TradeSport 166 - Mayo 2009

opinión Raul Bernat (raul@tradesport.com) editorial DIRECTOR Jaume Ferrer (jferrer@tradesport.com) Del 19 al 21 de mayo se celebra en Valencia la primera edición de Sports Unlimited, un nuevo punto de encuentro sectorial que sigue un innovador modelo de club de negocios de agendas cerradas donde las relaciones interpersonales están por encima del producto. Los primeros pasos no han sido sencillos y pese al empeño que han puesto sus organizadores, Reed Exhibitions y Feria de Valencia, la respuesta no ha sido la esperada. Aun así, tanto Reed como Feria de Valencia han decidido tirar adelante este proyecto. Y eso, el sector, debe valorarlo en su justa medida. Lo más fácil hubiera sido dejarlo para otro año, cuando la economía global no estuviera tan revuelta y, sobre todo, cuando las empresas no pudieran aludir a la maldita crisis para excusar su ausencia. Pero no lo ha hecho. Han decidido seguir firmes con el compromiso adquirido con el sector y con los pocos expositores que han creído en la validez de este modelo de Club. Estoy convencido de que esta primera edición va a ser un negocio ruinoso para sus organizadores. Y eso todavía demuestra más el valor de apuesta de futuro; el creer que este modelo puede funcionar en un sector tan especial como el nuestro. Puede que ni siquiera haya una afluencia destacada, pero ninguno de estos condicionantes negativos ha hecho que sus organizadores dudasen en seguir adelante. Lo que les importa en esta primera edición es sembrar y, sobre todo, demostrar a los más incrédulos que el modelo puede llegar a funcionar. Este punto de encuentro quiere ser la alternativa a las desaparecidas Fidec y Sport, ferias tradicionales que dejaron de tener sentido, paradójicamente, en los años dorados del sector, cuando nuestro mercado crecía año tras año a doble dígito. Ahora ya no se trata de exponer producto; ahora el mercado demanda un punto de encuentro sectorial, donde proveedores y detallistas establezcan las bases para compartir negocio. Y ése es el gran reto de Sports Unlimited para próximas ediciones: lograr que el sector entienda que no pretende ser una feria convencional sino un punto de encuentro diferente. Una nueva plataforma de conocimiento, un lugar donde hablar de estrategias; un lugar en el que conocer los caminos que plantea el futuro y buscar a los mejores socios para afrontarlos. Aun siendo pesimistas para esta primera edición, sé que la apuesta de los organizadores es a medio plazo y que no se rendirán a las primeras de cambio. Seguramente deberán pulir muchas cosas y redoblar esfuerzos para explicar bien este nuevo concepto, pero conociendo a sus organizadores, empeño no les va a faltar, y si las cosas no salen bien, no será porque no hayan buscado alternativas. Y éstas sólo pueden encontrarse con el diálogo. Y eso es lo que se prima en Sports Unlimited, a través de una serie de ponencias y mesas redondas que pretenden dar soluciones para afrontar con las mejores armas los nuevos escenarios del sector. La idea de la organización es potenciar estos actos paralelos en ediciones futuras, a sabiendas que hoy por hoy, tal y como está el mercado, todo el mundo necesita un faro que marque el camino. Puede que la coyuntura económica no sea la más adecuada; puede que para algunos no sea fácil asimilar el modelo que plantea Sports Unlimited y, también, puede que haya quien, simplemente, no crea en él, pero en cualquier caso la realidad del sector nos obliga, a todos, a conocernos mejor, a hablar, a aprender. Esta primera edición será un éxito si consigue ser la primera piedra de un edificio donde todos cooperemos y hablemos el mismo idioma. El sector tiene que abandonar la torre de Babel. Torre de Babel Aquien le guste un poco la Fórmula 1 o el motociclismo sabrá que una de las claves de la carrera es la posición que se ocupa en la parrilla de salida. No garantiza la victoria, pero ayuda mucho. Algo parecido pasa con el comercio. Tener una buena ubicación, en una zona comercial con tráfico, no asegura el éxito de una tienda, pero ayuda mucho. El problema es que hoy en día el comercio deportivo no tiene capacidad para ocupar estas primeras líneas de salida. Seguramente el hecho de que los alquileres estén por las nubes –a pesar de la profunda crisis del sector inmobiliario-no ayuda mucho a que el deporte gane presencia en estas zonas comerciales urbanas, pero la realidad es que la mayoría de comercios deportivos, por estética, por oferta, por concepto y por identidad, no tienen un coche lo suficientemente competitivo como para estar delante. La realidad, por mucho que nos pese, es que actualmente la tienda multideporte clásica (independiente o asociada) no tiene capacidad para generar la facturación mínima para estar en estas zonas. La tuvo, hace años, pero ya no la tiene. Podríamos culpar de ello al brutal descenso del consumo, pero sonaría a excusa barata. No es algo que haya sucedido en los últimos meses; los problemas que tiene el comercio deportivo tradicional se remontan a mucho antes de que las cosas se empezaran a torcer a nivel económico. Y puestos a buscar culpables, no estaría de más que algunos se mirasen al espejo. Hemos vivido demasiados años de los éxitos del pasado sin darnos cuenta de que los tiempos cambiaban; hemos sucumbido a la moda en detrimento de lo atlético –nuestras raíces- creyendo que era la panacea; hemos ignorado por completo la importancia de la estética de la tienda a la hora de generar tráfico; hemos dejado de lado a la mujer, obviando el peso que tiene en las decisiones de compra; hemos querido imitar el modelo de Decathlon sin pensar en las consecuencias; hemos perdido tiempo -y esfuerzo- lamentando la apertura de tiendas propias por parte de las marcas; hemos hecho caso omiso a las múltiples oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías, tanto en la gestión de la tienda como en las ventas… La lista es larga, y un poco de autocrítica no estará de más. El problema es que para demasiada gente es mucho más fácil culpar a Decathlon, a las marcas, a las webs de venta con descuento, al gobierno o a la economía global. ¿Verdad que hay tiendas que están ganando la batalla a todas estos “contratiempos”? Queda claro que, tal y como están las cosas, el comercio deportivo debe asumir dos realidades casi irrefutables: que no hay posibilidad alguna de estar en primera línea de batalla –sólo algunas marcas pueden plantearse esta posibilidad-; y que hay que apostar, irremediablemente, por la especialización. O mejor dicho, como señala el profesor Martínez-Ribes en una entrevista que podrán leer en este mismo número, por la segmentación. Ni siquiera se trata de especializarse en un deporte; se puede seguir apostando por varias modalidades. Incluso por la moda. La clave está en especializarse en aquello que TU consumidor demanda. Al fin y al cabo lo más importante es darle al cliente lo que busca. Si lo conseguimos y somos capaces de adaptar nuestra oferta a nuestra demanda -y dejamos de esperar, sentados detrás del mostrador, a que la demanda se ajuste a nuestra oferta – dará igual que estemos en el Paseo de Gracia, en Preciados o en alguna callejuela aislada. La gente vendrá. Y estaremos, de nuevo, en primera línea. Recuperar la línea

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