TradeSport 166 - Mayo 2009

ts18 Todos recordamos la victoria del equipo español de Copa Davis el año pasado, así como el anuncio que días después hacía el Presidente de Gobierno con motivo de la recepción oficial realizada a los ganadores. El anuncio no fue, ni más ni menos, que la creación de un Ministerio de Deporte en la próxima remodelación del Gobierno, recogiendo el “órdago” que le lanzó el por entonces capitán del equipo Davis, Emilio Sánchez Vicario. Todos los medios de comunicación se hicieron eco del compromiso de Zapatero, y el Deporte acogió esta noticia con mucha satisfacción. Yo mismo le dediqué un artículo a la noticia, dudando acerca de si esa afirmación del Presidente del Gobierno respondía a un verdadero compromiso con el Deporte, o si por el contrario era puro oportunismo ante el gran éxito cosechado en Argentina por los tenistas españoles con la ausencia del mejor tenista del mundo entre sus filas. Lamentablemente, sólo cinco meses después de este pronunciamiento, hemos asistido a su incumplimiento por parte del Presidente del Gobierno. Como “contraoferta”, el Presidente asume personalmente la dirección del Consejo Superior de Deportes, lo que en principio ha de suponer que se autonombra Ministro de Deportes, aunque eso sí, de una manera muy “sui generis”, sin Ministerio y sin presupuesto. La vieja aspiración del Deporte español, y de todos aquellos que forman la parte amplia del deporte, como el sector de la distribución deportiva, se queda con la miel en los labios, asumiendo que habrá que esperar a otra nueva legislatura para intentar la creación de este Ministerio. Un cartera absolutamente necesaria, no para patrimonializar el bendito éxito de nuestros grandes deportistas por el mundo, sino para invertir en aquellos que habrán de sustituirles, y, sobre todo, en la salud global de la ciudadanía, apostando por el impulso de la práctica deportiva de forma general, y en especial, entre aquellos segmentos de población con menor índice de practicantes. De momento, el Deporte español continúa sin un proyecto global, y queda remitido a las acciones desarrolladas por las diferentes Comunidades Autónomas, a excepción del Plan ADO, dirigido únicamente a unos cuantos deportistas olímpicos. Es cierto que el programa político del actual Presidente de Gobierno no contenía la creación de este Ministerio, pero no es menos cierto que en el punto dedicado al Deporte, y bajo el título “Deporte para todas las personas y a todas las edades”, se hablaba de crear una Confederación Interterritorial del Deporte, ampliar la práctica deportiva y de otras líneas para fomentar el deporte. Es decir, disponía de espacio suficiente para impulsar la creación de este Ministerio. Sin embargo, el Presidente del Gobierno incumple su palabra, circunstancia que impedirá que se lleve a cabo un proyecto global para incrementar la práctica y mejorar la salud de la ciudadanía o que se desarrollen otras áreas como deporte y turismo, muy avanzadas en otros países de Europa. En definitiva, el deporte como área estratégica nacional continúa en el olvido. Creo que una vez observado el incumplimiento del Presidente del Gobierno, no podemos dejar de reclamar un impulso decidido desde el Gobierno central para paliar el déficit de práctica de nuestro país y equilibrar nuestras tasas con las de otros países de la Unión Europea y, sobre todo, potenciar la práctica entre las mujeres y en determinados segmentos de la población. También es necesario corregir la histórica deuda de practica deportiva entre la población adulta de nuestro país, el abandono de la práctica deportiva en el paso de los jóvenes por la Universidad, o establecer unos estrechos lazos entre educación y deporte en todos los niveles educativos. Para nuestra desgracia, esta inversión no es evaluable en cuatro años, y por lo tanto no está entre las prioridades de los partidos políticos. Pero es una responsabilidad de nuestros gobernantes actuar en beneficio de la población, y en este aspecto son múltiples los informes que aconsejan la práctica deportiva habitual. Invertir en una población activa y practicante de deporte ayudaría, por ejemplo, a reducir los ingentes gastos sanitarios en el futuro, y creo que no se debe “banalizar” sobre este aspecto. Sin embargo, estamos faltos de aspectos que favorezcan la promoción del deporte. Por ejemplo, podríamos apoyar la reducción del IVA para los productos destinados a la práctica deportiva, se podrían aplicar reducciones fiscales a las empresas que promovieran el deporte entre sus empleados, se podrían aplicar deducciones fiscales a los gastos realizados por las personas físicas para la práctica de deporte… Se podría ligar sólidamente la práctica deportiva a la educación, vincular la igualdad de sexos en este objetivo o fomentar la cohesión social limando las aristas de problemas como la integración de colectivos desfavorecidos. Éstos son aspectos que necesitan de un compromiso por parte de nuestras administraciones, y, en especial, por parte del Gobierno central. Es fundamental que haya un compromiso y un esfuerzo en la defensa del deporte. Al mismo tiempo, necesitamos que se vele para que los recursos e instalaciones destinadas a tal fin permanezcan accesibles a toda la población y no sean privatizadas para ser gestionadas bajo el prisma del rendimiento económico. Entre todos, debemos impedir un mayor deterioro de la práctica deportiva y de las infraestructuras públicas deportivas, solicitando recursos adecuados para el fomento. Con o sin Ministerio de Deporte. Nuestro deporte necesita algo más que buenas intenciones y palabras grandilocuentes; necesita acciones decididas, financiación, fomento, participación, educación, reducciones fiscales, etc.. [ o p i n i ó n ] ¿Ministerio de Deporte? CARLOS GRANDE Secretario General de ANDAD Entre todos, debemos impedir un mayor deterioro de la práctica deportiva y de las infraestructuras públicas deportivas, solicitando recursos adecuados para el fomento. Nuestro deporte necesita algo más que buenas intenciones y palabras grandilocuentes; necesita acciones decididas, financiación, fomento, participación, educación, reducciones fiscales, etc.. Pese al compromiso adquirido, el presidente Zapatero ha decidido no crear una nueva cartera exclusiva para el deporte, dificultando que se lleve a cabo un proyecto global para incrementar la práctica deportiva

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