TradeSport 165 - Abril 2009

sin esfuerzo. EL COMERCIO: UN INDICADOR FIABLE Hay otra manera, tan o más fiable que las otras, para determinar el peso real que tiene un deporte, y es su presencia en los comercios deportivos multideporte y, también, en los comercios especialistas. Durante los últimos años, con el auge del sportwear, las tiendas de deporte tradicionales, las que trabajaban varios deportes, cambiaron considerablemente, arrinconando lo atlético y apostando descaradamente –y excesivamente- por la moda deportiva. Si determinadas modalidades deportivas ya no tenían una presencia destacada en este tipo de tiendas, con este cambio la brecha se acentuó, y en la gran mayoría de comercios lo atlético se limitó a cuatro o cinco modalidades, con especial protagonismo del fútbol y, en menor medida, del baloncesto, el tenis o el running. Ahora, con la crisis, las cosas han cambiado ligeramente, y lo atlético vuelve a ganar peso en el mix de las tiendas multideporte, que vuelven a dar espacio a estos deportes –especialmente al running- y a otras modalidades en auge como el outdoor o el pádel. De todas maneras, es poco probable que pese a este retorno a los orígenes, estas tiendas apuesten por determinados deportes con escasa demanda. Para alguna de estas modalidades siempre ha habido tiendas especialistas. Algunas eran multideporte que por su ubicación, cerca de clubes o en zonas donde estos deportes minoritarios tienen mucha tradición, han apostado por especializarse en determinadas modalidades –como el Hockey en Terrassa, por ejemplo- y otras han preferido especializarse en un deporte concreto para dar respuesta a la demanda. Las tiendas con este último formato se pueden contar con los dedos de una mano. Muchas han tenido que cerrar al poco tiempo de abrir por su escasa rentabilidad, pero sigue quedando algún comercio especializado en modalidades minoritarias. También hay que tener en cuenta que la llegada de Decathlon y su concepto de negocio cambió por completo el panorama. La cadena gala “toca” hasta 65 modalidades deportivas diferentes y, lógicamente, muchas de ellas entran en el saco de los deportes minoritarios. Su oferta no es extensa, pero cubren con creces las necesidades de los más pequeños y de los practicantes ocasionales, lo que le ha convertido en el principal proveedor de este tipo de deportes. Nos guste o no, para encontrar un kimono, unas botas para montar o un palo de hockey, o se acude a la cadena gala o se busca una tienda especializada, que no siempre es fácil (sobre todo si no se vive en una gran ciudad). DEPORTES GLOBALES… Y LOCALES Otra aclaración importante que debemos hacer al respecto de los deportes minoritarios es que en ningún caso se trata de un concepto universal. Aunque el fútbol, en Europa, es un deporte de masas en casi todos los países, hay modalidades que arrastran masas en unos países y que, sin embargo, en otros, no tienen ni una sola licencia. Como el cricket, deporte de culto en el Reino Unido que en el resto de países no se practica. Y como éste hay una larga lista, en la que cabe destacar deportes como el billar o el rugby, que mueven millones de aficionados en países como Inglaterra, con un seguimiento de los medios parecido al que aquí se le da al fútbol. Es más, son modalidades que son capaces de mover millones de euros en apuestas y paralizar el país en determinadas competiciones. En cambio, aquí en España, ver una retransmisión de estos dos deportes por la televisión o una noticia en cualquier diario, deportivo o no, es prácticamente imposible. Es, probablemente, una cuestión de cultura deportiva y de tradición, aunque también puede ser que, en su momento, estas modalidades tuvieran el apoyo y el seguimiento necesario (medios, administraciones…) para convertirse en lo que hoy son. Estas diferencias, además, no sólo se dan entre países: también existen a nivel interregional. Hay deportes que en una determinada zona cuentan con una cifra significativa de jugadores y seguidores, mientras que en otras zonas, aunque sólo sea a 100 ó 200 kilómetros, apenas tienen practicantes y aficionados. ts52 Los niños –y los padres- tienen que darse cuenta de que hay vida más allá del fútbol y del baloncesto. Hay muchos deportes que pueden aportar mucho a los más pequeños, aunque luego, pese a llegar a lo más alto, no puedan vivir de ello. Al final, lo que realmente importa del deporte no es lo que se consigue a nivel material.

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