TradeSport 166 - Mayo 2009

ESPECIAL TENIS & PÁDEL REDACCIÓN,Barcelona tiempo estimado de lectura >>> 9 min. Empecemos por el tenis. España es uno de los países europeos y, también, a nivel mundial, donde el tenis goza de una mayor tradición. Es cierto que en sus comienzos, y durante algunos años, tuvo que aguantar el sambenito de deporte elitista, pero desde hace ya un par o tres de décadas, esta imagen ha quedado en el olvido. Los éxitos de los tenistas españoles en estos últimos años han sido determinantes para que este deporte se popularizara. Orantes y Santana fueron, en su día, casos muy aislados, pero desde principios de los 90, una nueva generación de tenistas convirtió a España en una de las grandes potencias mundiales del tenis. Primero fueron Vicario y Casal, y luego otros como Bruguera o Corretja. Poco a poco España se abría camino. Y, entonces, llego la “Armada invencible”. Con Moya, Ferrero, Ferrer, Robredo, Verdasco y Nadal como máximos exponentes. El presente, ya lo conoce todo el mundo. España tiene al mejor jugador del mundo en tierra –donde tradicionalmente ha dominado-y, también, en pista rápida. Nadal, número uno del mundo desde el pasado agosto, es la imagen del tenis español en todo el mundo. El ídolo de los más pequeños y, también, uno de los grandes nombres que han ayudado –y están ayudando a popularizar este deporte. Esta popularización, sin embargo, ha sido mucho más acentuada a nivel de aficionados que de practicantes. El éxito de los tenistas españoles ha conllevado que los medios de comunicación dieran a este deporte mucho espacio, sobre todo en las grandes citas. Máxima cobertura televisiva –incluso a horas intempestivas si Nadal y compañía podían ganar-, páginas y más páginas en los periódicos, y una dimensión mediática que hace 30 años era inimaginable. Ni en España, ni en el resto del mundo. Esta nueva entronización del tenis como deporte mediático de primer orden, sólo superado por el fútbol, el motor y, quizás, el baloncesto, ha transformado completamente este deporte que, como el deporte rey, se ha convertido en un espectáculo… y en un negocio. En cuanto a la práctica, obviamente estos resultados deportivos han tenido una gran trascendencia en la popularización del tenis, pero seguramente las cifras de practicantes que se barajan hoy en día son bastante más bajas de las que se preveían hace algunos años. El gran crecimiento del tenis a nivel de licencias se dio entre 1975 y 1985, cuando se pasó de las apenas 30.000 licencias a las más de 127. 000. Desde ese año, y hasta 1998, pese a los éxitos de los tenistas españoles, las licencias cayeron en picado hasta los 81.000 federados, y desde entonces, paulatinamente, han vuelto a crecer, y 2008 se cerró con 109.389 federados, sólo un 0,8% más que en el año anterior.. Por comunidades, Catalunya sigue siendo la zona donde más se practica este deporte, y representa más del 35% de las licencias totales. A distancia, Madrid y Valencia, por debajo del 15%, se confirman como otras dos grandes zonas con tradición tenística. Las previsiones de los principales expertos auguran un crecimiento regular en los próximos años y desde la propia federación no se descarta que a medio plazo, sobre todo si siguen los éxitos de los tenistas españoles, se logre superar el record histórico de 127.000 licencias, alcanzado, como hemos dicho, en 1985. La realidad, aunque la cifra de licencias ha crecido en los últimos años, y a pesar de ser uno de los deportes con más federados, es que el tenis todavía sigue siendo un deporte minoritario respecto al potencial que podría tener. Es probable que aunque haya dejado atrás su imagen elitista, siga siendo, para muchos, un deporte excesivamente caro. No por el material, obviamente, si no más bien por los gastos que puede suponer su práctica (club, entrenadores…). Sin embargo, aunque es cierto que muchos clubes tienen precios inaccesibles para la mayoría de los mortales, también hay otros clubes donde se puede comenzar a descubrir este deporte. Y si se despunta, ya habrá tiempo de buscar soluciones…Es probable, en este sentido, que el fenómeno Nadal d´´e un nuevo impulso al deporte base que se traduzca, en unos años, en una nueva hornada de grandes tenistas. En cuanto a los mayores, es complejo, y lo ha sido siempre, que alguien que no ha jugado a tenis comience a hacerlo. Y más ahora con el pádel en boca de todos: a diferencia de éste, mucho más simple de aprender, se necesita cierto tiempo para aprender a jugar a tenis bien, y eso es un freno para muchos practicantes potenciales, que prefieren apostar por deportes en los que es más fácil alcanzar ese nivel mínimo con el que empiezas a disfrutar. Seguramente por esta razón, la gran mayoría de adultos que Los dos deportes de raqueta por excelencia viven, en estos momentos, una buena época. Crisisi aparte, que les afecta como a todos, ambos deportes están en un momento dulce. Uno, el tenis, porque parece haber dejado atrás los altibajos a los que nos tiene acostumbrados en los últimos años; y el otro, el pádel, porque sigue su progresivo crecimiento, quizás más lento, pero con muy buenas perspectivas de mantenerse Tenis y pádel, en el buen camino A pesar de que los resultados deportivos logrados por los tenistas españoles han tenido una gran trascendencia en la popularización del tenis, las cifras de practicantes que se barajan hoy en día son bastante más bajas de las que se preveían hace algunos años. ts28

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