cios, les está pasando factura el fuerte auge que han experimentado en pocos años y, sobre todo, las perspectivas excesivamente optimistas que tenían en cuanto a crecimiento, que “provocaron” una sobreoferta de marcas y, especialmente, un exceso de surf shops en los que el textil –de las grandes marcas- era el principal reclamo. Tanto un aspecto como el otro, además, han disparado la soberbia del segmento en su conjunto, que se ha encerrado en exceso en sí mismo, recelando incluso del deporte, y bajo la aureola de canal exclusivo se han creído más fuertes de lo que en realidad eran. Y ahora, que las cosas, a pesar de no ir mal, no van tan bien como muchos creían, quizás sea demasiado tarde para darse un baño de humildad. Aunque no tendrán más remedio que hacerlo. Unos para no seguir perdiendo ventas y clientes, y los otros, para no tener que bajar la persiana. SKATE. PARECIDO PERO DIFERENTE… A priori, la mayoría de deportes que están vinculados al universo gliss mantienen un nexo de unión bastante fuerte. Son, todos, deportes de deslizamiento, de tabla, y desde la distancia parece que tengan un público bastante parecido o, en muchos casos, idéntico. La realidad, sin embargo, es muy distinta, y otra de las grandes modalidades gliss, el Skate, tiene muy poco o nada que ver con el surf. Al menos, con el concepto de surf que ha “construido” el sector. Es cierto, en cualquier caso, que hay muchos practicantes de surf que también son habituales del skate, pero seguramente ´´esa es la única coincidencia que existe entre ambos mundos. ´´Esa, y el auge de la moda en ambos segmentos. Pero ni a nivel de marcas, ni a nivel de tiendas, ni, tampoco, a nivel de “gran público”, son segmentos que tengan mucho que ver. Por un lado, es obvio que ni surf shops ni las tiendas skate pueden vivir sólo del material duro, de manera que unas y otras no han tenido más remedio que sucumbir a los cantos de sirena de la moda y aprovechar la buena demanda que había por parte de los más jóvenes, tanto a nivel de marcas surferas como, en menor medida, de las más vinculadas al mundo skate. Como en el surf, algunas marcas que empezaron como pequeñas empresas muy vinculadas a los skaters más “puretas” se han hecho grandes y se han ido alejando progresivamente de sus raíces en pro de los beneficios que les da apostar por la moda. En cuanto a las diferencias, una de las más tangibles es a nivel de práctica. Mientras el surf está relativamente estancado, con ligeros crecimientos anuales, el skate gana seguidores año tras año. Además, es un público muy distinto, más joven. Su poder adquisitivo, por edad –y, también, por clase social- es más bajo que el de los surferos, de ahí que el factor precio tenga una incidencia mayor. Es cierto que las “grandes” marcas de textil vinculadas al skate también tienen precios medios altos, pero éstas, generalmente, son adquiridas por los no practicantes, es decir, como el surf, por aquellos a quienes les gusta la estética skate pero que no se han subido en una tabla en su vida. Este auge de practicantes se ha traducido en un aumento de las tiendas especialistas. Las multideporte que tocan material duro de este segmento se pueden contar con los dedos de la mano. Alguno se anima con un par de tablas, muchas veces de gama baja y más destinadas a los principiantes y a los niños que a un practicante habitual, pero por norma general, la venta de tablas y otros artículos de material duro se limita al comercio especialista. Además, el practicante de skate es muy selectivo con el comercio y siempre preferirá un comercio especializado –cuanto más “freak” mejor- que una tienda clónica con una oferta muy escasa. Ocurre, en definitiva, como en todos los segmentos. Otra gran diferencia respecto al surf es el importante –y lógico- peso que tiene el calzado, con una larga lista de marcas especializadas, como Adio, Circa, DC, DVS, Etnies, Kustom o Vans, por poner algún ejemplo. La mayoría de ellas también han apostado por el textil (una categoría que ha emergido en los últimos 10 años) pero lo han hecho una vez posicionados en el calzado. En cuanto a las ventas, hasta hace pocos años, éstas se limitaban a los practicantes y a algunos seguidores de esta cultura. Ahora, en plena moda gliss, el gran grueso de las ventas de calzado está vinculado al factor moda. Además, la escasa presencia de esta categoría en el surf –las marcas no han logrado consolidarla- hace que muchos seguidores de la moda más surfera hayan entrado en el universo skate de la mano del calzado. Las marcas, además, han transformado parte de sus colecciones, adaptándolas a las nuevas tendencias de la moda, con modelos más pensados para el consumidor de moda urbana que para los skaters. En cuanto a las marcas, a pesar de que tradicionalmente ha habido una obsesión casi enfermiza por todo lo americano, la fuerte entrada de A pesar de que tradicionalmente ha habido una obsesión casi enfermiza por todo lo americano, la fuerte entrada de marcas españolas ha revolucionado el skate. Con una calidad que nada tiene que envidiar a la de las grandes marcas de los States, las nacionales han reventado precios, ofreciendo tablas de gama alta a unos precios muy asequibles (un 50% más baratas) lo que no sólo ha obligado a la competencia foránea a ajustar los suyos, sino que, además, ha servido para popularizar este deporte en nuestro país. Tanto a marcas como a comercios, les está pasando factura el fuerte auge que han experimentado en pocos años y, sobre todo, las perspectivas excesivamente optimistas que tenían en cuanto a crecimiento, que “provocaron” una sobreoferta de marcas y, especialmente, una exceso de surf shops en las que el textil –de las grandes marcas- era el principal reclamo. ts31
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