TradeSport 167 - Junio 2009

ts19 tradicionales, cada vez más cuestionadas (como las aburridas –y cada vez más desiertas- convenciones de los grupos . Saber con quién te reúnes tiene muchas ventajas. Día 3. SALAS LLENAS, PASILLOS VACÍOS El tercer día despertaba las mismas dudas que, en su momento, despertó el primero. Era una jornada abierta a todo el mundo y era difícil prever qué podía pasar. Se esperaba alrededor de 250-300 visitantes, y se cumplieron las expectativas. Detallistas de varios puntos de España se desplazaron hasta Valencia para descubrir SUV y ver qué se cocía en él. Muchos de ellos acudieron al encuentro para asistir al que sin duda tenía que ser –y lo fueel plato fuerte del día: las jornadas técnicas. Los nombres de los ponentes eran lo suficientemente llamativos como para no perdérselas. Y los temas que en ellos se trataron, más de lo mismo: estrategias y herramientas para generar nuevas oportunidades de negocio, una visión estratégica del negocio deportivo... Salas repletas para escuchar a ponentes de la talla de Rosalía Larrey, representante de la reconocida consultora Retail SGC, que dio algunas claves para sacar mejor partido a la imagen de nuestras tiendas de deporte; Andrés De La Dehesa, Director General de Codesport y Javier Macho, ISO Manager Europe de Yahoo, que explicaron las enormes posibilidades que brinda Internet al comercio deportivo; Enrique de Mora, Director de FUNNY-POP CONSULTING, innovadora consultora estratégica y de formación directiva, que esbozó algunas claves para desarrollar el cargo del director deportivo de forma eficaz e innovadora, o Jordi Urbea, Director General de OgilvyOne, una de las compañías más punteras en el universo online, que expuso innovadoras ideas para generar el Drive-to-Store (cómo explotar Internet como herramienta para dirigir tráfico a la tienda). La alta participación en estas Jornadas técnicas sirvió para confirmar que en un encuentro como SUV es imprescindible llevar a cabo actividades paralelas de formación. El sector, hoy más que nunca, necesita herramientas para afrontar el futuro con garantías. Y encuentros de estas características, donde se dan algunas claves, siempre serán bien recibidos entre los detallistas –y los proveedores- más inquietos. Que los hay. El encuentro llegaba a su fin y las positivas sensaciones del primer día no se habían visto alteradas. Un adiós lleno de satisfacciones y de buenas palabras para esta primera edición. La segunda ya está en marcha, y muchos de los asistentes ya han confirmado su presencia. Buena señal. LUCES Y SOMBRAS La gente está excesivamente acostumbrada a analizar los resultados de un salón en función de las cifras. Y generalmente, basándose exclusivamente en las de visitantes. En un encuentro como SUV, esto no tiene sentido. No hubo miles de visitantes. Pero no hace falta que los haya. Lo importante es que los expositores que acuden al encuentro y los compradores –cuya cifra, por cierto, está limitada por la organización- estén satisfechos con los resultados obtenidos. Y en SUV lo estuvieron. La lista de aspectos positivos que puede hacerse de este punto de encuentro es muy larga. El modelo ha demostrado su eficacia y, sobre todo, su viabilidad. La organización ha sido excelente –y así nos lo han confirmado todos y cada uno de los expositores-. Perfecta en el timming, y perfecta en los detalles. Expositores bien atendidos, un recinto ferial imponente, un catering perfecto, muy buen rollo entre las marcas, muy buen rollo con la organización, y las pocas dudas que surgieron, perfectamente aclaradas por quien debía hacerlo. Los que creyeron en este modelo, de un lado y del otro, han comprobado que su apuesta fue acertada. Y los resultados, que seguramente se consolidarán a corto y medio plazo, ratificarán este acierto. Otro punto que debería ir en la lista de lo que ha funcionado a la perfección es el de las jornadas técnicas. Temática medida a la perfección y una gran asistencia de público . En el otro extremo, el de las sombras –no todo podía ser bueno- hay dos puntos que creo que deberían mejorarse. Por un lado, creo que la comunicación del modelo ha sido un poco equivocada. O máejor dicho, creo que el modelo original, el que había en esencia, el que llegó a muchos expositores potenciales, no fue el más acertado. La culpa la tenemos todos. Tanto la organización, como los medios. En sus inicios se quiso dejar muy claro que no era una feria al uso. Que era un club de negocios donde lo importante no era el producto sino las relaciones interpersonales y todo lo que va más allá de la venta. Y eso confundió a muchas marcas, sobre todo a las más tradicionales, que siguen vinculando cualquier feria a la presentación pura y dura de producto. SUV se vendió –o muchos así lo interpretaron- como un punto de encuentro donde el producto no tenía la más mínima importancia. Y en realidad, al final, el producto sí que tuvo protagonismo. Lo realmente valioso de este modelo no es si hay o no hay producto. Si las marcas quieren llevarlo, que lo hagan (al fin y al cabo, es su imagen): lo que realmente importa es que haya agendas cerradas. Que la gente sepa quién va y qué puede conseguir. Más de una marca no acabó de entender este modelo por la insistencia en que el producto no tenía protagonismo. Para una segunda edición, quizás es aconsejable limitarse a explotar el tema de las agendas cerradas y dejar que las marcas decidan qué hacen o qué dejan de hacer con el producto. Es un sector demasiado clásico para prescindir de ello. Otro aspecto que debería mejorarse es el planteamiento del tercer día. Está bien que haya una jornada abierta a todos los detallistas. Eso equilibra la exclusividad de los dos primeros días, que podría ser un arma de doble filo. El problema es que este día no debería coincidir, creo, con las jornadas técnicas, porque muchos de quienes acuden al encuentro asisten a todas estas conferencias –que duran todo el día- y no tienen tiempo de visitar a los expositores, muchos de los cuales no tuvieron un buen feeling de este tercer día por esta misma razón. No sé que alternativas reales pueden tomarse. Ampliar los días es excesivo. Y reducir el número de jornadas, viendo el éxito que han tenido, también. Habrá que encontrar soluciones. En la lista de contras, poco más que decir. De otros “inconvenientes” ya hemos hablado antes. Desde la mala sonorización del local que acogió la conferencia del profesor Martínez-Ribes y la entrega de los premios SU+, hasta algunos desfases en las agendas que dejaron tiempos muertos a los expositores. Casi todo son detalles fácilmente subsanables. Y conociendo a los organizadores sé que pondrán todo su empeño en que así sea. ¿Las fechas? Pueden mejorarse, pero hay que insistir en que el modelo tiene validez independientemente de cuándo se lleve a cabo. Siempre se puede hablar. Esta primera edición de SUV ha sido un éxito. Habrá quejas, como es lógico, pero los resultados han superado, con creces, todas las expectativas. Tanto de la organización como de expositores y visitantes. Nadie, a estas alturas, duda de la viabilidad del modelo. SUV, en su primera edición, ha sentado las bases del que puede convertirse en el gran punto de encuentro del sector. En la segunda edición, que ya se está preparando y que ya cuenta con varias marcas confirmadas, comprobaremos –de eso estoy seguro- que SUV se consolida y crece. Ha costado, pero al final, volvemos a tener un punto de unión. En la segunda edición, que ya se está preparando y que ya cuenta con varias marcas confirmadas, comprobaremos como SUV se consolida y crece. Ha costado, pero al final, volvemos a tener un punto de unión.

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