TradeSport 172 - Diciembre 2009

ts32 El futuro del segmento es bastante previsible. Las grandes marcas, con más recursos, seguirán apretando y monopolizando el mercado. Pero aunque su dominio ya es aplastante, especialmente en fútbol, es complejo que pueda acentuarse más. Eso da nuevas oportunidades a otras marcas que están apostando muy fuerte por potenciar sus colecciones; marcas que paulatinamente van ganando imagen en la tienda y en la mente del consumidor. más venden en nuestro mercado y las únicas capaces de pagar 50 millones de euros para arrebatarle una selección a su contrincante. Para acabar, mención especial a adidas, patrocinadora oficial de la selección española, cuyas réplicas se multiplicaron el verano de 2008 con la conquista del campeonato de Europa, llegando a vender, en apenas dos semanas, más de 250.000 unidades, un boom que seguramente se repetirá este verano con el Mundial de Sudáfrica en juego –sobre todo si España va avanzando en el campeonato-. Imagen de marca En lo que respecta a la imagen de marca, en equipaciones, Luanvi lidera el ranking, seguida de Joma, que gana protagonismo este año, escalando dos posiciones, superando a las todopoderosas adidas y Puma. Algo que también logra Elements. En réplicas, como era de esperar, dominio absoluto de adidas y Nike, primera y segunda respectivamente, aunque con muy poca diferencia, y por detrás, muy alejadas, completan las cinco primeras posiciones Joma, Puma y Umbro. SIN CAMBIOS A LA VISTA Sin ánimos de parecer cansinos, y después de lo que acabamos de ver en este artículo, es obvio que las dos principales conclusiones que pueden sacarse son, por un lado, que estamos ante uno de los segmentos más maduros del sector, y, por el otro, que se trata de un deporte dominado aplastantemente por las dos grandes multinacionales, que luchan entre sí para liderar las ventas, con inversiones estratosféricas con las que no puede competir ninguna otra marca –y menos desde que adquirieran Umbro y Reebok-. Al margen de esta lucha, marcas como Puma, Umbro y Lotto, o las españolas Munich –sobre todo en fútbol sala- y Joma, trabajan duro para arañar cuota como sea –y a quien sea- y convertirse en la tercera marca del segmento. Las cosas llevan años así y poco van a cambiar en los próximos años. Seguramente será mucho más interesante ver la lucha entre actores secundarios que el papel que puedan jugar los protagonistas. Puestos a aventurarnos, es probable que las marcas nacionales antes citadas tengan muchos números para ganar protagonismo a corto y medio plazo. Y también Umbro, en quien Nike parece haber depositado muchas esperanzas y que, de momento, está cumpliendo con creces lo que, por su historia, se espera de ella. Caso aparte merece Reebok, a quien adidas ya ha anunciado que relegará a un segundo plano en lo que a fútbol se refiere para centrarse en otros segmentos. Sea como sea, parece obvio que pese a la coyuntura, el fútbol mantiene sus estatus y sus cifras. Sufre, como todos, la recesión del consumo, pero al tratarse de una modalidad atlética, en la que la moda tiene poco peso, las posibilidades de que las ventas caigan en picado son muy pocas, como ya ha quedado demostrado en el periodo que ya llevamos de crisis. La cifra de licencias y el número de practicantes amateurs son una garantía. El futuro, en este sentido, es bastante previsible. Las grandes marcas, con más recursos, seguirán apretando. Su dominio ya es aplastante, especialmente en fútbol, pero es complejo que pueda acentuarse más. Eso da nuevas oportunidades a otras marcas que están apostando muy fuerte por potenciar sus colecciones; marcas que paulatinamente van ganando imagen en la tienda y en la mente del consumidor. Pasa en botas y, sobre todo, en equipaciones, donde el dominio de las grandes es mucho menos tangible en beneficio de marcas especializadas que poco a poco están cogiendo mucha fuerza, especialmente a nivel local, y que ya les superan en muchos rankings. Además, y éste es un dato a tener muy en cuenta, no hay perspectivas de que el fútbol pierda un ápice de protagonismo a nivel mediático. Al contrario. Es el deporte rey y lo seguirá siendo. Los niños seguirán jugando a este deporte más que a ningún otro y la “cantera” seguirá siendo sólida. Puede que a nivel de practicantes haya un bache a partir de los 15 ó 16 años, con el paso del colegio a la universidad, pero más adelante el fútbol vuelve a ganar protagonismo como deporte-ocio, con las liguillas amateurs en auge y el fútbol 7 ganando cuota –más en practicantes que en ventas-. En cuanto al comercio, el único cambio realmente importante que puede darse es que proliferen las tiendas especialistas. No es fácil, porque ya existe una red bastante sólida y posicionada y, sobre todo, porque es un deporte con mucha presencia –y espacio- en la tienda multideporte y en las grandes superficies. Lo que es fundamental es que quienes quieran seguir explotando este deporte, uno de los más importantes para muchos comercios –por su demanda y por su atemporalidad- apuesten por la especialización. No hace falta que renuncien a su condición de multideporte, pero sí parece necesario que se adapten a la demanda y amplíen su oferta y sus servicios. Como en toda especialización, es fundamental dedicarle espacio y, sobre todo, tiempo. La estabilidad seguirá marcando el destino del fútbol. Y tal y como están las cosas, seguro que marcas y comercios firmarían que este deporte no perdiera fuerza aunque tampoco la ganase. No es fácil encontrar un valor seguro hoy en día... y el fútbol lo es, y lo seguirá siendo. Siempre, eso sí, que se le preste la atención que merece. Como todo... La categoría de las equipaciones está dominada por pequeñas marcas especielistas, sobre todo nacionales, que se hacen fuertes en su zona, lo que se traduce en un reparto mucho más equitativo del pastel a nivel global. Además, es un segmento donde Nike y adidas no pueden competir en precio. ¿Qué marcas visten los equipos de Primera?

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