gética. Londres se ha comprometido seriamente en el aspecto ecológico y energético. La organización afirma tener un gran compromiso social en este sentido, apostando por la utilización de materiales y energías que respeten más el medioambiente. Se ha intentado encontrar el equilibrio entre lo ecológico y lo asequible, ya que todos somos conscientes de que lo “verde” se cobra caro. Bajo mi punto de vista, el comité londinense tiene una misión difícil, pues hace ya 5 años que recibieron el testigo de Pekín y, tras el gran éxito que tuvo el evento celebrado en China, el listón está muy alto y, por lo menos, hay que mantener el nivel. Pero las obras de construcción del Anillo Olímpico no es lo único que se ha puesto en marcha en Londres. En nuestra visita a la ciudad universitaria de Loughbrough pudimos ver el inmenso trabajo deportivo y, también, científico, que hay detrás de un deportista de elite. Fuimos testigos de algunos de los inventos más extravagantes pensados para que el deportista mejore su rendimiento. En los laboratorios podemos encontrar desde cojines con música incorporada hasta sujetadores que facilitaban la actividad deportiva. Loughbrough, ciudad difícil de pronunciar pero mundialmente conocida por su Centro de Deporte Tecnológico, tiene uno de los laboratorios de investigación más avanzados del mundo. Y eso, con los Juegos a punto de celebrarse, es un valor añadido. En el Instituto pudimos observar cómo pueden mejorarse las prendas y los materiales deportivos, desde casos como el de Speedo y sus bañadores LZR, hasta los palos de golf de la famosa marca Callaway pasando por la invención del nuevo balón de fútbol de Adidas, que se estrenará en el Mundial de Sudáfrica. El deporte avanza, en parte, gracias a las infraestructuras y a los profesionales altamente cualificados que se encuentran en esta ciudad, y aunque muchas veces hay quienes les atacan y les acusan de estar contribuyendo a lo que llaman “technological dopping”, el deporte tiene que seguir avanzando porque la innovación ha sido, y es, un motor de cambio. Como decía Heráclito: “Todo fluye y nada permanece”. ts81 Una de las banderas que ondeaaba en la candidatura londinense y que, seguramente, fue uno de los argumentos de peso para que la capital británica ganase, es la de la sostenibilidad energética. Londres se ha comprometido seriamente en el aspecto ecológico y energético. La organización afirma tener un gran compromiso social en este sentido, apostando por la utilización de materiales y energías que respeten más el medioambiente. “Loughbrough, ciudad mundialmente conocida por su Centro de Deporte Tecnológico, tiene uno de los laboratorios de investigación más avanzados del mundo. Y con los Juegos a punto de celebrarse, la actividad es frenética”. Uno de los inquilinos más “ilustres” del Instituto de Loughbrough es Speedo, marca líder en el sector de la natación gracias a sus diseños y, sobre todo, a su carácter ambicioso en innovación, desarrollando productos deportivos de alta calidad como el bañador LZR. Esta compañía, que opera aproximadamente en unos 175 países de todo el mundo, cerró con un balance financiero más que positivo, con aproximadamente 450 millones de dólares en ventas. Sean Hastings, Vicepresidente del Producto de Speedo Internacional, nos aseguraba que, a pesar de encontrarnos en un momento económico crítico, Speedo no ha sufrido ninguna rasgadura de la crisis. Es más, el ejecutivo afirmaba con contundencia que no se ha producido ningún tipo de expediente de regulación de empleo y que la marca sigue en pleno crecimiento. La grandeza de Speedo ha dejado en la historia de los Juegos Olímpicos más del 94% de los récords conseguidos en este deporte. Aún así, su relación con la FINA parece ser intensa y amarga a la vez: la Federación se posiciona estrictamente en contra del uso de materiales que ayuden de alguna manera a los nadadores a obtener mejores resultados. Hastings, sin embargo, afirma mantener una cordial relación con la FINA, aunque muchas veces hayan sido limitados en sus diseños, y se les haya acusado de fomentar el doping tecnológico. En referencia al debate de si hay que poner o no límites tecnológicos en el sector del deporte, Speedo no tiene miedo en dar su visión al respecto. Hastings nos explica la importancia que tienen los avances tecnológicos en el deporte, pues justificaba el “technological dopping” como una simple evolución del propio sector, haciendo un paralelismo con la evolución de la vida humana. Para Speedo, la tecnología es avanzar, evolucionar, mirar hacía delante… mientras que para la FINA es una amenaza y un sesgo de la realidad. En cualquier caso, con o sin la FINA vigilando, Speedo tiene lo que cualquier empresa desearía tener: Innovación, diseño y liderazgo. Su alta inversión en I+ D representa, sin duda, el gran éxito de la compañía. Récords aparte, obviamente SPEEDO: EL PARADIGMA DE LA EVOLUCIÓN Marta Ferrer Redactora Sean Hastings
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