TradeSport 173 - Enero 2010

buena oferta, se irán al canal outdoor. Un canal que, como hemos dicho, también está apostando por el running más “asfáltico”. En cuanto a las marcas, puede incluso que no haya competencia directa entre canales especialistas: las marcas que se venden en las tiendas de running y de outdoor no suelen ser las mismas, y apenas dos o tres tienen presencia en ambos canales (en lo que se refiere al Trail). Hay que tener en cuenta que el tipo de calzado trail que fabrican las marcas de outdoor y running no es exactamente el mismo ni prioriza las mismas cualidades. Ni esta categoría tiene el mismo peso para unos que para otros. En el bando del outdoor, hay muy pocas marcas que no tengan líneas específicas para Trail-running en sus colecciones. Salomon, tanto en calzado como en textil es, sin duda, la marca de referencia para todos aquellos que practican trail-running viniendo del outdoor. El resto de marcas están haciendo también un muy buen trabajo, dando protagonismo a este tipo de calzado en todas sus colecciones. La lista es larga y encontramos marcas como las españolas Chiruca y Trango, Tecnica, The North Face, Eider, Innov-8, La Sportiva o Vasque. En el bando del running, pasa exactamente lo mismo. Todas las marcas ya cuentan en sus colecciones con algunos modelos para montaña (la mayoría para caminos poco accidentados). Marcas como Mizuno, Asics, Saucony, Brooks o New Balance han apostado muy fuerte por esta categoría. También la multinacional adidas lleva años volcando muchos esfuerzos en esta modalidad, cuyo potencial es, cuanto menos, igual de bueno que el del running. Además, como el running, es un deporte asequible -las gamas altas difícilmente superan los 150 euros, con las mismas ventajas a nivel de salud - física y psíquica y que, además, se lleva a cabo en un entorno para muchos más atractivo y estimulante. Cada vez hay más puristas del running que se están dejando seducir por el trail. Por el entorno, porque es una manera de potenciar el rendimiento –por las características del ejercicio-, porque representa nuevos retos y por muchos motivos más. En este sentido, parece obvio que el comercio especializado en running tiene que poder dar respuesta a todos esos clientes fieles que, ahora, también quieren correr por la montaña. Y no tienen que hacerlo sólo con una oferta variada de calzado: el trail running también “arrastra” una serie de complementos y accesorios que para una práctica eficaz son fundamentales. Puede que a más de uno no le encaje que una tienda de running pueda vender, por ejemplo, frontales o bastones, pero con el auge del Trail, si el cliente no lo encuentra en la que durante muchos años ha sido su tienda, se irá a otra. Todos sabemos lo difícil que es fidelizar a un cliente… y lo fácil que es perderle. El running no puede dejar que sólo el outdoor aproveche el potencial del Trail. A MEDIO CAMINO El running fue, en su momento, un mercado maduro, casi sin potencial. Las cosas, por suerte, han cambiado, y a hoy por hoy la meta sigue estando muy lejos. Con o sin crisis, el running seguirá creciendo. Quizás más lentamente, pero si tuviéramos que apostar, apostaríamos a que a 5 años vista las cosas irán a mejor. Luego seguramente también. El primer motivo que nos invita a ser optimistas es que la cifra de practicantes sigue al alza y no tiene perspectivas de verse frenada. Eso asegura un buen volumen de ventas, y pese a que la moda siga repudiando el running, lo peor que puede pasar es que se estabilice el segmento. Además, las marcas se han comportado de una manera poco habitual y que les honra: han pasado absolutamente de la moda, y aunque sí han intentado innovar en diseño, no han renunciado a que la tecnología está muy por encima de la estética. Otros segmentos no lo han hecho y acabarán pagándolo. Un aspecto que también puede incidir directamente en la evolución del segmento es el peso que gane el textil, y, relacionado directamente, la capacidad de marcas y tiendas para transmitir a sus clientes potenciales las “bondades” de lo técnico. Se pueden poner uno y mil nombres en inglés a una tecnología revolucionaria, pero si no se es capaz de explicar en qué consiste y qué ventajas aporta, es dinero y tiempo tirado. Por suerte, unos y otros, marcas y tiendas, llevan tiempo centrando sus esfuerzos en esta “formación”. Al fin y al cabo es el principal argumento de venta de la mayoría de productos vinculados al segmento. Sigue habiendo demasiados corredores ocasionales –y algunos regulares- que salen a correr con sus zapatillas de tenis, baloncesto o de calle, con los riesgos que ello, a la larga, puede acarrear. Y esa gente es la que nos puede ayudar a crecer. En cuanto al comercio, poco que decir. No es excesivamente arriesgado decir que proliferarán las tiendas especialistas –y se consolidarán las que ya existen- y que el running seguirá siendo uno de los segmentos atléticos con mayor presencia en las tiendas multideporte. Para muchos comercios de este formato el running está siendo un pequeño salvavidas en un momento tan complejo. Lo atlético, quién lo iba a decir, les está solucionando los fallos que en su día cometieron al confiar en exceso en la moda. Su conversión es inevitable, y el running se antoja como una apuesta segura para regresar a sus orígenes; para volver a ser una tienda de deporte. Eso sí, deben tener muy claro que los especialistas ya tienen –y ya no perderán - el monopolio de las gamas altas, de manera que difícilmente podrán captar al corredor habitual si mantienen su formato multideporte. Por suerte, el potencial de este deporte es tan grande que tienen alternativas para aprovecharse de él. ¿El futuro? La cifra de practicantes sigue al alza y no tiene perspectivas de verse frenada ni a corto ni a medio plazo. Eso asegura un buen volumen de ventas, y pese a que la moda siga repudiando el running, lo peor que puede pasar es que se estabilice el segmento. Para muchos comercios multideporte el running está siendo un pequeño salvavidas en un momento tan complejo. Lo atlético, quién lo iba a decir, les está solucionando los fallos que en su día cometieron al confiar en exceso en la moda. Su conversión es inevitable, y el running se antoja como una apuesta segura para regresar a sus orígenes; para volver a ser una tienda de deporte. Eso sí, deben tener muy claro que los especialistas ya tienen –y ya no perderán - el monopolio de las gamas altas. Por suerte, el potencial de este deporte es tan grande que tienen alternativas para aprovecharse de él.

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