TradeSport 167 - Junio 2009

ESPECIAL BAÑO REDACCIÓN,Barcelona tiempo estimado de lectura >>> 9 min. Ya estamos inmersos en pleno verano y como cada año uno de los productos estrella en esta época será el bañador. El segmento baño, uno de los más estables, históricamente, en el sector, avanza con dos premisas que marcan irremediablemente su camino: 1) Que la natación es el deporte más practicado por los españoles y, por lo tanto, su práctica asegura un volumen de ventas considerable; 2) Que en baño moda, pese al gran esfuerzo que están haciendo algunas marcas, son otros canales los que dominan, con contundencia, las ventas. Sobre estos dos axiomas girará nuestro análisis. Pero antes de profundizar, es conveniente que demos una imagen global del segmento. Las cosas, en los últimos años, han cambiado mucho, tanto en lo que respecta a los bañadores atléticos –basta con mirar el jaleo que se ha armado con el lanzamiento del “rompemarcas” de Speedo y el posterior cribaje de la FINA- como en lo que concierne a los modelos más playeros, que con el boom del sportwear han ganado protagonismo, incluso, en la calle. Son dos mundos totalmente opuestos cuya única similitud, en apariencia, es el agua. Uno, el baño atlético, basa su fuerza y su razón de ser en la tecnicidad; el otro, la moda, en aspectos como el diseño y, no nos engañemos, el precio. Las ventas en el canal deporte representan, apenas, un 15% de las ventas totales de prendas de baño. Poco, pero suficiente para el canal, porque eso viene a representar más de 2 millones de prendas. Casi nada. Lo atlético lo domina el deporte; el baño moda lo dominan otros canales. Y la zona de convergencia, que existe, está controlada, por el momento, por nuestro canal. Y es aquí donde debemos hacernos fuertes. Pese a que lo atlético tiene –y debe seguir teniendo- un peso determinante en el canal, es obvio que con lo que podemos crecer es con el baño moda, mucho más volátil y descontrolado. No podemos olvidar que la gran mayoría de consumidores –y estamos hablando de varios millones- cuando compra bañadores compra moda. Y quien quiera avanzar no tiene más remedio que adaptarse a esta realidad. Las marcas de deporte, por suerte, lo están haciendo, y desde hace algún tiempo, empujadas por el auge del gliss y por la estética surfera-playera, están ganando protagonismo, posicionándose con fuerza en el llamado beachwear, un segmento que, por lógica, debería tener controlado. De todas maneras, aunque el deporte haya reaccionado hace algún tiempo, es obvio que la moda nos lleva mucha ventaja. Los diseños que propone suelen tener mucho más atractivo que los del deporte, sobre todo entre las mujeres, muy fieles al canal moda y, sobre todo, a determinadas tiendas. Su margen de maniobra, además, es infinitamente mayor al nuestro, con una capacidad mucho mayor –por filosofía- para adaptarse a posibles cambios de tendencia. Además, en muchas cadenas de moda, el precio es inferior al de cualquier marca de deporte, y para muchos consumidores, que utilizan esta prenda para pasar el día en la playa o incluso para el día a día, aspectos como la marca o la tecnicidad son completamente prescindibles. La combinación de precio, diseño y, también, canal, facilitan mucho la decisión. Además, ni siquiera el factor marca juega aparentemente a nuestro favor en el baño moda. No sólo porque el deporte no atrae como antaño, sino, sobre todo, porque la moda también ha sabido explotar esta baza. La balanza sigue estando decantada descaradamente hacia el mundo de la moda, pero por suerte los tiempos han cambiado. El boom del beachwear y de las marcas gliss ha conseguido dar un pequeño impulso a estas ventas en el canal deporte y, sobre todo, ha servido para que muchos dejen atrás los prejuicios de comprar bañadores o bikinis de marcas deportivas. Marcas que, además de darles diseño, pueden ofrecerles tecnicidad. Baño piscina Nos centraremos primero en el baño piscina. O mejor dicho, en los bañadores de natación. A priori es obvio que el gran grueso de ventas lo tenemos en el otro lado; en el baño ocio, moda, playa o como quiera llamarse a todos aquellos bañadores/bikinis cuyo uso no tiene nada que ver con la natación. Este tipo de prendas de baño generan cada temporada millones de ventas. Quien más quien menos tiene un bañador en casa y eso, obviamente, representa un volumen de ventas espectacular. Y a años luz de la cifra que mueven las prendas para piscina-nadar. Aun así, para el canal deporte, aunque la tendencia esté cambiando, es este último tipo de prendas las que tienen mayor peso. No sólo porque son ventas mucho menos temporales –se venden muy bien en verano pero, también, durante el año, sino sobre todo, porque es el tipo de producto que, en esencia, debe vender y con el que no tiene competencia. El canal moda puede vender los bikinis que quiera, pero quien necesite un bañador para natación tendrá que acudir irremediablemente a una tienda de deporte. Es un producEl auge de las marcas surferas está transformado el segmento baño. Su presencia en las tiendas es cada vez mayor y el canal, además, está ganando terreno a la moda. En baño atlético, las especialistas siguen dominando las ventas El baño gana protagonismo de la mano del x-wear Desde hace algún tiempo, las marcas de deporte, empujadas por el auge del gliss y por la estética surfera-playera, están ganando protagonismo, posicionándose con fuerza en el llamado beachwear, un segmento que, por lógica, debería tener controlado. ts28

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