TradeSport 166 - Mayo 2009

Nadie nace siendo líder. Muchos de nosotros tenemos capacidades para serlo, pero hay que desarrollarlas. Una cosa es ser directivo y otra, ser líder. Y hay que crecer como líder a través del desarrollo personal, gracias a la repetición de hábitos positivos. Tener iniciativa creativa, saber gestionar conflictos o sacarle el mejor partido a nuestro tiempo son competencias que no se pueden aprender de la noche a la mañana. Se necesita disponer de información, formación y entrenamiento. Para ayudar al directivo, los autores de este libro, los profesores Cardona y Wilkinson, han identificado los 10 “hábitos positivos” fundamentales para llegar a ser un buen líder. No los han escogido ellos sino que son el resultado de las preferencias de las empresas que contratan MBAs. El libro, en el que directivos de diversas empresas y sectores distintos relatan en primera persona su experiencia de crecimiento, ofrece una guía práctica para que los directivos consigan desarrollar estos hábitos positivos o competencias con éxito. Y lo hace partiendo de una premisa: las competencias no son un rasgo de la personalidad, ni conocimientos aislados, sino comportamientos, así que pueden mejorarse. Las competencias conducen al éxito en una función o tarea, por eso resulta esencial aprender a desarrollarlas. Las diez competencias clave del líder A partir de tres sondeos realizados en distintos años, los autores han seleccionado las diez competencias más relevantes para la función directiva: • Tener iniciativa creativa: ideas innovadoras y relevantes para introducir algo o para modificarlo en beneficio de la empresa. “Mi responsabilidad es hacer que la rueda de la primera vuelta, y luego asegurarme de que esa rueda ya no se va a parar”.Esperanza Picó, Directora de la Fundació Onada. • Tomar decisiones: tomar decisiones de modo adecuado y en el momento oportuno. “Quienes lideramos debemos ser los primeros en ser coherentes en nuestras decisiones”. Enrique Valer, Senior VicePresident Iberian Zone Schneider Electric. • Comunicar: escuchar y transmitir ideas de manera efectiva. “Una sonrisa en el pasillo o una palabra de aliento, simplemente, porque todos estamos en el mismo barco, consigue recargar las pilas…”. Natalia Pérez Neira, Directora Financiera Hospital Sant Joan de Déu. • Practicar el empowerment: capacitar a la gente para que sea dueña de su propio trabajo. “Ser directivo incorpora una variable que es la de liderar personas, y eso cambia tu vida, tu trabajo. Requiere una salto mental para querer hacerlo, porque, si bien es cierto que entraña muchas alegrías, también implica tener una familia más por la que preocuparte, a la que tienes que ayudar, enseñar, informar y orientar para luego exigirle implicación y responsabilidad en las decisiones”. Eva Abraldes, Directora Comercial Industrias Imar, S.A. • Orientarse al cliente: satisfacer las necesidades de los clientes, no sólo externos, sino también internos (los empleados). “Hay que contar más con el cliente, externo e interno, y preguntarle más lo que quiere y necesita”. Ainhoa Fornós, Directora de Recursos Humanos de Damm. • Ser íntegro: comportarse de manera recta y honrada ante cualquier situación. “El equipo directivo es el primero que debe ser capaz de anteponer los intereses colectivos a sus intereses personales”. Raimon Martínez, Director de Recursos Humanos Igesport. • Trabajar en equipo: fomentar un ambiente de colaboración, comunicación y confianza entre los miembros del equipo. “Gracias a una cultura de aprender, informar compartir y reaccionar, construimos equipos increíbles que elaboran productos increíbles”. Arthur O´Connor, Director de Enología Grupo Codorniu. • Cultivar su resiliencia: capacidad de soportar la presión e incluso el fracaso, y salir fortalecido. “Nuestra gente, ante una crisis, quiere ideas claras, seguridad en el mando y confianza”. Antonio Calçada, Director de la red de gestión Directa Campsared España. • Gestionar el tiempo: priorizar, programar y ejecutar en el plazo previsto objetivos y actividades. “Cuando estás doce horas o más en tu puesto de trabajo y aun así tienes la sensación de que te estás dejando algo, está claro que algo falla”.Antonio Blanco, Director de Sistemas Compensación de La Caixa. • Gestionar los conflictos: diagnosticar, afrontar y resolver conflictos interpersonales con prontitud y profundidad. “La gestión de los conflictos es uno de los puntos en los que un líder se pone a sí mismo más en juego. Porque en este caso, debe demostrar sus habilidades de liderazgo: capacidad de análisis, justicia en el diagnóstico, construcción y alineamiento del equipo”. Joan Tarrida, Director general Editorial para España y Portugal Direct Group Besteslmann. Las diez habilidades anteriormente citadas son las más importantes en la función directiva, pero existe una décimo primera competencia que es fundamental para desarrollar cualquier otra: la capacidad de cambio personal. El cambio es una necesidad ante las crecientes exigencias de adaptación a la globalización y a la diversificación de gustos y gastos de los clientes. Aprendiendo a ser un líder Aprender a ser un buen líder es como coronar un ochomil. Hay personas con capacidades innatas, pero de nada sirven sin la formación y el entrenamiento adecuados. Edurne Pasaban, que ya ha coronado 11 de los 14 ochomiles del mundo, lo sabe bien, y como afirma en el prólogo de Creciendo como líder, un libro de Pablo Cardona y Helen Wilkinson que da las claves para que los directivos den un paso más y se conviertan, también, en líderes, “la clave está en luchar cada día por incorporar hábitos positivos en el trabajo”. Las competencias no son un rasgo de la personalidad, ni conocimientos aislados, sino comportamientos, así que pueden mejorarse. Las competencias conducen al éxito en una función o tarea, por eso resulta esencial aprender a desarrollar empresas ts22

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