ESPECIAL SPORT & STYLE REDACCIÓN,Barcelona tiempo estimado de lectura >>> 9 min. El titulo de este artículo no pretende llevar a engaño. Que nadie confunda “imponerse en” con “imponerse a”. El deporte, o más bien dicho, el look deportivo, está arrasando en la moda. Incluso en la más selecta. Sin embargo, el deporte, como tal, está a años luz de poder hacerle sombra a la moda. En su momento, entre todos, dejamos que la moda se apoderase del deporte y explotase algunas de sus virtudes y ahora, a pesar de los muchos esfuerzos que están haciendo algunas marcas del sector, la distancia entre un mundo y otro es abismal. Afortunadamente, este alejamiento también tiene sus ventajas… Comencemos por el principio. Hace poco más de una década la moda comenzó a cambiar su punto de vista sobre el deporte. En la calle empezaba a imponerse un look menos formal y las marcas deportivas ganaban cuota en el vestir cotidiano. La moda, lógicamente, se dio cuenta de estos cambios y, también, de la fuerza que adquirían determinados movimientos culturales –o contraculturales- urbanos. Y como era de esperar, se volcó en ellos, convirtiéndolos en una tendencia pero, eso sí, llevándolo todo a su terreno. Y, sobre todo, manteniendo las distancias con los que habían sido los precursores de esta nueva forma de entender el deporte. Puede que tengamos mucho que agradecerle a la moda, en tanto que ha “promovido” este look, pero por mucho que lo nieguen, los orígenes se los debe al deporte. ¿Qué sentido tiene beber del deporte y, a la vez, renunciar a él? Cosas de la moda, supongo… Con esta tendencia arrasando en la calle, lo que tocaba era buscarle nombres que la hagan más atractiva a ojos del consumidor y que, además, sirvieran para marcar territorio (o canales) En los últimos años, lo que empezó conociéndose como moda deportiva, a saber, ropa informal, para el día a día, con un claro look deportivo, se ha transformado en sportwear, sportstyle, lifestyle o sportlife style. Las diferencias entre algunos de ellos son casi imperceptibles y aunque sí es cierto que el origen de la marca es bastante aclarador, la frontera que trazan unos y otros entre estos términos es casi siempre muy difusa. O mejor dicho, confusa. Unos se empeñan en ser moda y otros, al contrario, intentan romper cualquier vínculo con el deporte. Esta dualidad, y el auge de la moda deportiva, han marcado el ritmo y el devenir del sector en los últimos años. Para bien y, sobre todo, para mal. Que durante mucho tiempo la oferta del comercio multideporte se centrase básicamente en el sportwear no dice mucho a nuestro favor. Hay formatos de tienda que han llegado a tener más del 80% de su oferta centrada en el sportwear. Y tiempo atrás habían sido tiendas de deporte. Con material atlético. Pero cuando las cosas comenzaron a torcerse, porque la práctica bajó y los especialistas empezaron a emerger, la solución más fácil que encontraron fue apostar por la moda. Las marcas la explotaban con bastante acierto y la demanda iba in crescendo. Algunos años buenos justificaban, para muchos, estos cambios. Pero ahora las cosas parecen haber cambiado. La crisis ha sacado a relucir muchos de nuestros males. Los de ahora y los que arrastramos hace años. Y cuando las cosas han comenzado a ir mal, y el consumo ha caído en picado, el deporte, como la moda, se ha pegado un fuerte batacazo. Y no son los productos atléticos los que casi se regalan en las tiendas: es el llamado sportwear. La moda ha dado unos buenos años al sector, pero por culpa de ella, ahora se está sufriendo. La gente ahorra, y una de las primeras cosas en las que reduce gasto es en la ropa. Muchas tiendas están sufriendo importantes recortes en su facturación por culpa de las colecciones menos vinculadas a la práctica. Es más, lo atlético no sólo está aguantando el tipo sino que, además, está creciendo. Las tiendas que no han renunciado a sus orígenes, están aguantando el chaparrón gracias, sobre todo, al material atlético, mientras que quienes han llenado sus comercios de moda, dejando de lado el material deportivo, lo están pasando mal porque no tienen margen –ni producto- para equilibrar las pérdidas. El problema es que las estrategias de muchas tiendas multideporte de dejar de lado lo atlético ha reforzado al comercio especializado y ahora es muy complejo volver a ganarse al deportista, acostumbrado, desde hace algunos años, a comprar en una tienda especializada. ¿Solución? Básicamente definir una identidad y, en base a ella, definir la oferta. Se puede apostar por un deporte, por varios –si se tiene espacio y capacidad- e, incluso, por la moda La moda deportiva explotó rápido pero tardó un tiempo en superar las barreras que ponía la moda. Hoy, la estética deportiva, por mucho que se niegue desde el mundo de la moda, se ha impuesto. Le pueden poner el nombre que quieran, pero en el origen de muchas colecciones del mundo de la moda está el deporte. El deporte se impone en la moda Más de uno haría bien en darse cuenta, de una vez por todas, que aunque haya muchas diferencias entre marcas y, también, entre canales, lo que venden unos y otros es ropa para vestir el día a día con un estilo deportivo ts46
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