TradeSport 168 - Julio-Agosto 2009

ts23 conómicos que se han dado en las grandes ciudades y las dimensiones que ha adquirido la palabra estrés: ahora la naturaleza se ha convertido en un reclamo para muchos consumidores –deportistas y no deportistas- que cansados de la ajetreada vida laboral y urbana en cuanto tienen tiempo libre se largan a la montaña a “desintoxicarse”. Muchos, seguramente, no se consideran practicantes de outdoor porque creen que no están haciendo deporte, pero a efectos prácticos, sí son “outdooristas”, tanto por práctica –no escalan el Everest pero caminan por la montaña (walking…)- como, sobre todo, por producto: muchos de estos paseantes se visten de pies a cabeza con material específico y eso, para el sector, representa un volumen de ventas importante. No en vano, es precisamente este perfil de consumidor el que ha propiciado el crecimiento del segmento. Es cierto que cada vez hay más deportistas que apuestan por modalidades más “arriesgadas”, como el hikking o el trekking de alta montaña –para las que hay que estar mejor preparado-, pero es gracias al outdoor más “accesible”, por llamarlo de alguna manera, que se ha logrado ganar terreno. Y también, para ser justos, gracias al outdoor más urbano, del que hablaremos un poco más adelante. SEGMENTO TÉCNICO Además, en todo este entorno, hay un factor que está siendo determinante para que el outdoor siga manteniendo su potencial: el consumidor poco a poco se va concienciando de la importancia de utilizar material técnico, tanto textil como calzado, y las marcas siguen apostando fuerte por aunar tecnología y diseño para que el deportista no habitual no sea tan reacio a comprar –y pagar- material atlético. Como en muchas otras disciplinas técnicas, uno de los grandes logros de estos últimos años es haber conseguido que el consumidor no anteponga el precio a cualquier otro argumento de compra. Cada vez hay más conciencia por utilizar buen material y el precio ya no es, para muchos consumidores, un freno. Las marcas, conscientes de que el factor precio no es tan determinante como hace una década, están apostando muy fuerte por el I+D, y en la última década la evolución de los materiales utilizados para fabricar prendas y calzado outdoor ha sido espectacular, tanto por parte de las propias marcas, que no han dudado en crear sus propios tejidos, como por parte de los principales fabricantes de materiales técnicos. No hay que olvidar, pese al auge del outdoor y el running más popular, que se trata de disciplinas atléticas en las que la tecnicidad es el gran caballo de batalla, tanto en textil (los fabricantes desarrollan nuevas tecnologías para combatir las inclemencias climatológicas –frío, lluvia, viento y calor, básicamente-), como en calzado (desarrollando sistemas que permitan adaptarse mejor al tiempo, al terreno y, también, a las características físicas del consumidor). OUTDOOR: UN MUNDO EN AUGE Y “NACIONALIZADO” Aunque pueda parecer cansino insistir en ello, uno de los grandes motivos que ha propiciado el auge del outdoor es su componente “terapéutico”, un factor en el que mucho tiene que ver la naturaleza. La gente ha entendido que no hace falta escalar montañas de más de 3000 metros para disfrutar de la naturaleza; y que se puede correr por caminos rurales, pasear por algún monte cercano a la ciudad o darse una vuelta en bici por cualquier ruta verde. Lo importante, al final, es hacer deporte…y hacerlo lejos del asfalto. Ese es el secreto del outdoor. El auge de estas modalidades, lógicamente, ha producido muchos cambios en el sector. Ya hemos dejado claro, en la introducción que el outdoor viene experimentando un importante crecimiento desde hace algo más de una década, tanto en practicantes, como en ventas, especialmente desde que las prendas técnicas están ganando protagonismo. Una de las particularidades que tiene este segmento respecto a otros, y que probablemente sea uno más de los motivos que le han hecho evolucionar al ritmo que lo ha hecho, es la fuerza que tienen las marcas nacionales, que siempre han “empujado” el outdoor en nuestro país. En calzado, contamos con marcas líderes como Boreal, Bestard y, especialmente Chiruca, que compiten de tú a tú con marcas de prestigio internacional como Salomon –líder indiscutible del universo outdoor gracias a su fuerza en Trail Running-, Hi-Tec, Teva, Asolo, Tecnica, Meindl, Columbia, Ecco, The North Face; en textil, tres grandes marcas como Trangoworld, Ternua (que ahora también apuesta por el calzado) y Grifone hacen la competencia sin complejos a las grandes multinacionales del outdoor, desde The North Face hasta Salomon, pasando por Haglofs, Eider, Columbia y un largo etcétera de marcas con presencia en prácticamente todo el mundo. A estas marcas hay que añadir otras como Laken, Lorpen, Lurbel, Buff o Matt, todas ellas líderes en su categoría a nivel nacional e, incluso, a nivel mundial (un dato que constata que, en los últimos años, este segmento se ha superespecializado y hay marcas, tanto en textil como en calzado o complementos, que se han centrado únicamente en una de las muchas categorías que conforman el outdoor y que, gracias a esta apuesta, se han convertido en las grandes referentes). La naturaleza se ha convertido en un reclamo para muchos consumidores –deportistas y no deportistas- que, cansados de la ajetreada vida laboral y urbana, en cuanto tienen tiempo libre se largan a la montaña a “desintoxicarse”. Muchos, seguramente, no se consideran practicantes de outdoor porque creen que no están haciendo deporte, pero a efectos prácticos, sí son “outdooristas”, tanto por práctica como, sobre todo, por producto.

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx