TradeSport 167 - Junio 2009

do una cuenta pendiente con la mujer, que aunque se ha acercado un poco más al canal gracias a las marcas gliss (especialmente chicas de 12 a 18 años), sigue siendo muy reacia a comprar en las tiendas de deporte: alrededor del 70% de las ventas en el canal corresponden a baño hombre y del 30% que corresponde a mujer, un porcentaje muy alto concierne a los bañadores de piscina. Es cierto que muchas marcas, sobre todas aquellas que están apostando muy fuerte por el lifestyle –léase adidas, Puma, algunas marcas españolas o casi todas las grandes del gliss- están consiguiendo atraer a la mujer hacia el canal y hacia las marcas deportivas, pero aún queda mucho trabajo por hacer. Los resultados ya se están viendo en otros segmentos, sobre todo en las colecciones más atléticas, pero en las colecciones más relacionados con el sportwear y la moda, el peso de los canales alternativos está resultando demasiado fuerte. ¿Por qué? la mujer, cuando compra un bañador, suele priorizar el diseño y el precio, y competir con la moda en estos dos aspectos es simplemente imposible. A ellas no parecen importarles en exceso las características técnicas o la funcionalidad –argumentos que esgrimían las marcas deportivas-. Buscan estilo. Y si es a un precio medio casi irrisorio que les permita comprar tres o cuatro modelos, aún mejor. ¿Puede ofrecer el deporte este tipo de prendas? Es probable que en cuanto a precio la respuesta sea afirmativa. Es más, seguramente en diseño también podemos competir con la moda. El problema es que sigue siendo excesivamente difícil atraer a la mujer al comercio deportivo y, así, es imposible acabar con la fidelidad que viene mostrándole al canal moda desde hace años. VENTAS: UN AÑO MÁS, LIGEROS RETROCESOS En los últimos 10-15 años, como hemos dicho anteriormente, las prendas de baño han experimentado un fuerte crecimiento, especialmente en hombre, donde las ventas se han duplicado desde 1997 (alcanzando su punto álgido en el año 2006, cuando se rozaron los 2 millones de unidades vendidas). En mujer la progresión no ha sido tan espectacular, pero sí lo suficientemente importante como para tenerla en cuenta, con aumentos que rondan el 40% desde finales de los 90 hasta ahora, y con el millón de prendas vendidas en el año 2003. En los últimos dos años, sin embargo, esta progresión se ha visto frenada y se han acumulado ligeras pérdidas, más importantes en hombre (alrededor de un 14% desde 2006) que en mujer (poco más de un 5%). La crisis que vivimos desde mediados de 2008 puede haber sido determinante para que el año se cerrase con pérdidas, manteniendo, como ya pasó en 2007, un comportamiento muy similar al del canal deporte en su globalidad. HOMBRE Y MUJER: GUSTOS DIFERENTES; MARCAS DIFERENTES Una de las conclusiones más evidentes que se pueden sacar cuando se analizan los datos sobre la venta de bañadores y prendas de baño en el canal deporte es la diferencia abismal que hay entre hombre y mujer. Y no sólo por las cifras –el hombre dobla a la mujer en unidades-, sino, sobre todo, por las marcas y por el tipo de producto que se vende a uno y otro target. El segmento baño, en el canal deporte, está diferenciado en cuatro grandes grupo o tipologías de producto: bañadores atléticos (generalmente de marcas especialistas), bañadores de primer precio (marcas de primer precio, marcas propias de los grupos…), colecciones baño -urbanas o playeras- de marcas que tienen en el textil un porcentaje importante de su facturación, y, finalmente, las grandes marcas del mundo gliss. En unas domina el hombre, en otras la mujer. Gustos muy diferentes…y compras muy distintas. Eso sí, el gliss parece reducir las distancias. El hombre: el X-wear se impone Como hemos repetido en varias ocasiones, en el segmento baño, el hombre representa más de dos terceras partes de las ventas. No es un porcentaje muy distinto al que debe mover el global del sector, y en general responde a las mismas razones que le han convertido en el principal tarEn los últimos 15 años las prendas de baño han experimentado un fuerte crecimiento, especialmente en hombre, donde se han duplicado desde 1997. En mujer la progresión no ha sido tan espectacular, pero si lo suficientemente importante como para tenerla en cuenta, con aumentos que rondan el 40% desde finales de los 90 hasta ahora ts30 Ranking baño hombre

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