, también, en otros grupos de edad, las marcas no tengan que empezar a tomar medidas en el asunto: el sector no puede eludir la parte de culpa que tiene. Y siendo uno de los principales interesados en que las cosas cambien, debería hacer lo posible para que los niños hagan más deporte. Aunque sólo fuese para que, en un futuro, tengan a quien venderle sus colecciones atléticas… Las marcas apuestan por el Niño Como en el caso de la Mujer, también en Niño las marcas están apostando fuerte por esta categoría como una nueva vía de negocio. Quizás con menos contundencia, pero con el pleno convencimiento de que a corto y medio plazo va a ganar protagonismo. En nuestro canal o en otros. El cambio puede comprarse, tanto en lo atlético, sobre todo en segmentos como el esquí, el outdoor o los deportes de equipo –donde el niño es protagonista absoluto-, como en el sportwear, donde algunas marcas aprovechan su fuerza de marca, valga la redundancia, y donde otras han optado por especializarse en esta categoría y, además, lo han hecho siendo fieles al canal. Ahora sólo falta que entre todos, desde las administraciones hasta las marcas y los padres, hagamos algo para que se dé, a corto plazo, un crecimiento progresivo de la práctica deportiva entre los más pequeños, porque si no, el mercado no podrá absorber, por demanda, la oferta que habrá. A pesar de que muchas de nuestras reflexiones han pecado de pesimismo, sobre todo por lo difícil que resulta para marcas y tiendas luchar contra Decathlon y las cadenas de moda infantil, la categoría Niño sigue siendo una de las que mayor potencial tiene para el sector de artículos deportivos si éste sabe aprovechar sus ventajas. No será fácil convencer a los padres de que para comprar un chándal es mejor entrar a una tienda de deportes que a una cadena de moda, pero el hecho de que cada vez haya más marcas del sector que tienen una oferta más variada, asequible y, sobre todo, adaptada a lo que buscan los niños, nos hace ser optimistas, sobre todo si tenemos en cuenta que, pese al estancamiento de estos dos últimos años –la crisis ha sido clave-, se trata de una de las categorías que más ha evolucionado en la última década. No en vano, en el año 2000 apenas representaba un 8% de las ventas, mientras que ahora este porcentaje está por encima del 15%, una cifra baja, pero que confirma que pese a la fuerte competencia que representan los canales alternativos y algunas cadenas del sector, apostar por esta categoría, si se hace bien, es una buena oportunidad para marcas y tiendas que buscan diferenciarse, tanto en material atlético como en ropa para el día a día. Muchas marcas están siendo capaces de luchar contra el factor precio ofreciendo productos que, en PVP no se alejan mucho de los de Decathlon o Zara. Y eso hay que aprovecharlo. La oferta la tenemos; falta atraer a la demanda. Tenemos que atraer a la mujer, y para ello ya hemos hablado de lo que hay que hacer… La publicidad pesa y tiene un papel muy importante para los niños. Los amigos, también. Pero quien realmente acaba marcando las pautas de consumo de los más pequeños son los padres, especialmente la madre, la gran compradora de la categoría niño. Y eso, lejos de ser anecdótico, es un dato fundamental para entender la evolución de las ventas en esta categoría y, sobre todo, el peso real que tiene en el sector de artículos deportivos. Nuevos retos Los targets con mayor potencial para las marcas han cambiado considerablemente en los últimos años. El deporte sigue teniendo en los jóvenes de 16 a 35 años a su gran público objetivo, pero ahora hay otros grupos que han adquirido fuerza y que han conseguido, incluso, cambiar las estrategias de muchas marcas. Entre estos nuevos grupos emergentes destacan las mujeres y los niños. Más allá de lo atlético, donde el deporte sigue haciendo valer sus bazas –aunque sea Decathlon quien controle el mercado-, es obvio que la moda, que ha ganado protagonismo en la práctica totalidad de los comercios multideporte, no ha logrado seducir a la mujer. Y eso, teniendo en cuenta que ellas son las grandes compradoras de este tipo de artículos, es un problema que implica que, cuando quiere moda deportiva se va a otros canales que la seducen –y la tratan mejor-. Y eso vale para ella y, también, para sus hijos. El comercio deportivo –las marcas ya lo han hecho hace tiempo- tienen que empezar a darse cuenta del peso real que tienen la mujer y el niño. Una como compradora y el otro como parte decisiva en la decisión de compra... A pesar de que el Niño aún representa un porcentaje bajo de las ventas totales del sector, su evolución en los últimos años, y su predisposición a comprar marcas deportivas, apostar por esta categoría, si se hace bien, es una buena oportunidad para marcas y tiendas que buscan diferenciarse, tanto en material atlético como en ropa para el día a día ts40 La moda deportiva no ha logrado seducir a la mujer, que prefiere comprar este tipo de prendas en otros canales que la seducen –y la tratan- mejor. Y eso vale para ella y, también, para sus hijos. El comercio deportivo –las marcas ya lo han hecho hace tiempo- tienen que empezar a darse cuenta del peso real que tienen la mujer y el niño. Una como compradora y el otro como parte decisiva en la decisión de compra. El Niño es un target a tener muy en cuenta. Por su volumen y, sobre todo, por su interés en las marcas deportivas
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